Fin

3.3K 324 180
                                    

Los demás parecían estar por fin en paz en aquel lugar pero por alguna razón aquella visión le seguía inquietando.

Por las noches le costaba conciliar el sueño y los brazos de Enid ya no le hacían el mismo efecto, no podía encontrar la manera de calmar aquel temor.

Cada vez se sentía más cerca, como si algo estuviera acechando toda posibilidad de felicidad. Aquello la angustiaba enormemente ya que veía como su novia intentaba ayudarla como fuera.

Trataba de reprimirlo para que no interviniera en la calma de los demás pero Enid la conocía demasiado bien.

Deberías tomarte un descanso...- Escuchó la voz dulce de la rubia mientras daba pequeños pasos acercándose a Merlina.

Apenas comencé.- Respondió la pelinegra mientras quitaba su navaja del árbol.

Enid se acercó lo suficiente para quitarle el arma y dejarla caer al suelo, acarició levemente las heridas de las manos de Merlina.

Tus nudillos se romperán en cualquier momento.- Susurró la rubia para luego depositar un pequeño beso sobre las heridas de la gótica.

¿Y eso a que se debe?.- Preguntó algo avergonzada.

¿No puedo besar a mi novia?.- Enid le preguntaba mientras le rodeaba su cuello con sus brazos, Merlina enseguida la tomó de sus caderas para acercarla a su cuerpo.

Obvio que puedes...- Susurró la pelinegra esperando el ansiado beso.

Enid no tardó en cumplirle aquel deseo, tomó el rostro frío de Merlina entre sus manos para acercarla hasta sus labios. Cerró sus ojos entregándose a aquella sensación que seguía intacta desde el día uno.

La electricidad volvió a ellas, la magia de su amor las envolvió en una emoción indescriptible. Aquel beso sin duda sería recordado por Enid, ya que Merlina la besaba con tanta delicadeza que podía sentir su amor plasmado allí.

Sabes que siempre estaré junto a ti, ¿No?.- Preguntó la rubia luego de separarse de aquel beso, los ojos de Merlina inmediatamente se cristalizaron.- Y si nos llegáramos a separar en algún momento... buscaré  la forma de volver a ti.

¿Por qué me dices esto?.- La pelinegra de pronto sintió como un miedo la invadió.

Porque sé lo que piensa esa cabezota y quiero que estés tranquila respecto a eso.- Enid trató de calmarla.- Lo importante es que nos tenemos, justo ahora y debemos aprovechar el momento...

Las palabras de su novia le hicieron sentido en su cabeza, había desperdiciado algunos días al dejar que su preocupación nublara su juicio y la hiciera actuar de manera indebida.

Lo siento...- Susurró la pelinegra luego de un silencioso momento.

-No es algo del que debas disculparte, tus sentimientos son totalmente válidos...pero no dejes que te dominen al punto de aislarte y permitir que te carcoman por dentro.

Me tienes aquí.- Susurró la rubia buscando la mirada de su novia, Merlina parecía querer llorar.

No sé que hice para tenerte.- Respondió la gótica para luego depositar un tierno beso en la frente de Enid. Juró sentir como la rubia le ronroneaba.

Te vine a buscar porque tengo algo preparado para ti.- Comentó la rubia dejando con dudas a Merlina.- Asi que pensaba en ir a ducharnos juntas y luego te pones esa camisa negra que te queda tan hermosa...

La gótica se sonrojó al instante y no pudo negarse a aquel plan. Enid entrelazó sus manos para luego llevarla hasta el baño, tenía la tina con burbujas y habían pétalos de rosas por todos lados.

I wanna be yours • WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora