Esclava de tus besos

CAPITULO X

Media hora había pasado después de haber recibido la noticia, Normani no duró ni quince minutos llorando y se puso más sería de lo normal, se levanto y prendío las luces entrando a su closet sin dirigirme alguna palabra o simplemente que hacer, yo estaba acostada en su cama envuelta en la sábana. Como a la hora, salió de traje negro con zapatillas y su cabello suelto, sus ojos se veían rojos e hinchados por llorar y me miró abriéndo la boca unos segundos, empezando a llorar nuevamente.

Tranquila Normani, todo va a estar bien -le susurré en el oído mientras la abrazaba y ella me abrazaba de una manera un poco fuerte, balbuseaba cosas sin sentido así que decidí calmarla con algunos besos en todo el rostro.

¿Puedes ir conmigo? -susurró después de un tiempo- toda mi familia irá y realmente no quiero que nadie me abrace, ni mis hermanos, distraeme lo más que puedas, por favor -dijo mirándome a los ojos y yo asentí varias veces haciendo que mi morena sonriera ligeramente y me conduciera al closet por vestimenta oscura. me puse mi ropa interior y un vestido negro normal que había encontrado en su closet, Mani sonrío al verme salir con su vestido y al menos algo peinada para ir con ella a ver que harían para el funeral de su padre- Creo que te vez mucho mejor que yo en ese vestido, luces preciosa- dijo tomando mi mano mientras checaba su teléfono con la otra mano a quien tenían que llamar, en fin, hoy iba a hacer mucho la pobre y me quería a su lado, cosa que voy a hacer. No dejaba de recibir mensajes que la hacían suspirar y contestar rápidamente, giraba los ojos de vez en cuando y finalmente lo apago dándomelo para entrar a su enorme cochera. Me quede como cinco minutos para ver que sacaba una camioneta negra, ¿Cuantos coches tendrá mi ama?- Sube Dinah -bajo el vidrio del copiloto para hablarme y entre en el auto poniéndome el cinturón y dejando el celular en la mesita de la camioneta. Todo estaba tan oscuro pues eran las seis de la mañana.

¿A dónde iremos primero? -pregunte mirando entre tantos edificios, gire a verla y ella estaba tan distraída en el camino que decidí ya no preguntar nada.
Unos cuantos minutos fueron suficientes para llegar a un gran edificio cubierto de ventanas de cristal sin anunció alguno, pero al llegar puedes notar el apellido "Hamilton" por todos lados. Ella entró como si nada sin soltarme la mano y todos los trabajadores que llegaban la miraban sin hacer gran revuelo, era obvio que aquí trabajaba, pues en los botones del elevador en los últimos pisos decía "Piso 44 Derek Hamilton"
"Piso 45 Normani Hamilton" y ella había elegido su piso. Mientras subíamos ella me miro unos segundos y sonrío débilmente, la tristeza estaba consumiéndola ya, bese su frente nuevamente pues ya me estaba preocupando.

Buenos días señorita Normani, sus hermanos ya la están esperando en su oficina -dijo una guapa secretaria que no dejaba de mirarme de los pies para arriba, tuve que alzar una ceja mientras le daba algunos papeles a mi ama para que dejara de barrerme- y aquí están listos los documentos de su padre y todo lo que me pidió -la asistente sonrío mientras Mani solo susurraba un "gracias Tina" asintiendo con la cabeza sin verla y solaba mi mano para leer los papeles.

Se que va a ser algo raro, pero vas a conocer a mis hermanos mayores -me dijo guardando los papeles en la carpeta- di que eres mi novia -beso mi mejilla mientras me susurraba en el oído, asentí tomando su mano nuevamente y entramos a la oficina.

¡Ahí estás mi pequeño corderito! -dijo uno de los tres grandes (y apuestos) hombres que estaban tomando licor enfrente de una (enorme) ventana provocando que los otros girarán hacia nosotros y sonrieran al unísono con Normani, ella me soltó dándome los papeles para empezar a correr hacia ellos y todos la abrazaron dejándola en medio, eran mucho más altos que ella.

¿Cómo estás pequeña? -dijo otro hermano sonriéndole- llegamos casi al mismo tiempo y fue un lío estacionar el helicóptero de Chris con el mío -dijo el que parecía ser el mayor.

