baby felix | 15

745 81 18
                                    

Un bebé y la abuela.

—¿Chicos es enserio, ninguno de los dos puede verlo?

—Perdón, Chris. Tengo turno en la mañana justo hoy y Changbin debe ir a ver el jardín del señor Oh.

—Ustedes son los peores, ¿Qué haremos con el bebé?

—¿Y si lo dejamos aquí? —Dijo el prlinaranja mientras tomaba un vaso de agua.

—¿Hablas enserio?

—Lo digo, enserio.

—¿Acaso no has visto que ese niño se puede matar incluso con una almohada?

—No exageres Chan, el niño solo es inquieto.

—Lo dices no has pasado las últimas semanas en casa, ¡Él es un demonio!

—Eres un exagerado Chris, es solo un bebé. Además tu eres el que decidió tenerlo en casa—. Bangchan miro mal a su compañero y le lanzó un bowl lleno de cereal, a la cara.

—Ouch, ¿Por qué eres tan agresivo? —Bangchan bufo.

—Bien, yo cuidaré del demonio. Pero si veo que ustedes quieren llevarlo a dormir con ustedes solo por qué es calientito y huele bien les romperé los brazos.

—¡Pero si huele muy bien!— Gritó Jisung. Bangchan lo ignoro tomando su piano y al bebé llevándolo en brazos, Felix solo abrió sus brazos dejándose hacer viendo a Bangchan caminar enojado y con su rostro molesto. Llevó su manita a la frente del pálido mientras seguían caminando

—¿Bacha enojado?— El pálido cambió su ceño fruncido y le dio una pequeña sonrisa.

—Algo así, pero no contigo. Solo con el par de idiotas— Felix miro al pálido, ¿Qué era idiotas? Siempre lo repetía por lo que con una sonrisa grito.

—¡Idiotas! —Bangchan se detuvo frente a una casa mirando al bebé. Las mamás que iban pasando por ahí miraron mal al par.

—No, no Felix. No es idiotas, es par de idiotas— El bebé lo miró y sonrió de nuevo.

—¡Par de idiotas!— Bangchan sonrió.

—Ese es mi bebé

Después del regaño casi mortal de Seungmin los tres habían buscado empleos sin dejar la guesthouse vacía, Changbin que amaba las flores (y no las destruía) estaba cuidando de algunos jardines cercanos, y por las tardes se la pasaba en la guesthouse. Jisung qué era enfermero, y Bangchan no entendía por qué escogió su profesión si era demasiado miedoso, trabajaba por las tardes, pero siempre le cambiaban los turnos. Y Bangchan consiguió trabajo en una casa hogar, llegaba a tocarles canciones infantiles a los pequeños, cualquiera que lo viera pensaría que el hombre era demasiado serio para los bebés.

Sin embargo, el amaba a los niños. Por mucho que no se notara.

Bangchan camino en la acera del lugar, la casa estaba sumamente maltratada por fuera. Y es que la dueña del lugar era una anciana que solo daba su tiempo a sus siete niños que cuidaba. Bangchan camino con cuidado llevando a Felix en sus brazos, toco la puerta con lentitud y una mujer canosa le abrió la puerta.

—Oh, Chanchan llegaste— La mujer le sonrió y Bangchan solo le dio una sonrisa forzada, le había puesto un sobrenombre demasiado ridículo. Felix observó a la mujer y luego a Bangchan.

—¡Chanchan! —Rio el bebé, Bangchan lo miro mal

—Ya no te daré esa galleta— Felix frunció su ceño arrugando su boca.

—¡Quién es esta hermosa criatura! —Gritó la mujer sonriéndole al bebé, Felix sonrió.

¿La abuela me dará galletas?

—Oh, el es Felix señora Jung. Es... —Antes de que el continuara lo interrumpieron.

—¡¿Es tu hijo?!

—No-

—Oh dios Chanchan, eres tan joven, demasiado

—Es...

—Entiendo, no pudiste evitarlo. Las ganas de penetrar a veces son más fuertes, lo entiendo querido.

—Pe...

—¿Donde esta la mamá?

—Ah...

—Debe estar lejos, te dejo con una hermosa criatura. Qué maldita sin sentimientos.

—Yo...

—No te preocupes yo también le daré amor, ahora dámelo qué quiero darle besos— Bangchan solo sonrió y no contestó más, acercó al bebé y este abrió sus brazos para qué la mujer le diera mimos.

Ella lo abrazó y colocó su cabecita en su cuello, el bebé solo sonrió al sentir el aroma de la mujer, le recordaba a alguien, pero su cabecita no lo pensó más y solo sonrió.

—Espero no sea un problema, Felix es muy travieso señora Jung— Ella negó mientras iban al patio donde normalmente Bangchan tocaba para los pequeños. Mientras se acercaban podían escuchar las risas de los demás niños.

—Ve con ellos Bangchan, yo iré por algunos bocadillos— El bebé se levantó para escuchar las risas de los demás.

—¿Iras con Bangchan o con la abuela? —Preguntó la mujer mirándolo.

—Abuela— Ella le sonrió plantandole un beso en la mejilla, él rio mientras vió a Bangchan desaparecer de su vista.

—Bien bebé, vamos a llevar jugos y galletas ¿Te parece bien?—Él asintió viendo a la mujer caminar tarareando canciones. El solo rio mientras ella pasaba un traste enorme de galletas. Los ojitos le brillaron al ver que eran sus favoritas.

—Galleta.

—¿Quieres una?— Él asintió con felicidad, tomó la galleta y le sonrió a la mujer.

—Eres tan tierno, vamos con los demás. Te divertirás

Salieron de la cocina, con Felix llevando unos jugos de cajita en sus brazos. Caminaron hasta salir a un bonito jardín trasero, donde varios niños estaban sentados en el suelo cantando, mientras Bangchan sonreía tocando el piano. Felix camino con curiosidad.

—Baby shark, doo, doo, doo— Felix miro a los niños y sonrió.

—Trajimos las bebidas, pequeños —Todos se giraron y corrieron para tomar un jugo riendo, Felix solo rio mientras se sentaba al lado de todos para cantar felizmente. Rio, jugó y terminó dormido en brazos de la vieja mujer.

—¿Se quedó dormido?

—Si, hoy al parecer si se le acabo la bateria— Bangchan rió.

—¿Oye Chanchan?

—¿Si?— Preguntó mientras tomaba al bebé en sus brazos.

—Se que el bebé no es tuyo. Pero me sorprendió, tú realmente eres su papá.

—¿Qué? No... yo...

—Se lo que te digo. No lo notaste, y no lo harás aunque te lo diga. Ese bebé te llego como un pequeño regalo, no lo desperdicies.

Bangchan no contestó, se retiró diciendo que volvería la siguiente semana con el bebé. Y todos se despidieron del par entre sonrisas y gritos de los más pequeños.

La mujer vio que se alejaron, y ella tenía razón. La experiencia habla, vio como Bangchan le sonreía al bebé mientras este jugaba, la manera en que lo cuidaba, la manera en que se preocupo las dos veces qué cayó. El rostro del bebé al mirar al chico, esos dos eran tan parecidos que sería raro quien no los viera como padre a hijo.

Por desgracia las personas tienen que perderlo todo para saber lo que tienen.

Baby Felix | Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora