Aquella Noche 😈

VIII...Caer en tu propio juego?...VIII

CAPÍTULO 8...

...

~LUCERO~

Después de una noche algo complicada de pensar en que haría. 4:30 de la mañana Antonio me tumbó la puerta del cuarto casi literalmente

—Antonio si la puerta existe es para tocarla no intentar derribarla —me siento en la cama con pesadez— Si me vas a preguntar sobre lo que escuchaste mejor vete a la ching...

— Adoni regresa hoy —lo miro con sorpresa— Reacciona o has algo no se. Te estoy diciendo que tu sobrino vuelve

—Me estas haciendo una broma no? Hace menos de una semana la estúpida de tu ex te negaba que vieras a tu hijo ni estando en Estados Unidos

Me levanto de la cama aún sin creer eso que el me está diciendo. Ayer en la noche me lo diría pero por obvias razones no pudo hacerlo. Después de contarme me voy a arreglar iría con mi hermano a buscarlo en el aeropuerto. Se que ya había decidido ver a Manuel Mijares cuanto antes pero la felicidad de mi familia esta primero que cualquier cosa

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Luego de esperar un tiempo una azafata se acerca con un chico de 6 años y medio con un buen tamaño y una cara de no querer estar en donde estaba.

—Adoni hijo!!!

Antonio lo abraza y tengo que reír al ver la mueca de incomodidad de ese niño con tan fuerte abrazo que su padre le dedicó

—Ya papá te extrañé también. Pero desapareceme de aquí ya! No soporto a esta mujer que me viene controlando desde que salí de Estados Unidos

Volteo mi vista a la mujer y la miro con atención, ella se nota incómoda

—Ya puedes largarte. —ella me da la maleta y se va— Adoni Hogaza más te vale que te comportes sino, en un abrir y cerrar de ojos te devuelvo con tu madre

—Tía también te quiero —sonrío y me flexiono un poco esperando su fuerte abrazo y dejo un beso en su cabeza— Donde esta la abuela?

—Se ha quedado en la casa esperándote

—Quieres verla? —el chico asiente— Vámonos entonces tengo que ir luego a la empresa

Subimos al coche y Antonio decide conducir, yo iba a su lado, el chico detrás

—Enserio vas a trabjar hoy?

—Si claro tu no me das de comer.

—Ni porque regresa tu sobrino que de hace más de un año no ves, dejas de trabajar

—Eres mi sobrino no mi hijo —respondo tajante—

—Lucero ya basta —me recrimina con la mirada Antonio y yo pierdo mi vista en la calle—

Me pierdo en mis pensamientos, ya llevábamos minutos camino a la casa y mientras padre e hijo hablan yo no dejaba de pensar en lo que pudiera ocurrir hoy.

<Mijares ya habrá llegado a la empresa?>

—Te pasa algo? —siento la pequeña mano de mi sobrino en mi hombro y reacciono—