Oh cállate Samuel, que no es nuestra culpa que papá pusiera un pequeño helipuerto -dijo el que supongo que era Chris haciendo que la cara de los cuatro millonarios guardaran silencio al mismo tiempo- no, no puedo creer que esto haya pasado y...

No quiero interrumpirlos, pero Normani nos debe una explicación de la guapa señorita que esta en la puerta observándonos -el tercer hermano dijo al darse cuenta de mi presencia, me sonroje un poco y Normani camino hacía mi con una gran sonrisa.

Hermanos, ella es mi novia Dinah Jane -dijo señalándome- Di, ellos son Samuel, Christian y Nicholai -los señaló a cada uno.

Mucho gusto, yo soy el hermano gemelo de Normani -dijo Nicholai, hasta nombres parecidos le pusieron, el tomo mi brazo dandole un beso recibiendo una mirada asesina de Mani.

Cholai, ¿Ya dejaste de coquetear con mi mujer? -dijo Normani enojada haciendo reír a los demás mientras ella me tomaba de la cintura.

Que humor te cargas, hermanita -dijo su hermano gemelo soltando mi mano- solo quiero ganarme a la cuñada, que tal si al fin los Hamilton están todos casados.

Basta Nicholai, no pongas nerviosa a nuestra cuñada que la acabamos de conocer -dijo Samuel abrazándolo de una manera tosca, después los tres estaban peleando entre si y jalaron a Normani con ellos, parecían un pequeño grupo de fútbol americano jugando entre ellos, la escena me pareció linda y una gran manera de distraer a mi Ama.

Dale chicos, basta -dijo Mani saliéndose de la pequeña pelea y tomo los papeles que yo sostenía- tenemos que arreglar esto firmando entre todos para el funeral y la herencia -dijo Mani caminando a su escritorio, tomando cuatro bolígrafos y abriendo la carpeta dejando cinco hojas por todo el escritorio.

¿Herencia? -preguntó el hermano de en medio y Mani asintió varias veces.

Lo de la casa de mamá y papá, más que nada sus autos -susurro Normani mientras todos leían con atención lo que firmaban, Mani me miro y extendió su mano llamándome hacia mi abrazándome y dándome unos cuantos besos en los labios dejándome totalmente sonrojada por las risas burlonas de sus hermanos- ignóralos, son unos idiotas celosos por que ellos tienen esposas feas -dijo ella haciéndome reír y carraspear a sus hermanos mientras terminaban de firmar.

Listo mi pequeña -dijo el mayor de los hermanos juntando las hojas de los demás- como siempre, eres la mas lista, con razón te consentía tanto papá -dijo con una sonrisa triste.

Si, es hora de irse a la funeraria -dijo Mani un poco triste- además aun no le avisamos a sus amigos y más -dijo caminando a la puerta conmigo y los demás. Durante el transcurso del elevador al estacionamiento, se la pasaron molestándose entre si, jamás había visto a Normani tan... tan poco seria.

Llegamos a la funeraria donde llegaron literalmente media sociedad millonaria de New York. Mani estaba sentada cerca de donde su padre era velado con lentes de sol mirando un punto fijo enfrente de ella, sus hermanos estaban a su lado mientras sus asistentes controlaban y atendían a la gente. Llegue al lado de Normani con un café y se lo di, ella me sonrió y musito un "gracias" que respondí rápidamente con una sonrisa.

¿Que no van a saludar a su madre? -llego una señora arreglada hasta en las pestañas se veía lo adinerada que era.

¡Mamá! -gritaron los hermanos de Mani abrazándola mientras Mani se quedo en mi lugar, apretando un poco el vaso de café.

¿No me vas a saludar Normani? -le pregunto a mi ama y volteo a verme, barriéndome completamente- y... ¿no me vas a presentar a tu amiguita? -puso cara de asco haciéndome fruncir el ceño y sobre todo, hizo encabronar a Normani- ¿Que dije? -la señora se hizo la que no sabia nada, el trío de hermanos solo se hicieron para atrás.

Oh vaya, si es la señora que me dio la vida y luego la espalda -dijo con una alegría sarcástica- jamás te saludaría, y para tu información, esta mujer preciosa que me acompaña -volteo a verme- es mi prometida y si te molesta te puedes ir con tus otros hijos perfectos -Punto para Mani ya todo dio en el blanco al defenderme diciendo que yo soy su... ¡¿Que?! ¡¿su PROMETIDA?!