Baby Felix | Stray Kids

baby felix | 05

❝ Un bebé travieso. ❞

—¿Quién madres dijo que cuidar a un bebé era fácil? ¡Mocoso ven aquí! —Gruñó Bangchan viendo al bebé correr solo con su camisa azul mostrando sus nalguitas por la sala. Changbin reía mientras se rascaba la panza acostado en uno de los enormes sillones, Jisung mientras tanto estaba haciendo el desayuno para los tres. Y un poco de leche que habían encontrado en la bolsa para el bebé. Felix solo reía mientras estaba escapando del ogro de Bacha, quién intentaba ponerle un pañal nuevo.

Pero él ya no quería usar esa cosa fea blanca porque picaba.

—Yo nunca dije nada —Changbin sonrió al ver que Bangchan se quedaba quieto mirándolo con el pañal en la mano.

—¿Qué pasa?

—¿Qué estas haciendo?

—¿Yo descansando y tú?

— ...

—...

—No me vengas con mamadas ¿Por qué demonios estás viendo un puto drama justo ahora?

—Hey, este dorama es genial. Seungmin me dijo que lo viera. Y no digas malas palabras que tenemos un hijo.

—¡No tenemos un hijo y si lo tuviéramos serias un mal padre! Además, estas viendo que intentó atrapar al mocoso ¿Y tú estás rascándote la maldita panza?

—¡Deja mis lonjitas en paz!

—¡Ya cásense! —Gritó Jisung desde la cocina.

—¡Tú cállate Han! —Gritó Bangchan.

—Creo que estas en tus días cariño —El mencionado se giró para mirar a Changbin.

—Si Seo, estoy en mis días ¡En esos en los que quiero partirle la cara a todos los que se me aparezcan en frente!

—Oh, bájale amigo. Ya no hay nada más que hacer, así que aproveche.

—Eres un inútil. Al menos Jisung esta ayudándome co-

—¡Quema!

—¡Qué demonios! —Ambos chicos corrieron encontrando a Jisung todo sucio con un gran tiradero en la cocina.

—¿Qué paso?

—Bueno, es que quería cocinar pero me quemé.

—Jisung solo ibas a hacer panes con mermelada y leche. ¿Cómo demonios terminaste con huevos en toda tu ropa?.

—Bueno, una cosa paso a la otra y termine así.

—No sé que pensar de ustedes. Mejor busco a ese mocoso desnudo.

Felix escuchó el grito de Jisung y se acercó a la cocina observando la comida debajo de la mesa. Habían unos panes, caminó y se sentó sin importarle que Bangchan había hecho el intento de bañarlo, ensuciándose de nuevo. Mordisqueo con sus dos pequeños dientitos disfrutando del pan. Sus piernas, sus manos y hasta su cabello ya estaba lleno de mermelada y huevos.

—¿Mocoso?

—¿No son ni las once y ya lo perdiste Bangchan? —El pelinegro se giró para ver a su amigo. No le contesto solo golpeo la pared con mucha fuerza.

—Si te tocaras ese corazón negro que cargas, intentarías ayudarme a buscarlo —Bangchan rodó los ojos, aún llamando a Felix que estaba comiendo debajo de la mesa.

—Te encanta hacerlo enojar —Dijo Jisung con una sonrisa.

—Si me toca un solo pelo, tengo quien me defienda —Río Changbin.

—A mi me parece que estás tentando a la suerte, en algún momento tendrás un buen golpe en la cara —Dijo Jisung con una sonrisa, empezando a limpiar la mesa. No noto al pequeño que ya había bajado el cono de huevos y con una sonrisa le parecía gracioso abrir los huevos con un golpe en el piso, manchando todo su cuerpo. A su lado estaba el bote de leche en polvo, sabia muy rico por lo que metía su mano y sacaba la leche para comerla metiéndola en su boquita.

Changbin mientras tanto pensaba como llamar a un bebé de tres años para sacarlo de su escondite. Sonrío al recordar el paquete de galletas. Corrió hacia ellas y tomó una como si fuera alguna clase de tesoro.

—Feliiiix —Dijo con un tono meloso, el pequeño escucho su nombre y se asomo en el borde de la mesa. Changbin tenía una galleta de chispas de chocolate enorme, los ojitos del bebé brillaron con curiosidad. Quería esa galleta.

—Tengo una galleta bebé —El pequeño se sostuvo con sus dos manitas y se levantó yendo hacia el chico. Quién al verlo puso una expresión de horror, el pequeño parecía haber sido horneado como una verdadera galleta.

—¡¿Que rayos te paso?! —Gritó Changbin exaltado. Corrió para ver de donde salio, viendo el cono de huevos completamente roto, el bote de leche revuelto con ellos y migajas de pan regadas en el suelo.

Bangchan quien escuchó el grito bajó, pero al ver el desastre se regresó por donde venía.

—¡Maldito mocoso ya te había bañado!