-, Lionel Messi, un estudiante argentino, de 18 años. Un nene normal el cual es agradable y simpático, aunque algunas veces muy tímido. Por lo habitual es tranquilo y calmado, o al menos es lo que el concidera.
-, Por otro lugar, tenemos a Guillermo...
Ahora que Memo lo pensaba, recién había agarrado vergüenza. Prácticamente había tenido un sueño húmedo en el cuál, el protagonista era Lionel, con su torso desnudo, con aquella cintura definida y cierta delgadez. Con sus caballos lacios color chocolate desordenados y dejándose ber el rostro sin ninguna timidez, sin ninguna duda, fue el mejor sueño que pudo haber tenido.
Al pensar todo eso en microsegundos, supo que está era su oportunidad para juntar el cuerpo de aquel ser humano que amaba tanto con el suyo y de alguna manera hacer uno solo.
Mientras el beso se hacía más intenso así junto con el ambiente, Memo empezó a bajar sus manos de la cintura de Lionel hasta su parte más trasera agarrando la remera de Lionel ambas manos.
- ¿Uhm? -Lionel se separo un poco al sentir la piel de Memo chocar su espalda más baja-.
- ¿Puedo sacarte tu- -Antes de poder terminar, Lionel ya se la había quitado-.
- No tenes porque preguntar. -Confesó Lionel con una sonrisa leve-.
El alfa reaccionó con un beso, mientras acostaba al omega en el sillón quedando Memo arriba de Lionel está vez. Colocando amabas piernas del más bajo en su regazo. Ochoa viajó de los labios de Lionel hasta su cuello y así hasta su abdomen. Lionel por su parte, disfrutaba y se dejaba llevar, en algunos casos dejaba espacar algunos jadeos bajos.
En lo único que tenía un margen era en no hacer mucho ruido para así evitar despertar a las escandalosas chusmas.
Cuándo de repente sintió la lejanía del contrario y es ahí cuando se cruzó con la mirada confundida y hasta algo "celosa" de Memo, y se dio cuenta el culpable de tal actitud.
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