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Un día antes











Minho.






Al colgar la llamada con Jisung decidí finalmente acostarme y dormir.

Al despertar me di un rápido baño, me serví café en un termo, envolví mi cuerpo con mi traje y tomé mi maletín.

Me monté en mi auto y conduje hasta la empresa.

Aparqué cuando llegué y salí de mi auto en dirección a la entrada de mi empresa.

Al entrar tomé mi gafete como todos los días e ingresé al elevador. Le di un sorbo a mi termo esperando a que el ascensor abriera sus puertas. Cuando lo hizo, salí.

Giré mi rostro mirando a todo mi personal que estaba en lo suyo, pero fruncí mi ceño al no ver a Jisung.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando la Señorita Sana se interpuso en mi camino.

- Buenos días, Señor Lee. Lamentablemente su asistente personal no ha llegado otra vez, el Señor Wang vino para hablar unas cosas con usted, dijo algo sobre unas cuentas pendientes. Me tomé el atrevimiento de hacerlo pasar a la sala de juntas.

- Excelente, Señorita Sana, avíseme cuando mi asistente personal llegue. No quiero que nadie interrumpa mi charla con el Señor Wang – ella asintió – ¿Puedo aprovecharme de su amabilidad y pedirle un favor?

- Por supuesto – dijo de inmediato – Lo que usted quiera – sonrió coqueta.

- Deje mi maletín en oficina, gracias – se lo extendí y me dirigí a la sala de juntas.

Eran exactamente las 9 de la mañana cuando pisé la empresa.

Entré a la sala y la cálida sonrisa de uno de los mejores amigos de mi padre me recibió

- Muchacho – saludó con un apretón de manos – Me da mucho gusto verte.

- Igualmente, Señor Wang, tome asiento – lo hizo.

Pasé las próximas y muy largas 3 horas escuchando atentamente lo que el amigo de mi padre decía. Al principio me preguntó por mis padres, por mí y por mi empresa. Me habló de nuestra inversión y de porque era buena para ambos. Me habló sobre los porcentajes que recibiríamos y finalmente quedamos con que todo se decidiría con un contrato en mano.

- Muy bien, chico. Nos vemos después, espero no haberte aburrido.

- No, para nada, fue muy....interesante.

Lo acompañé hasta el elevador, pero me detuve cuando miré a lo que parecía la Señorita Sana y a la Señorita Mina discutiendo acaloradamente enfrente del escritorio de Jisung.

- Creo que tienes un pequeño problema, hijo – mencionó.

- Oh no, no creo que sea nada importante, peleas de mujeres.

- Suerte con eso – palmeó mi hombro y entró al ascensor.

Respirando calmadamente me acerqué hacia las chicas, se quedaron calladas cuando me notaron.

- Señoritas – las llamé – A mi oficina, ahora.

Comencé a caminar hacia mi oficina, abrí la puerta dejándola abierta y tomé asiento en mi silla esperándolas.

Me recargué en el respaldo de ella.

Segundos después ellas entraron y cerraron la puerta.

- Tomen asiento, por favor – les pedí y lo hicieron – Ahora espero y que puedan darme una explicación detallada del pequeño escándalo que tenían en pleno pasillo.

A través de la máscara | Adaptación MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora