Narra Lucy:
La noche cayó finalmente en Los Ángeles, estuve prácticamente el día entero mirando por la ventana o leyendo artículos de Frank Ballad, leí muchos casos en los cuáles insultaba a las reporteras que le hacían las entrevistas en cualquier programa, encontré un patrón interesante, el chico reaccionaba así cuando le hablaban de su pasado, cuando le preguntaban acerca de su padre, en su biografía de internet tampoco salía nada del sujeto, sólo decía que era Calvin West, pero, no había ni siquiera una foto.
¿Qué habría sucedido entre esos dos? Era algo muy malo, por las reacciones tan fuertes que tenía Frank, pensaba que si no lograba aquél reportaje, moriría, tenía tantas preguntas para hacerle a ese chico tan misterioso.
Guardé todas mis cosas en la mochila, me dirigí a la oficina de mi gran amiga hacker, era una increíble chica, una experta con las computadoras, teléfonos, GPS, etcétera, su nombre era June Thompson, caminé lo más veloz posible, Selene y Rosemarie estuvieron todo el día acechándome y acosándome como dos locas.
HORAS ANTES:
—Algo debemos hacer, no nos pueden rechazar así como así, algo sucede, estoy más que segura, Rose... algo debemos hacer, por fis— rogaba Selene, si que era fastidiosa, no entendía como Rosie la aguantaba
—Lucy, por favor, haz todo lo posible por conseguir ese reportaje, de lo legal me encargo yo, así que, manos a la obra, sé que lograrás convencerlo, aunque te toque mostrarle las tetas— me ordenó
—Sí Lucy, haz eso, por favor, enseñale tus boobies— repitió Selene, quería darle una bofetada a cada una
—¡No le mostraré mis pechos a nadie! No sean ridículas— exclamé enojada
—No tienes que hacer eso, sólo fue un ejemplo, sólo esfuérzate como sólo tú sabes hacerlo, esto te lo dejo en tus manos, esto nos traerá mucho dinero— decía Rosie con emoción—. Ahora sí, Selene, ponte a trabajar y no te quiero ver fastidiando a Lucy.
Y así, estuvieron toda la tarde, hasta que les expliqué lo que haría para conseguir su dirección, me desesperaba, necesitaba hablarle de frente y decirle todas las verdades que tenía que escuchar de alguien por lo menos.
◇ ◇ ◇ ◇
—Hola June— la saludé en cuanto ingresé a su oficina, obviamente esta era mejor que la mía, era tan independiente, tenía computadores por todos lados, al igual que sus demás compañeros, ellos se encargaban de los programas que usábamos y muchas otras cosas que no podía recordar— ¿Lo lograste?
—Por supuesto, querida Dawson, nunca te atrevas a dudar de mí y de mi capacidad— respondió engreída, me entregó mi celular y un papel
—¿Esta es la dirección del imbécil de Frank Ballad?— inquirí con los ojos brillando
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También es humano
Teen FictionNos han enseñado toda la vida que no debemos juzgar a un libro por su portada y para poder dar una crítica verdadera lo mejor es aventurarse a leerlo, analizarlo, interpretarlo de la manera correcta, no a nuestra conveniencia, por supuesto. Pero, c...