Nos han enseñado toda la vida que no debemos juzgar a un libro por su portada y para poder dar una crítica verdadera lo mejor es aventurarse a leerlo, analizarlo, interpretarlo de la manera correcta, no a nuestra conveniencia, por supuesto.
Pero, c...
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⚠️ ADVERTENCIA: ⚠️ lenguaje ofensivo
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Narra Frank:
Al día siguiente.
Sábado, otra vez, los días pasaban con mucha rapidez, pero cada vez que amanecía me sentía tan feliz, tan agradecido por un día más. Observé a Lucy al lado mío, estaba profundamente dormida, acaricié sus mejillas con suavidad para despertarla, ya que no sabía que tendría que hacer aquél día, no le pregunté sobre nada referente al trabajo.
—Dios...— murmuró muy bajito, se veía muy cansada, le di un beso en la frente
—¿Tienes que trabajar hoy?— inquirí acariciando su cabello
—Sí, primero iré a casa de Julia a sacarle unas fotografías, luego a la revista a entregar el material— decía, mantenía sus ojos cerrados
—Entonces terminaste la entrevista de Julia en un sólo día, de verdad eres una escritora impresionante, soy tu fan número uno— afirmé burlón, ella también reía por mis palabras
—Soy impresionante, lo sé, pero también estoy loca porque quiero regresar a mis antiguas vacaciones, estoy tan agotada— se quejó como una niña
—No debiste cancelarlas entonces, sabía que te arrepentirías— seguí burlón—. Ve a cumplir tu deber, anda
—Déjame en paz, Franklin Murphy, quiero dormir— se acostó de lado, dándome la espalda
—Oye, no es mi culpa— la abracé por la cintura, percibiendo el aroma de su cabello
—Lo sé, estoy muy mal de la cabeza siempre, necesito descansar más, no sé porque me siento más agotada que nunca— comentó resoplando
—Te prepararé un buen desayuno, te lo traeré a la cama, eso es muy romántico, así que, espérame aquí, por favor— le pedí, me levanté rapidamente de la cama, entré primero al cuarto de baño para asearme
—Quiero un poco de pan, también tocino y jugo de arándanos; eso me haría muy feliz— sugirió, parecía una niña consentida, lavé mis dientes con rapidez—. O unas salchichas con ketchup y mostaza... no lo sé, lo que desees
—Haré lo que tú deseas, ya vuelvo, duerme unos minutos más— le indiqué sonriente
—Bien, te espero aquí— respondió cerrando sus ojos, salí de la habitación.
Entré a la cocina, Hope estaba recostado en una de las sillas del comedor, en cuanto me vio empezó a maullar exigiendo su desayuno.
Le puse un poco se su comida húmeda, algo alejado de la cocina para no tropezarlo mientras preparaba el desayuno especial para mi amada Lucy. Revisé el refrigerador, tenía muchas cosas aún, saqué tocino, huevos y algunas salchichas.
