baby felix | 19

634 68 10
                                    

Un bebé en el parque.

Han Jisung sabía que había tomado la peor decisión aquel domingo, llevar a un bebé emocionado al parque después de haber comido chocolate y una soda.

No lo culpen, ahora sabe que fue un error.

¿Desde cuando un bebé de tres años era tan veloz y ágil como un gato?

El día era soleado y perfecto, él no había trabajado pues era su dia de descanso y había quedado con el bebé mientras los otros dos tontos trabajan por el resto de la mañana, creyó que había tomado la excelente decisión al darle un pequeño chocolate de aperitivo al bebé y después soltarlo en el parque, si, él había tomado la peor decisión, lo supo cuando bajo al bebé de sus brazos y este corrió a los juegos saltando, brincando y casi gritando.

Miraba con preocupación al bebé. Si este se lastimaba correría sangre y Bangchan se reiría de él mientras lo veía morir cruelmente.

—¿Jisung? —El nombrado giró la cabeza viendo de donde provino su nombre, abrió los ojos y sonrió-

—¡Beomgyu! —El otro chico le sonrió y se dieron un ligero abrazo, para después sentarse en la banca. Jisung le dio una mirada al bebé quien estaba saltando emocionado antes de bajar por la resbaladilla del juego.

—¿Cómo estás? ¿Y los demás chicos? —preguntó el chico de cabellos castaños, Jisung le sonrió.

—En perfecto estado. No han muerto, están sanos y seguimos bien, ese es mi reporte —Beomgyu empezó a reírse.

—¿Bangchan está bien? Hace años que no lo veo, me sorprende verte aquí —Jisung le dio una triste sonrisa suspirando.

—El está bien. Por el momento hay algo que ha mantenido su mente y corazón ocupados.

—¿Otra cosa? —Jisung asintió sonriendo, y miró en dirección a los juegos. Frunció el ceño cuando no vió a un bebé vestido de Sullivan de Monster Inc jugando, observó alrededor y vió a un pequeño bebé en el árbol más grande escalando bastante alto.

—¡Por todos los dioses Felix baja de ese árbol! —Jisung corrió con la mirada de Beomgyu en su espalda, logró atrapar al bebé quien se removía en sus brazos y cuando lo bajó al suelo corrió de nuevo hacía los juegos a toda velocidad.

—¡Felix! —Jisung regresó a la banca con Beomgyu riéndose.

—¿Desde cuándo hay un bebé? Me voy tres años ¿Y ya procrearon un heredero? —Jisung río tomando asiento.

—Ese mocoso es el hijo perdido de Christopher, sólo le falta vestirse de negro y será un Mini-Chan caminando y hasta durmiendo —Beomgyu miró al bebé.

—Dime entonces, ¿Qué haces en Seúl y como esta casualidad no parece una casualidad? —Beomgyu empezó a reírse bajito, algo sonrojado. El chico había estudiado con ellos en la universidad, tenía una hermosa voz y cuando le ofrecieron estudios en Japón no lo dudo ni un solo segundo.

—Los estaba buscando y por suerte los encontré, ya me estaba rindiendo. Yo me voy a casar en unos días y pensaba inventarlos —Jisung sorprendido abrió la boca y un chillido salió.

—¡Eso es genial amigo! ¿Cuándo? ¿Con quien? ¿Ya te dieron? —Beomgyu lo golpeó en el hombro y siguieron riendo. Jisung se giró y Felix había desaparecido de nuevo, maldijo empezando a caminar mientras veía a todos lados.

—¡Felix! —¿Dónde se había metido ese bebé? ¿Acaso tenía hormigas en el pañal para no quedarse quieto?

—¡Por ahí! —Escuchó el grito de Beomgyu, quién señalaba los columpios que estaban un poco más atrás. Jisung suspiró y caminó lentamente hacia el pequeño, se detuvo cuando vió que Felix fue empujado con fuerza por un niño mayor, haciéndolo caer del columpio por la fuerza, Jisung vio que el columpio se fue hacia atrás, Felix se estaba levantando riendo por haberse caído.

Cuando el columpio regresó con fuerza, directo en su cabeza.

El bebé cayó en la arena de los columpios riendo mucho. Se levantó y sin darse cuenta el columpio regresaba, dándole esta vez un golpe en la frente.

—¡Felix! —Jisung estaba corriendo, pero todo pasó en segundos, el bebé ya estaba tirado por la fuerza del columpio. Cuando llegó este reía con fuerza con lágrimas en los ojos.

—¡Hey! Amiguito ¿Estás bien? —Felix sorbió su nariz y asintió lentamente. Había estado muy emocionado por jugar en los juegos, quiso atrapar aquel pájaro y balancearse muy fuerte para llegar al sol, pero nada funcionó. Caminaron a la banca donde observó al castaño que hablaba con Jisung, vio un hermoso anillo brillante en su mano y se acercó, Jisung lo soltó solo un poco mientras él se distraía con el objeto brillante.

El bebé escuchó los gritos de unos niños y sonrió. Quería jugar de nuevo, se soltó de Jisung quien seguía hablando y corrió a un enorme cohete que lo llevaría al sol, pero primero tenía que subir las escaleras, un pie, después otro y lentamente subiendo.

—¡Iremos, no te preocupes! ¿Puedo invitar a la chica con la que salgo? —Beomgyu sonrió y vio al bebé y con una mueca de horror lo señaló. Jisung miró al enorme cohete viejo que estaba en el parque, era un juego que se dejó de usar por la antigüedad, por ello no había niños. Jisung asustado corrió mientras el bebé escalaba las enormes escaleras, el cámara lenta vió como resbalaba y caía en la arena en un ¡Puf!

—¡Felix! —Los gritos del bebé no se hicieron esperar, Jisung preocupado empezó a revisar alguna herida, mientras el bebé tocaba su pancita con dolor. Jisung lo recostó y le dió un masaje, Beomgyu estaba a su lado con una pequeña botella de agua para limpiar los raspones en sus manos.

—¿Está bien?

—Sí, solo fue el golpe, el dolor no se irá. Le daré alguna pastilla para calmarlo.

—¿Te duele Lixie? —El bebé negó cuando se calmó. Ya no subiría a ese cohete, lo llevó al suelo. Treinta minutos después Felix tenía una paleta en su boca viendo a los niños jugar. Jisung lo tenía en sus piernas, aún platicando con su amigo. Se paró y corrió.

—¿En serio eso te ocurrió? Realmente soportaste mucho a Gyu —El castaño sonrió.

—Realmente espero que puedan ir, ya saben son de los pocos amigos cercanos que tengo aquí en Seúl.

—¡Iremos! No puedes librarte de nosotros —Beomgyu giró de nuevo y golpeó a Jisung. Felix estaba entre medio de las palomas, tomando a una de el cuello con fuerza tratando de meterle la paleta en el pico.

—¡Por todos los dioses Felix deja esas palomas! —Gritó exasperado el pelinaranja, y es que cuando el bebé iba al parque era... Imparable.

Baby Felix | Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora