baby felix | 11

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Un bebé asustado.

Después del susto que se llevaron cuando Changbin regresó a casa, se calmaron al estar en la sala, pronto el clima cambió y empezó a llover bastante fuerte. Por lo que se quedaron en casa el resto de la tarde hasta que anocheció.

Los tres estaban viendo la televisión con una cara malhumorada, estaban demasiado aburridos y todo por una sencilla razón que era de un color rojo brillante: Iron man.

Felix se había pasado todo el maldito día viendo la película. Los tres que no tenían nada que hacer la estuvieron viendo junto a él. Bangchan quien estaba al lado de Felix noto que el pequeño estaba cabeceando cerrando sus ojitos y yendo hacia el frente. Los tres se miraron y sonrieron por fin podrían cambiar la televisión.

Tomo su cabecita y la colocó en sus piernas haciéndolo dormir más rápido dándole golpecitos suaves en la espalda. Está sería una escena tierna, si no fuera por qué el pálido estuviera pensando con una sonrisa.

Duérmete niño duérmete ya, si no lo haces... Te tiraré de la ventana del segundo piso.

¿Cuántas veces la hemos visto? —Preguntó Changbin, quién incluso se había dormido un rato.

—¿Cinco?

—¿No han sido seis?— Preguntó el pálido.

—No lo sé— Dijo el pelinaranja quien traía una mantita para que el bebé no sintiera frío. —Lo único que sé es que ya me sé la mitad de los diálogos de esa maldita película—. En unos minutos más Bangchan tomó el control pues el bebé se había dormido plácidamente en su pierna. Le bajó el volumen a la televisión y todos mantuvieron la respiración cuando se movió temiendo que despertara y quisiera tener un maratón completo de Iron Man.

Felix solo se acomodó más haciéndose bolita, y los tres expulsaron el aire que habían retenido, sonrieron cómplices al ver que el bebé dormiría por un buen rato. Jisung ya sin miedo tomó al bebé y lo llevó a la habitación de Bangchan que era la más cercana a ellos, ahí el bebe estaría cómodo y descansaría mejor.

Al regresar Changbin y Bangchan estaban decidiendo por una nueva película en Netflix. Los ignoro yendo a tomar una soda de la cocina. Cuando regresó con su soda en la mano, estos ya estaban acomodados en los sillones dejándole un espacio en medio de ellos. Abrió los ojos y giró yendo a su habitación pues sabía lo que tramaban ese par de tontos.

¿A dónde vas gallina?— Habló Changbin dando una sonrisa.

Ya saben que odio las películas de terror, y aún así no les importa molestarme con ello. Yo no veré nada con ustedes dos, después solo me asustan.

—Oh, vamos Jisungnnie. No da miedo.

—¿Qué película es?

—Se llama la noche del demonio.

—Váyanse a la verga... No, mejor mueranse y no revivan que los zombies dan miedo Contestó el pelinaranja. Bangchan lo observó y le dio una mirada de decepción.

—No seas miedoso Han, la película no da miedo. Lo juramos.

—¿Lo juran?— Los dos se miraron y sin que Jisung se diera cuenta sonrieron.

—Lo juramos.

Cuando la película empezó todo estaba en silencio, las luces pagadas, viento y una ligera llovizna que lo hacían tener un ambiente más tétrico. Jisung estaba sentado abrazando sus piernas, él odiaba en verdad esas películas, pero como buen masoquista que era, las veía.

—La película no está tan mal, es muy buena ya verás Jisung— Dijo Bangchan mientras los dos cómplices sonreían para divertirse un rato con el pelinaranja.

—Bien —Habían pasado solo veintiséis segundos y Jisung ya había dado saltitos del susto. Confiaba ciegamente en aquellos traidores quienes se acomodaron esperando el momento adecuado. La mayoría de la película no daba miedo, la historia era tranquila y no habían tantos screamers como el pelinegro había pensado. Estaba realmente cómodo cuando las luces se apagaron en cuanto apareció el rostro rojo del demonio rojo de la película.

—¡Ahhhhh!— Gritó el pelinaranja tapando sus ojos. La imagen seguía en su cabeza y escucho el pequeño pitido de la televisión apagándose. Apretó sus ojos, siendo ignorante de los sustos que pensaban hacerle sus... Idiotas amigos.

Su corazón se calmó un poco y se removió intentando tocar el suelo. Unas manos lo tomaron de los pies y lo jalaron al piso.

—¡Ahhhhhh!— Jisung sintió su garganta muy irritada de tanto gritar, se levantó con la esperanza de encontrar el interruptor que estaba en una de las columnas de la casa.

Felix dió un salto al escuchar un grito. Se levantó moviendo sus manitas hacia su cara y tratando de quitarse el sueño de encima. No veía absolutamente nada por que todo estaba obscuro, Bangchan había pedido que sellaran las ventanas de su habitación por lo que la luz de las calles no llegaba a el enorme cuarto.

Felix volvió a saltar del susto cuando escucho otro grito, se asustó tanto que pequeñas lágrimas amenazaron con salir de sus ojos azabaches. Miró con miedo a su derecha que era de donde venían los gritos.

—¡Ahhhhhhh! —Bangchan riéndose como loco encendió las luces, asustar al pelinaranja siempre era demasiado divertido y es que ellos tenían que molestarlo una sola vez y el otro haría el trabajo solo. Como ahora quién Jisung gritaba por haber pensado que la mantita azul del bebé era un demonio.

—¡Ustedes son unos desgraciados!— Bangchan sonrió mientras que Changbin miraba al pelinaranaja quejarse, limpiarse las lágrimas del susto y correr a su habitación.

—¿Esta vez nos pasamos? —Preguntó Changbin. Bangchan negó con un movimiento de cabeza

—No, aún no supera cuando lo abandonamos en aquel edificio.

Felix observó la luz que salía debajo de la puerta e intento bajar. Quería un abrazo

Bangchan se dirigió a su cuarto ya algo cansado. Encontró al bebé intentando bajar de la cama y en cuento lo miro sus ojitos brillaron y empezó a llorar. Bangchan asustado lo cargo.

Bacha, habían mountuos— Dijo sollozando en su hombro, Bangchan se empezó a reír. Había olvidado que el bebé estaba ahi, y se asustó con los gritos del más miedoso en la casa.

—Ya tranquilo, los ahuyente —El bebé se separó mirando al pálido y sonrió.

—¿Ensedio?

Si mocoso, ahora hay que dormir. Yo estaré aquí —Felix más calmado asintió esperando al pálido que se cambiaba, con desconfianza miro hacia afuera, los monstruos no venían si Bangchan estaba con él.

El bebé asustado tomo una decisión. Jamás se separaría del pálido pues este lo protegía de los monstruos que aparecían en la noche.

Baby Felix | Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora