27.

672 68 0
                                    

Ya no había forma de correr, no podía seguir evitandolo.

¿Hyemin noona?

Su voz, que estos tres años había parecido tan lejana volvía a pronunciar mí nombre. Había causado millones de revoluciones en mí interior, de repente volvía a tener 17 años, con el corazón acelerado por el menor.

Levanté la vista para observarlo, fueron segundos que parecieron horas.

El lunar que no le gustaba seguía en su rostro, tenía la mandíbula más marcada y menos mejillas. El rojo intenso le quedaba muy bien a sus facciones. Sus ojos felinos habían vuelto a tomar su brillo característico, ese que no logré ver la última vez que nos encontramos.

Estaba realmente asustada de hablar, notaba como cada uno de mis compañeros se iban retirando pero nosotros parecíamos jugar una guerra de miradas en la cual ninguno de los dos estaba dispuesto a perder.

Jungwon probablemente no había sabido nada de mí en estos últimos años. Y yo, la única información que tenía es que era aprendiz en una empresa multimillonaria a nivel internacional junto con todos los chicos.

—Disculpe, ¿le comieron la lengua los ratones?—Dijo en un tono relajado.

Siento que me está evaluando cada segundo que pasa.

—No, lo siento. Hola Jungwon. — Fue lo primero que había salido por mis labios.

Hizo una mueca y miro hacia otro lado. —En serio es usted noona. Por dios, ¿Donde se había metido?

—Perdoname Jungwon. No es momento de preguntas, vamos a tener que hacer un trabajo, por favor estemos enfocados en eso, estoy atrasada y necesito tener buena nota en esta materia.

—Comienza de nuevo con lo mismo. Nunca quiere escucharme. Está bien, si quiere enfocarse en el maldito trabajo hagámoslo rápido. Mí dirección sigue siendo la misma, mañana estoy libre, el resto de días no. La espero, si no lo haremos por video llamada en mis descansos. Eso es todo. Adiós.—Agarro sus cosas y salió del aula.

No me dejó hablar en ningún momento, parecía un líder estricto.

Me preguntó si lo seguirá siendo.

Sentí mojadas mis mejillas, no sé en qué momento había comenzado a llorar.

¿Estaba equivocada? Luego de tantos años donde creía haber mejorado ¿seguía equivocándome?

Nunca logré hacerme cercana a nadie en el intercambio, estaba muy ocupada en la introspección que creía tener.

Pase años muy solitarios buscando como mejorar, culpandome por ser tan egoísta y avariciosa.

¿Nada había servido?

Ni siquiera puedo verlo a la cara.

LISTEN;  𝒚𝒂𝒏𝒈 𝒋𝒖𝒏𝒈𝒘𝒐𝒏.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora