XXXIX...Irresponsables...XXXIX

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CAPÍTULO 39...
...

~LUCERO~

Concentrada en el camino todo obscuro Mijares detiene nuevamente el auto

—Que pasó ahora?

—Es que te miro las piernas desnudas y se me calienta la sangre —miro risueña a la carretera, sin darme cuenta lo andaba seduciendo por más de 30 minutos— Vaya piernas las que te cargas.

—Puedes dejar de morbosearme por un momento de tu vida y llevarme con el desgraciado de Mariano

—Sabes que hora es? —lo observo— 11:50 de la noche

No sólo llevábamos 30 minutos llevábamos más de una hora y media en este recorrido. Si, aguantó mucho para hablar

—A esta hora no vas a hacer nada. Mariano está soñando que anda en el paraíso y la mera verdad yo creo que lo deberíamos ilusionarse un poco más

—Que tácticas más pobres las tuyas para hacerme caer en tus redes

—Al menos se intenta —acaricia mi mejilla y le quito la mano de ahi— Que pasa nena

—No me digas nena —amenazo con un dedo y el levanta ambas manos— Y no. No pienso hacer nada contigo. Ya te contaminaste con la enfermerita esa

Vuelve a estallar Mijares en una risa burlona

—Aún no me creo que me estés celando

—Obviamente no te estoy cenando no te confundas.

—Si lo estás haciendo —se acerca a mi— Si no lo estuvieses haciendo no estarías así

—Así cómo? —me acerco a él—

—Venga ya Hogaza!!! Enserio nos vamos a portar como 2 adolecentes o como un matrimonio para poder coger en paz

—Tu coges en paz. Yo no —sonrío con superioridad y el se muerde el labio inferior— Te falta entender muchas cosas Mijares

—Bueno tómalo como nuevo trabajo. Una calle desolada, un coche, un hombre y una mujer. Vamos a enseñarnos un rato tu dices que me falta entender cosas y a ti también eso te lo firmo.

Lentamente ruedo por mis piernas las pequeñas bragas entregándoselas. Manuel sonríe eufórico y desabrocha su pantalón bajandolo un poco quedándose con el boxer puesto. Echo el asiento de el un poco hacia atrás y con cuidado me subo encima de él. Con mis manos en el respaldo de éste.

—Tus lados oscuros me están encantando —beso ligeramente su cuello y muerdo su barbilla—

—Ya lo sé —lo miro guiñando un ojo y lo beso con intensidad—

Comienzo a moverme encima de él y su cabeza se entierra en mi cuello dejando una moridida justo ahí

—Me estás volviendo loco —susurra y sonrío satisfecha—

—Aún no hemos hecho nada. —bajo de él y acaricio con mi mano su bulto del boxer ya notorio.

Quito su camisa y beso su pecho. Y bajo un poco su boxer liberando su gran falo aún mirándolo a los ojos, lo tomé entre mis manos y lo acaricio con suavidad provocando sus jadeos que eran el sonido más exquisito del mundo en estos momentos. Después de ver que en realidad estaba muy excitado vuelvo a pasarme encima de el. Por el movimiento nuestras intimidades tienen un roce y ambos jadeamos. Él ayuda levantando un poco el vestido del uniforme de enfermera y dejó que se introduzca poco a poco en mi interior

Comienzo a moverme de arriba a abajo con mis ojos cerrados. La sensación de estar llena completamente de él, era única. No paraba de moverme con sus manos en mis caderas. Por lo tanto Ambos gemiamos y jadeabamos a como nos estaba dando la gana. Aprisiono su labio inferior y lo muerdo, lo chupo, lo devoró y así comenzamos un beso lleno de pasión.

Aquella Noche 😈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora