CAPÍTULO 4: EL INICIO DE LAS TUTORIAS EN UN DIA DE ENSUEÑO.

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Después de aquella impactante revelación, podemos ver al pelinegro en la terraza del departamento de las quintillizas, este habla por teléfono con su jefe, el Dr. Maruo Nakano, Fuutarou aún en shock confirmaba que lo que aquellas chicas le dijeron.

Efectivamente, ellas son auténticas quintillizas, estoy seguro de que podrás guiarlas hasta la graduación. Obviamente se te pagara por el total de cinco personas. -Se escuchaba fría la voz del Dr. Nakano a través del teléfono. –

Siendo honesto, no creo tener tanta confianza como para esto... -Respondía Fuutarou.

Ya veo, bueno es una lástima y eso que tu padre me había dado muy buenas referencias de ti, no te preocupes encontrare a alguien capaz de hacer el trabajo. – Decía el hombre detrás del otro lado de la línea.

Tras escuchar aquellas palabras Fuutarou responde firme en un intento desesperado por no perder aquella oportunidad laboral. - ¡Sabe que esta conversación jamás existió!... ¡Mi confianza volvió! Yo haré que sus hijas se gradúen, sin duda alguna.

Muy bien Uesugi-Kun, tengo altas expectativas en ti, espero buenos resultados, por cierto ¿Están mis hijas por ahí?

Aquella pregunta puso a sudar de los nervios a Fuutarou, ya que al voltear a la sala la vio totalmente vacía, ninguna de las cinco hermanas estaba ahí, nerviosismo que pudo detectar Maruo, lo cual le hace preguntar ¿Hay algún problema? A lo que el joven pelinegro rápidamente responde que no había ninguna clase de problema, las chicas subieron a sus habitaciones, seguro a cambiarse para poder estudiar cómodamente... bueno ya no me presione, yo les explico a las chicas las circunstancias y comenzarnos a estudiar. – Tras decir aquello cuelga la llamada y camina en dirección a la sala del departamento, lugar en el que solo estaba él y nadie más que él...

¡Por Dios!... ¡En que problema me he metido! ¿En dónde están esas chicas? ¿¡Por qué estoy yo solo aquí!?-Se preguntaba Fuutarou mientras se sentaba en uno de los sillones de aquella sala y llevaba sus manos al rostro, por la frustración que sentía en esos momentos.

De pronto sentía que alguien se acercaba por detrás al voltear vería que se acercaba una joven de cabello corto, con un lazo verde atado a su peli-naranja cabellera. (Bueno una aclaración, los colores de cabellos de las quintillizas son para nosotros como espectadores, ya que Fuutarou siempre las vio de cabello color rosa, los cambios de color de sus cabellos son para denotar los cambios que cada una desarrolla al ir creciendo).

Tranquilo, ¡Aquí estoy yo! -Decía aquella chica, mientras se acercaba a él con una charola en la cual traía un vaso con agua.

Gracias por el vaso de agua. ¿Tú eres Yotsuba? La chica de los cero puntos. – Decía el pelinegro.

Jejeje... si, esa soy yo, jejeje... veo que hablaste con mi papá. ¿Estoy en lo correcto? - Le decía Yotsuba en un tono y risa nerviosa.

Si, hablaba con él, oye ¿me puedes hacer un favor? -La chica afirmaba con la cabeza- Si no es mucha molestia, ¿Podrías poner una sonrisa maliciosa, sarcástica y llena de confianza? -Le pedía Fuutarou a Yotsuba.

A lo que la chica hacia su mejor esfuerzo por realizar aquella expresión que su tutor le pedía y le respondía - ¿Algo así?

Tras ver aquella expresión pudo ver que realmente eran quintillizas y su parecido físico era extraordinario, a lo que no pudo evitar decir – Vaya, ¡Realmente son quintillizas!

Jejeje... Así es, muchas personas se asombran al vernos a las cinco juntas, pero ya estamos acostumbradas a ello, bueno tú me dices cuando empezamos con las tutorías, ¡Yo ya estoy lista para estudiar! -Afirmaba la peli-naranja-

Paradoja de Amor/愛のパラドックスDonde viven las historias. Descúbrelo ahora