Baby Felix | Stray Kids

baby felix | 12

❝ Un bebé en seco. ❞

Changbin había salido para tomar una llamada que parecía importante, Felix y Bangchan mientras tanto estaban en la cocina para desayunar. Dos semanas habían pasado y se acoplaron a vivir con un bebé entre ellos. Bueno en especifico Bangchan quien se encargaba de bañarlo, cuidarlo y cambiarlo.

Bueno, Bangchan se acostumbró al bebé. Los otros dos solo ayudaban cuando el pálido se los pedia.

—¿Qué quieres comer Felix? —El bebé le sonrió de manera tierna y se acomodo doblando sus piernitas en la silla para alcanzar la mesa.

—¡Galletas! —Bangchan rodó los ojos.

—No, Felix no podemos desayunar galletas— La respuesta no le agrado al pequeño y se cruzó de brazos e hizo un piquito de pato mostrando lo infeliz que estaba.

—Oh, vamos. ¿Ya te enojaste? —El bebé no contestó y Bangchan se acercó a la mesa con un plato de cereal de colores con manchas simulando dinosaurios.

—¿No quieres cereal?— El bebé negó con su piquito de pato.

—Galletas, Felis, galletas— Bangchan suspiro dejando el plato de cereal con leche frente a él.

—¿No quiere comer? —Preguntó Jisung que venía con una toalla en la cintura, mostrando su torso. Bangchan lo miro recargándose en el refrigerador.

—Este niño tiene un serio problema con las galletas. ¿Necesitaremos un psicólogo si sigue asi?

—No lo sé, tal vez solo le parecen atractivas las de su especie— Jisung río escandalosamente mientras Bangchan lo miraba mal.

—¿Entendiste?— Volvió a reír con ambos pelinegros mirándolo mal.

—Jisung, tu tambien necesitas un psicólogo— Jisung dejo de reír y miro mal a su amigo quién tenía una sonrisa. Iban a comenzar su pelea tonta cuando escucharon un grito.

—¡Tenemos un problema, treinta y tres doce, tenemos un treinta y tres doce!—Gritó Changbin qué venía corriendo rápido desde el patio.

—¿Qué rayos es un treinta y tres doce?

—¡Mike Wasouski! —Gritó Felix con una sonrisa, el chico entró con el rostro pálido y respirando pesadamente. Los otros dos lo ignoraron ya sabían lo dramático que era.

—¿Qué pasa Changbin? —Preguntó Jisung quitándose la toalla del cabello.

—Tenemos un problema...

—¿Y cual es?— Bangchan tomó la cuchara llena de cereal y se la dió con fuerza a Felix mientras estaba distraído mirando al pelinegro.

—¡Tenemos un maldito problema!

—¡Pues dilo joder!— Gritó Bangchan sacando un poco de agua para beber. Felix mientras tanto masticaba moviendo sus piecitos de arriba hacia abajo

—¡Minnie viene a vernos en menos de una hora! —Los dos que desde temprano en la mañana habían estado callados se quedaron quietos de golpe.

—¿Quéeee? —Gritaron ambos al unisono.

—¡Ya nos llevo la verga! —Gritó Bangchan tomando a Felix y corriendo a su cuarto.

—Ya nos llevo la verga por dos— Gritó Jisung corriendo a su cuarto

—Valimos verga por tres— Dijo Changbin sentándose a comer el cereal del bebé.

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Seungmin era... ¿Especial?

En una sola palabra no resumiría todo lo que el pelinegro era para ellos, amigo, hermano, pero de una cosa estaban seguros los tres y era que si Seungmin veía a un bebé en la casa con ellos tres cuidándolo dará el grito en el cielo, los mataría y los tiraría por un barranco por irresponsables.

Los tres estaban en el cuarto con la puerta cerrada sentados en el suelo viendo jugar a Felix, el bebé sonreía con su juguete de baymax ignorando los rostros de terror en los adultos.

—¿Si lo ve que creen que diga?— Jisung puso su mano en su rostro.

—Nos maldecirá, dirá "Que lindo bebé" y despues nos matará— Los tres sintieron un cosquilleo en la espalda. Y maldijeron. Era aterrador.

—Changbin es tu novio puedes hacer que no nos mate— Dijo Bangchan.

—No porque sea mi novio quiere decir que lo controle— El pálido rodó los ojos.

—Justo cuando tenía esperanza en que sirvieras de algo en mi vida, vas y la cagas— Changbin se hizo el sorprendido y se tocó el corazon.

—Espera.

—¿Qué, se te ocurrio algo?— Preguntó Jisung acercándose.

—No, estoy tocado Bangchan dijo que tenía esperanza en mi— Los amigos rodaron los ojos y empezaron a crear un plan para esconder al bebé o huir del país.

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Los tres estaban cómodamente sentados la sala, con sonrisas falsas adornando sus rostros. Había comida, platillos sencillos e incluso algunas botanas. La puerta sonó y entró Seungmin sonriendo con sus maletas a su lado.

—¡Ya llegué babosos!— Los tres dieron un grito y corrieron a abrazar a su amigo con más amor del necesario. Seungmin frunció el ceño pero acepto los abrazos pues amaba al trío de idiotas como él les decía.

—¡Te extrañamos!— Dijo Jisung con una sonrisa

—Oww, yo tambien los extrañe. ¿Espera eso es comida? ¿Desde cuando ustedes preparan comida para... Mi?— Los tres se miraron y le sonrieron.

—¡Queríamos darte una sorpresa!— Changbin extendió las manos haciendo énfasis a su frase.

—Normalmente ustedes prefieren que yo llegue a casa para cocinarles. Esto... En definitiva no es normal— Seungmin se cruzó de brazos y los tres se pusieron nerviosos

—¿Qué carajo hicieron?

—Simplemente, me senti tan mal de hacerte cocinar mas cuando ya lo haces demasiado. Es una sorpresa Seungmin, joder. ¿Acaso quieres que ruegue para que comas?— Bangchan dramatizó

—Oh, ya. Esta bien perdón, es una agradable bienvenida— Seungmin sonrió y los tres se calmaron un poco. El pelinegro solo estaría unas horas en la ciudad por trabajo y regresaría a Japón por otros cinco meses más. Pusieron música y empezaron a hablar, después de una hora la cerveza había llegado a la mesa.

Ninguno se dio cuenta cuando Seungmin se levantó.

—Iré al baño— Los tres le sonrieron más borrachos que despiertos. Seungmin subió al segundo piso y entro al baño, al salir se quitó el suéter que traía puesto y fue a la lavandería. Abrió la lavadora y dentro había un bebé con cinta en su boca, un teléfono con una película y una chamarra sirviendole como cama. El bebé le sonrio y abrio sus manitas.

—¡Seo Changbin, Bang Christopher, Han Jisung! ¿Qué carajo hace este bebé aquí?