CAPÍTULO VIII: "¿LA VENGANZA ES UN PLATO QUE SE COME... CALIENTE?"

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Ese mismo día durante el anochecer, tal y como se había acordado tiempo después, el equipo destinado a participar en dicho ataque se va a encontrar a las orillas del Rio Claro por separado. En aquel lugar estaba casi todo el grupo, Mateo estaba hablando respecto al plan, ya todos armados y con solamente el chaleco azul con rombos negros y una polera gris por debajo, sumado a los pantalones que siempre usa, el líder estaba completamente listo.

En su interior él ya podía saborear la venganza, pero de momento solo quedaba ocultarlo hasta poder liberar todo el odio que tiene retenido desde hace meses. De momento solamente estaban, Antonia, el propio Mateo, Drake, Daniel y Nanno, todavía faltan por llegar José Manuel, Andrea y Juan para que el grupo esté completo y se pueda seguir progresando con el plan.

—¿Qué está pasando en Rancagua Mateo?. —Le pregunta una dudosa Nanno, mientras se sienta en una gran roca, teniendo sus armas apoyadas en esta misma.

—Oh... Supongo que te habrá comentado Hurtado. Pero es algo del que no queremos y si todo sale bien no tendremos que ver. —Promete Mateo de buena manera mientras esta delante de la muchacha agarrando sus dos fundas con sus pistolas en ambas piernas.

—Esperemos... —Responde la muchacha mientras vuelve a agachar la cabeza para jugar con el pasto y la tierra con su zapato.

—Entonces... ¿Quieres que matemos a ese tal Agustín Herrera?. —Pregunta Antonia tras haber escuchado esa parte del plan, haciendo que Mateo se voltee en seco para responderle.

—No, si lo encuentran, déjenmelo con vida. Quiero hacerle unas preguntas... Es una orden obligatoria. Quien no la respete, se las verá seriamente conmigo. —Advierte el líder a todos los que están junto a él. —Solo faltan Andrea, José y Juan... Y ahí podremos empezar con el plan.

—¿Y qué haremos luego de esto?... ¿o en caso de que la cosa empeore?. —Pregunta Drake, acercándose a Mateo.

—No creo que lleguemos a ese escenario. Pero en caso de que empeore... Estoy pensando en movernos, abandonar el asentamiento. —Responde Mateo, sin dar muchos detalles de lo que tiene pensado hacer en aquel caso, por el miedo a que Drake vaya a ser el traidor.

En eso mientras estos siguen hablando entre ellos, un ruido a caballo rompe toda conversación, Mateo mira en la dirección de donde escucha aquel sonido, resultando ser José Manuel montando en su caballo. Una vez estando en la zona, este se bajó de su montura y la ató junto a los caballos de los demás presentes.

—Ahí estas José... ¿Dónde está el resto?. —Pregunta Mateo mientras se acerca a José Manuel con su escopeta al hombro.

—Eso mismo te iba a decir. Al final, tanto José como Andrea no vendrán. Amelia entró en trabajo de parto. Por lo que ellos dos se quedaron. —Explica el muchacho.

—Oh... Chuta, bueno pues... Empezamos sin ellos. Venga todos adentro. Nos vamos. —Termina diciendo Mateo hacia todo el grupo.

Acto seguido todos se levantan y toman sus cosas para dirigirse a la barca que les estaba esperando a la orilla, junto al señor quien es el dueño de la mencionada barca. Tras unos minutos posicionados y tras un empujón por parte de Daniel, la barca de madera zarpa, con dirección rio abajo.

Sin embargo, el viaje tomaría cierto tiempo, ya que estos decidieron partir desde un lugar considerablemente lejos para así evitar ser vistos antes de tiempo. Mientras el grupo viaja lentamente rio abajo el líder de estos platica respecto al plan mucho más en detalle.

—Muy bien caballeros, como todos sabrán... o la mayoría de ustedes, vamos a atacar un pequeño campamento. Por lo que el plan será más o menos el siguiente. Cuando lleguemos y lidiemos con los sujetos que nos ataquen en el exterior, que es obvio que habrá. Un grupo, el grupo uno, se adentrará en las carpas para eliminar a cada uno de los que se escondan dentro. Este grupo será José Manuel, Daniel y Antonia. Mientras un segundo grupo se encargará de vigilar el exterior, que no entre ni salga nadie del perímetro, este grupo está conformado por Mí, Drake y Nanno. Cuando estemos listos con todo, quemamos el campamento para que no puedan usar nada de este. ¿Se entendió?. —Explica el líder, finalizando con una pregunta hacia el resto de sus hombres que le observan fijamente mientras explica el plan.

DUST II: CONDENADOS Y PERDIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora