Capitulo 18

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El día al fin había llegado, Normani se levantó a las cinco de la madrugada para levantarme a mi también, era tan madrugada que aún estaba muy oscuro y llegué hasta a dudar si ya era mañana o aún no, pero efectivamente ya era de día, era EL día. Me levanté, me bañe rápidamente, me puse algo normal y tomé mi maleta para salir milagrosamente a las seis en punto, me sentí toda una inglesa puntual.

¿Estás lista preciosa? -me preguntó Mani, usando ropa que jamás me imagine que usaría, usaba una playera blanca sin ningún estampado y unos shorts de color blanco también, parecía una modelo sacada de los anuncios de Tommy Hilfiger en la revista vogue, pero aún así, estaba segura que todo era de marca. Solo asentí con la cabeza sonriéndole un poco, me estaba muriendo de sueño y mi voz a estas horas era demasiado ronca, sentía que parecía un zombie aquí parado tratando de no morir, aunque de por si los zombies ya están más muertos que nada. Pero bueno, a esta hora no tenia coordinación alguna y ni mis pensamientos eran razonables, solo seguía como si fuera una borreguito a mi Normani, la cual mandó a un señor con nuestras maletas a fuera. Había un pequeño helicóptero en medio del jardín y que rápidamente identifique que era Samuel, ya que tenía su nombre en éste. nos subimos y salude a toda su familia. Después de saludar y hacer la que entendía y escuchaba perfectamente, me acomode en el hombro de Normani quedando profundamente dormida. No sé cuanto tiempo estuve así, pero besos en mi mejilla me despertaron de mi sueño, cuando abrí los ojos, vi una Normani sonriéndome con unos lentes oscuros, ya que el sol había cambiado completamente a uno mas brilloso y fuerte, ya estábamos en Cali. Rápidamente me acomode en mi lugar, viendo a mi cuñada con sus hijos sonreírme. Cerré un ojo y noté que Mariah no dejaba de verme, se acerco sentándose alado de mi y paso sus manos por mi cabello.


Eres muy bonita -dijo entre risas enseñando el gran espacio que tenía en donde se supone que deberían de estar sus dos dientes grandes, los cuales ya estaban a punto de salir. Le sonreí de vuelta y picando la punta de su nariz con mi dedo indice, negué la cabeza riendo ligeramente.


Uhm, tu eres la bonita aquí -noté como bajaba la cabeza un tanto avergonzada por mi comentario pero feliz por que podía ver una pequeña sonrisa en su cara y la abracé para transmitirle un poco de confianza. Virginia, la esposa de Samuel no dejaba de sonreír mientras nos veía y Normani igual, aunque no podía decir lo mismo de los hombres en este lugar, ya que en las regazo de su madre el pequeño Joshua solo estaba más dormido que yo hace rato y Samuel estaba entretenido de copiloto en su helicóptero


¿Serás mi nueva tía? -preguntó Mariah haciendo que Normani me abrazará por atrás y posará en mi hombro viendo a su pequeña sobrina, Mariah desvió la mirada hacía ella, aún esperando una respuesta.


Sí -asentí sonriendo, pensando que tal vez la relación que tenía con mi morena hermosa, creciera un poco y llegará a comprometernos de verdad, vivir en la misma habitación, dormir en la misma casa y por que no, incluso tener hijos por que vale, ¿No sería hermoso ver pequeños correr por toda la mansión con los rasgos de Normani? Por que vale, sería hermoso. La pequeña me abrazó nuevamente, tenía a dos Hamilton abrazándome calurosamente que vale, ya os sentía parte de la familia. En eso el teléfono de Normani sonó y se separó de nuestro abrazo familiar. Giré mientras Mariah se sentaba en mis piernas y la ví sonreír mientras veía su móvil.


¿Qué causa esa sonrisa cuñadita? -preguntó Virginia preguntando por mi- no quiero que estés engañando a Dinah que vale, te irá mal -alzó un ceja y la miré ya con otra idea en la cabeza un tanto preocupada, Mani negó con la cabeza y le pasó el teléfono.

Esclava de tus besosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora