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- No puedo creer que estemos haciendo esto – les susurré molesto.

Después de la pelea de almohadas decidimos jugar el estúpido juego de "verdad o reto".

Y ahora estábamos a hurtadillas buscando una botella de alcohol en la cocina.

Cuando por fin encontré una botella de vodka no dudé y la tomé. – Listo, ya vámonos – les dije - ¿Qué hacen? – pregunté al ver que se dirigían a la a otra esquina de la cocina.

Bufé cuando miré que tomaban 3 vasos cordial que utilizábamos para los chupitos.

Solo esperaba que no los rompieran.

De puntitas volvimos a mi habitación y preparamos todo.





15 minutos después.








- No manchen, veo doble – murmuró Félix haciéndonos reír a los tres.

- Bien..hip..vas...hip...Woo – dije.

- Ammmm, yo nunca nunca he jugado con esposas.

Félix tomó uno.    

Wooyoung también.

Y finalmente yo también lo hice.

- Voy yo – dijo Lix como un niño pequeño, extrañamente su voz me comenzó a dar risa – Yo nunca nunca he recibido un beso negro.

Félix no tomó.

Woo tampoco.

Serví un poco.

- Arriba, abajo, pal centro y pa adentro – lo bebí de un trago.

- No manches, Jisung ¿neta?

- Neta netisima – reí sin motivo.

- ¿Y cómo se siente?

- Como una fiesta en mi trasero – dije.

- No creo que hagan falta los detalles – mencionó Woo.

- ¿Por qué no? – preguntó Lix con un puchero en sus labios en un tono infantil.

- Creo que ya hemos bebido demasiado y más tu Félix.

- Un ratito más – Félix pidió - ¡Miren! Tengo 10 dedos - comenzó a reír.

Yo sonreí.

- Mañana le seguimos, recuerda que Jisung tiene trabajo mañana.

- ¿Qué horas son? – pregunté frunciendo mi ceño.

- Ay – dijo mi amigo pecoso – Ni es tarde, es bien temprano, son las 4 de la mañana.

- ¿Y eso es malo o bueno? – pregunté confundido.

- No sé, supongo que es malo – Woo alzó sus hombros.

- Saben que – Félix bostezó – Creo que mejor me duermo, siento que veo a tres Jisung.

Wooyoung y yo reímos.

Los tres nos acostamos y caímos rendidos sin ninguna preocupación.





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El sonido de mi celular me hizo levantarme, mi cabeza comenzó a punzarme terriblemente. Parecía que en cualquier momento explotaría. Me quejé en silencio y contesté.


- ¿Bueno? – sobé mi sien.

¡Jisung! Por el amor de dios que contestas, ¿Dónde diablos estás? –


A través de la máscara | Adaptación MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora