39: Hermosa labor

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Narra Frank:

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Narra Frank:

Aunque la reacción de Lucy fue positiva, pude verla pensativa el resto del día, trataba de abrazarla con todas mis fuerzas para que no se sintiera mal por nuestra conversación, trataba de que se sintiera cómoda junto a mí.

Cuando acabamos de desayunar, nos dirigimos en su auto hacia la fundación, yo le indicaba detalladamente a donde dirigirse, había visitado el lugar hace mucho, ya quería volver a ver a mis amigos, a los animales que seguían refugiándose allí, también conocer quiénes habían encontrado un gran hogar en ese lapso de tiempo.

En cuanto llegamos al lugar, notamos que había mucha gente afuera, también habían algunas jaulas con distintas mascotas de distintas edades. Había conejos, perros, gatos, hámsters, también algunos loros, las personas se acercaban a cada jaula observando fijo a cada ser, viendo de cuál podrían enamorarse.

—Parece que están en jornada de adopción hoy— me coloqué el cubrebocas negro, Lucy miraba donde estacionar el auto

—Hay mucha gente, es algo positivo para este lugar— afirmó sonriente

—Así es, aunque nunca me ha gustado usar mi imagen para que las personas se los lleven a todos, tiene que nacer de sus corazones llevarse a un animalito, inclusive les digo a los encargados que no revelen a quién pertenece este lugar— explicaba, ella logró acomodarse en un pequeño espacio

—Cuando estés listo para salir— apagó el motor, se recostó en el asiento

—Gracias Lu— revolví su cabello, también me recosté en el asiento, mirando todo lo que sucedía afuera

—Me dijiste que varios de tus amigos de la universidad se encuentran aquí— comentó, seguramente no quería permanecer en silencio para no pensar

—Sólo tres amigos, fueron muy buenos conmigo, no estaban por la fama, ellos me enseñaron a ser más normal en aquella época de universidad, todos teníamos este proyecto en común, así que, decidí levantarlo y mantenerlo con mi fortuna— sonrió con picardía—. Tengo el trabajo más sencillo, por mi disponibilidad no puedo salir con ellos a rescatar a los animalitos, a veces no puedo venir cuando alguno está tan enfermo que muere, es muy triste

—Me pongo en tus zapatos y quiero llorar por muchos años— dijo pensativa, tomé su mano con suavidad

—Quiero hacerlo, pero, ahora te tengo a ti y puedo con todo— murmuré mirando sus hermosos mares llenos de brillo, ella se soltó el cinturón de seguridad, colocó el freno de mano y se subió sobre mis piernas

—Jamás pensé estar así por alguien, Frankye— acariciaba mis mejillas con suavidad, su toque me brindaba refugio en ese instante

—Ni yo, jamás creí que me enamoraría de alguien de esta manera... que siento que no puedo respirar cuando te vas— la tomé por la cintura

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