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Jisung.











- ¿Ya tienes todo listo?

- Sí, Hyun. Solo necesito esperar a que llegue.

Me sentía ansioso, mis manos sudaban y mi corazón estaba de manera extraña. Latiendo frenético sin razón alguna.

- ¿No estás emocionado? Es tu primer viaje.

- Claro que lo estoy, pero también estoy muy nervioso - confesé.

- Tranquilo, todo saldrá bien - trató de calmarme.

- Eso espero – suspiré y le sonreí finalmente – Que emoción, Hyun ¡voy a viajar! – él soltó una carcajada.

- Yo sabía que te gustaría tu trabajo, si tienes suerte hasta viajas más veces.

- Es un sueño cumplido, Hyunjin, no sé como agradecerte todo lo que estás haciendo por mí.

- Tú sabes perfectamente como – me quedé callado unos segundos.

Yo sabía a lo que se refería.

Quería que dejara el club.

No quería ni pensar en lo que pasaría si se llegara a enterar de que el contrato estaba roto.

Mi celular vibró.

Estoy afuera. –

- Es hora, mi jefe está afuera – guardé mi celular y lo miré. Tenía una sonrisa pícara en su rostro.

- ¿Por qué me miras así?

- Por nada – me abrazó – Ve con tu jefe – susurró en mi oído y me soltó.

Lo miré negativo. Tomé la carpeta y mi maleta en una mano.

Después de bajar del departamento un auto entró a mi centro de visión. Un hombre se acercó a mí.

- ¿Me permite? – dudoso asentí.

Después de mirar como el hombre metía mi maleta al compartimiento trasero se dirigió a la puerta trasera y la abrió. Me acerqué y entré.

Cuando tomé asiento lo miré. Jeans rasgados, tenis blancos y una camisa con botones sin mangas color azul marino que se ceñía a su cuerpo.

Se veía completamente diferente a como en la empresa.

- Buenos días – mencioné al ver que él no hablaba.

Mis manos comenzaron a sudar cuando noté como miraba el brillo labial que me había puesto en mis labios al bajar de mi departamento.

Asintió secamente desviando su mirada a mis manos donde tenía la carpeta.

- ¿Tienes lo que te pedí? – preguntó por fin.

- Oh sí, aquí tiene – se la extendí y accidentalmente nuestros dedos se rozaron provocándome escalofríos.

Dios

- Bien – habló entre dientes ojeando todos los papeles.

Solo esperaba haberlo hecho bien.

- El contrato está listo, todos los documentos están ordenados en orden alfabético – dije al ver que permanecía en silencio, comenzaba a preocuparme.

- Perfecto – suspiré aliviado.

Colocó a su lado el contrato y me extendió algo que no pude descifrar hasta que lo tuve en mis manos.

Lo tomé y la analicé unos segundos.

Oh dios mío.     

- Muchísimas gracias, prometo pagársela cuanto antes.

A través de la máscara | Adaptación MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora