CAPÍTULO 18: SOY LA SEGUNDA Y A TI... ¡TE AMO YO!

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Fuutarou al terminar de contar la historia sobre como conoció a aquella chica de lo que obviamente omitió que es una de sus hermanas, ya que al no tener una buena relación con Nino y debido a lo volátil y sobreprotectora que es con ellas, no sabía qué clase de reacción pudiera tomar, pero al no escuchar ninguna clase de respuesta de su parte pensó que se había quedado dormida.

- Lamento aburrirte con mi historia. *Saliendo de la regadera*

- *Llorando* Tú has amado a esa chica por cinco años... ¡Que historia tan bonita y triste!

- Yo no siento amor por ella es admiración... ¡Un minuto! ¿¡Estas llorando!?

- ¡Es lo mismo! Yo no tenía idea, de verdad lo lamento... lo lamento mucho.

- ¿Qué te pasa? Ya no entendí nada...

- Es realmente sorprendente tu historia, toda una obra maestra, me gustaría saber más.

- Solo que ella me dijo que no nos volveríamos a ver, porque sentía que ella me mantenía atada al pasado.

- ¿Qué? ¿Cómo que te mantenía atado al pasado?

- *Suspirando* Como recordaras en la foto mi look era completamente diferente, era rebelde y no me gustaba estudiar, pero ella me conto la situación de su familia y era algo muy parecida a la de la mía, ella dijo que se quería esforzar mucho para ayudar en su casa, a lo que yo decidí hacer lo mismo y prometimos que nos esforzaríamos para ser alguien que sea necesitado por los demás.

- Eso es algo muy noble, aunque la verdad eres un ¡Tonto! Te esforzaste en la escuela para ser alguien necesario para los demás y sin embargo cuando Itsuki te pidió ayuda tú la rechazaste, la verdad es que aparte de tonto eres afortunado, ya que para lo orgullosa que es, el que ella te aceptara como su tutor después de eso, realmente eres un suertudo.

- Y hablando de orgullosas... ¿Segura que no te mordiste la lengua?

- Pero bueno, volviendo al tema original, ¡Vamos, anímate! Ya comprobamos que incluso para un chico amargado, sin tacto y molesto como tú, existe al menos una chica que es capaz de enamorarse de alguien como tú. *Volteando a donde estaba Fuutarou*

¿¡Por qué saliste de la regadera!? ¡Eres un exhibicionista!

- No sé si es tu comentario fue insulto o cumplido, pero ya no importa, ¡Vamos! No seas penosa, no es la primera vez que tenemos una conversación con uno de los dos semi desnudo.

- ¡Ay ya olvida eso! *Intentando huir del lugar y tumbando su bolso de donde saldría el cuestionario que hizo Fuutarou para ella*

- Vaya, veo que lo arreglaste y lo respondiste después de todo.

- Bueno, es que después de todo... tú lo hiciste para nosotras, considerando todos nuestros puntos débiles en los estudios, vi todo el esfuerzo que le has puesto a las tutorías y me hizo sentir un poco culpable, yo... yo de verdad lo siento, siento ser una completa tonta.

- No te preocupes, no te guardo rencor, pese a que intentaste drogarme el primer día, complicaste mi trabajo como su tutor y me electrocutaste hace unas horas, pese todo eso no te guardo rencor, sé que lo haces por qué quieres proteger a tus hermanas, aunque no entiendo de que... yo te lo dije antes, yo no estoy aquí para hacerles daño, solo fui contratado para ayudarles a estudiar, en un inicio ese era mi plan, solo ayudarles a que se gradúen y después de eso no volverlas a ver, pero el pasar tanto tiempo con ustedes fue haciendo que poco a poco mi forma de verlas fuera cambiando, incluso creo que y aunque este mal, la línea de tutor y alumnas lo dejamos atrás hace tiempo, pues las he empezado a ver como unas muy buenas amigas.

Paradoja de Amor/愛のパラドックスDonde viven las historias. Descúbrelo ahora