55

204 29 15
                                    

Minho







- Te hice una pregunta y quiero que me la respondas con la verdad – comenzó a caminar hacia mí.

Mi corazón comenzó a martillar dentro de mi pecho.

- ¿Qué fue lo que escuchaste?

- Absolutamente todo – miró a Minju - ¿Por qué se quedan callados? – miró a todos los que estaban en la habitación - ¡Hablen!

- Mamá, no te alteres, esto no es bueno para ti – pedí.

- ¿Qué no es bueno para mi dices? Entonces, ¿Qué es bueno? ¿Qué me mientan como si fuera algo insignificante?

- Mamá, puedo explicarlo – traté de acercarme a ella, pero su mano me detuvo, tocó su pecho y comenzó a quejarse levemente – Mamá, ¿estás bien?

- Ayúdame a sentarla – me dijo Chan.

Asentí, tomé una silla y Chan me ayudó a sentarla.

- Llamen a un doctor – pedí.

- No – dijo mi madre – No quiero a ningún doctor, lo que quiero es que me expliques ¿por qué nunca me dijiste que ambos se fueron infieles? ¿Acaso no querían casarse? - nos miró a ambos, nosotros no respondimos, mi mamá sollozó en respuesta – ¿Y por qué no me lo dijiste antes, hijo? Soy tu madre ¿acaso no me tienes confianza?

Su voz comenzaba a cortarse.

Comenzaba a sentirme la peor persona. Ver a mi madre llorar por culpa mía me destrozaba completamente.

- Es que yo te veía tan feliz con esto que no quería matarte la ilusión - traté de explicarle - Mamá, te veías tan mal, tan débil y cuando empezó la organización de la boda comenzabas a verte más alegre y yo no quería arruinarlo. Solo quería hacerte feliz, quería que te animaras y que estuvieras orgullosa de mí al saber que iba a casarme.

- ¿A costa de tu felicidad? – bajé mi mirada al suelo – Si me hubieras dicho antes que no querías casarte te habría apoyado, hijo, no puedo creer que todo este tiempo fui la causante de que lo hicieran obligadamente – su rostro estaba completamente mojado, sus ojos aguados y su expresión dolida.

- Mamá no llores por favor, tu no fuiste la causante de esto, Minju y yo lo decidimos para hacerte feliz.

Me miró dolida.

- Minho, yo te había dicho muchas veces que si a ti te hacia feliz a mí también. Con verte sonreír – acarició mi mejilla – Me hacías la mamá más feliz del mundo.

- Es que yo creí... - me interrumpió.

- Exactamente, tu creíste hijo, pero no fue lo correcto. Si no te quieres casar no lo harás y punto, nadie tiene porque obligarte a hacer algo que no quieres ¿entiendes? Te eduqué para que tu eligieras tu vida, para que tu tomarás tus propias decisiones y fueras feliz. No vuelvas a mentirme, yo te apoyaré y aconsejaré en absolutamente todo lo que hagas y decidas.

Sonreí levemente.

- Perdóname, mamá. Fui un estúpido, ¿no?

- Creo que el que te cayeras mucho de la cuna te afectó un poco, hijo – bromeó haciéndome reír levemente.

- Prometo no volver a mentirte, mamá – asintió lentamente.

- ¿Tu padre sabe sobre esto? – me quedé callado.

A través de la máscara | Adaptación MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora