Narra Lucy:
Entré a mi departamento, dejé todas mis cosas en la sala, las mismas cosas que necesitaría para aquél viernes, sólo acomodé las cámaras y las luces en su lugar. Primero tomé un corto baño porque ya era tarde, Rosemarie no paraba de regañarme, también intentaba averiguar la razón de mi impuntualidad, obviamente no podía contarle que estaba durmiendo con Frank Ballad, eso me haría perder credibilidad en el artículo, por ello debía mantenerme profesional en todo momento.
Comí algunas galletas de trigo que encontré también en mi alacena, tenía muchas de esas y de avena; las galletas de avena de Isabella no se comparaban con nada, eso era seguro. Salí nuevamente de mi edificio, había estacionado el auto afuera porque no planeaba tardarme mucho, revisaba mi blog siempre que me detenía en un semáforo, para no dejarlo abandonado, había estado publicando poemas, también algunos juegos de preguntas y respuestas.
◇ ◇ ◇ ◇
Al llegar a la revista, ingresé a mi oficina, que era un cubículo muy bien organizado, este no era tan pequeño, era amplio, tenía todo lo que necesitaba, yo estaba en el centro, entre Sullivan y Cinthya. Continué redactando el reportaje, básicamente no me faltaba nada, sólo terminar de digitalizar la entrevista con Isabella, en eso me puse a recordar esta misma, todo lo que ella me reveló, fue lo mismo que dijo Frank, sólo que él me contó con más detalles, también me contó algunas cosas de las cuales su madre no estaba enterada.
"—Frank, mi niño, sufrió tanto con su padre... ni siquiera puedo llamarlo padre, es una mierda, mi pequeño la pasó tan mal como no tienes idea, ni yo misma tenía idea de lo que Franklin estaba viviendo con él mientras yo no estaba, porque tenía dos empleos, en uno trabajaba desde las seis de la mañana hasta la una de la tarde, tenía que limpiar casas, en el segundo trabajo entraba a las dos de la tarde y salía a las once de la noche, en ocasiones a la una de la madrugada, era un restaurante bar, muy concurrido, en cambio, Calvin lo hacía en una construcción, no era fijo, había días en los que duraba una jornada completa, otros días media jornada y otros días en los que no lo necesitaban para nada... él siempre se descargaba con mi Frank, lo lastimó tanto que dejó graves traumas en él, tanto físicos como psicológicos, el año pasado que volvió a nuestras vidas, fue que pude darme cuenta lo fuertes que fueron esos traumas vi a mi hijo desmoronarse con tan sólo un saludo por parte de Calvin"
Aquello era lo que no salía de mi cabeza, fue lo que más me invadió, hasta escalofríos me dio, realmente fue una conversación muy profunda que había tenido con Isabella, me contó tantas cosas íntimas de sus vivencias, sus padres eran muy tiernos, le advirtieron tantas veces que con Calvin no tendría felicidad nunca, a simple vista se veía que era un patán, ella no quiso escucharlos, estaba muy enamorada; en la primera paliza que este hombre le propinó su padre lo enfrentó, sólo que le dio un infarto y no lo soportó. Su madre vivió unos años más, inclusive vio como su amado nieto escaló a la fama, aunque ella no le hablaba a su hija, ya que ella continuó con su esposo después que casi la mata a golpes, así es la triste realidad, hay tantas mujeres cegadas por el amor o el miedo, piensan que cada golpe es con amor o algunas guardan la esperanza que será la última paliza.
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También es humano
Genç KurguNos han enseñado toda la vida que no debemos juzgar a un libro por su portada y para poder dar una crítica verdadera lo mejor es aventurarse a leerlo, analizarlo, interpretarlo de la manera correcta, no a nuestra conveniencia, por supuesto. Pero, c...