Esta es la historia de un pequeño con muchas ganas de tratar de experimentar, crecer y jugar.
Lo único malo es que ninguno de los que lo cuidan le tienen paciencia alguna.
Bangchan, Changbin y Jisung en definitiva están perdidos por tratar de mant...
"En las últimas noticias, la desaparición del pequeño Felix de tan solo cuatro años y Lily de diez años tiene conmocionado a toda Corea, en una visita al médico el pequeño fue dejado en el área de juegos del hospital por su padre, el pequeño jugaba con una niña de aproximadamente diez años. Ambos niños jugaban con tranquilidad cuando en las cámaras aparece una mujer a quien se le denomina persona A, ataca a la niñera en turno haciéndole un corte en la garganta y matándola al intante. La atacante corre hacia ambos niños, quienes en un acto de escapar salen por los ventanales del hospital, desgracidamente ambos niños son atrapados y llevados en una caminoneta roja, que se encontró a las afueras de Seúl donde posiblemete la sospechosa cambió de vehiculo. Han pasado más de cuatro días y las autoridades mencionan hacer su mejor esfuerzo puesto que la sospechosa no tiene antecedentes criminales hace el trabajo mas díficil."
"Cualquier información sobre el paredero pueden llamar a los número..."
Bangchan giró dejándole de prestar atención a los medios y noticias de la enorme tv. Caminó sin saber a donde se dirigía.
¿De que servía?
Su celular vibró una vez más en horas. Estaba cansado, intentó ayudar y buscar con su cuenta a su pequeño pero la policía siempre se metía y lo alejaba de cualquier pista. Las estrellas en el cielo parecían opacas, la luna no brillaba puesto que las nubes cubrieron su brillo natural.
Se sentó en la banca de un parque, mientras miraba las llamadas y todos los mensajes.
"¿Donde estas Chris?"
"¿Oppa estas bien?"
"Chan, necesitamos que estes aquí, lo encontraremos"
"Hyung, sabes que estamos contigo, no estas solo. Por favor al menos dinos que estas bien"
Bangchan maldijo y bloqueó el teléfono. Las lagrimas bajaban haciéndole sentir más que miserable, la vida lo odiaba, cuando más parecía sentirse feliz se lo arrebataban. ¿Desde cuando ese pequeño se había vuelto el centro de su vida?
¿Por que no parecía haber respuestas?
¿Dónde estaba?
Bangchan, soltó un sollozo. Las gotas saladas se deslizaban lentamente por su rostro, sentía un nudo en la garganta, quería maldecir, gritar, o golpear algo, sin embargo no tenía fuerzas, las lagrimas no paraban y el nudo en su garganta le impedia gritar.
Una vibración más hizo eco en el silencio.
Bangchan miró su teléfono y lo desbloqueo.
"Si vuelves a encerrarte como hace años no te lo perdonaré, ese pequeño, es tu hijo y no le sirves de nada culpándote y viéndote miserable, si todavía no lo encuentras entra al link. ¡Por que maldición Chris, más te vale levantar tu trasero o ire por ti!
Bangchan, abrió el link sintiendo las lagrimas bajar mucho más rápido que antes.
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