CAPÍTULO XV: "HUIDA EN DECLIVE Y UNA NOTICIA ESTRELLADA"

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Unas semanas después de la llegada de los supervivientes del grupo; estos estuvieron viviendo en el recinto natural, a las orillas del rio Tinguiririca por; sin salir en lo absoluto. Todos eran enormemente buscados, tal y como criminales se tratarán, nadie se atrevería a asomar, aunque sea la punta del pie al otro lado de los árboles.

Por lo que, escondidos durante un buen tiempo, con la tormenta tapando sus rastros y comprándoles tiempo para que las patrullas del Escuadrón de la Perdición desistan de seguir con la búsqueda de estos sujetos que armaron un completo desastre justo en la cuna de esta llamada banda.

Además, el envolvente frio del ambiente, al ser obvio de acercarse cada vez más al sur, el clima se va tornando más frio. Pero actualmente la tormenta ha pasado de momento y las temperaturas ya se hacen menos tremebundas. El campamento fue ampliándose con varias zonas, como una fogata grupal en el centro de las tres cabañas, o más implementos para cocinar los pocos restos de comida que pudieron sacar.

Mientras que la mentalidad del grupo en general, va de mal en peor; nadie está conforme con la situación actual. Si bien cada uno de ellos es consciente de que sus mismas acciones y la manera en que las ejecutaron los llevaron aquí; podrá ser error de Mateo, que ahora recae en todos los supervivientes.

Todos se preguntan por lo que pudo haber pasado con este, ya que nadie está seguro de que haya sido asesinado o de alguna manera pudo escapar; pero el primer escenario es lo más probable dada a las circunstancias en donde estaban en el momento.

También piensan en lo que hubiera hecho el mismo difunto, al estar todos disconformes y dudando del como Carlos Sepúlveda les trata a ellos mismos y lo que quiere hacer de ahora en adelante. Dentro del campamento hay dos corrientes principales, dos puntos de vista que la gente sigue, tan contrastados como puede expresarse.

Durante todo este tiempo José Manuel discute acaloradamente con Carlos, respecto al camino que está tomando el grupo que sigue en decadencia con sus pocos miembros cansados y en malas condiciones. Pero cada vez que la discusión es ganada por José Manuel con argumento limpio, Carlos lo deniega con su posición del único jefe que tiene el grupo.

Ese sería principalmente el problema y la diferencia entre la llamada vieja generación de lideres y la nueva. Mateo tomaba en cuenta las opiniones del resto, mientras Carlos no. Se siente como si todo hubiera pasado hace décadas, cuando lo ocurrido es extremadamente fresco, con tan solo un par de semanas de ocurrencia.

Durante la mañana José Manuel y Carlos vuelven a discutir, estos estaban en la carpa del líder del grupo, José fue directamente a pedir explicaciones al segundo mencionado. Llegando ya completamente enojado y empoderado, levantando las cortinas cerradas de la carpa y mostrándose ante el sujeto.

—¡¿Qué crees que haces... no piensas hacer nada, cuando sabes que el Escuadrón de la Perdición nos pisa los talones como sabuesos?!. —Encara a Carlos el sujeto, el cual estaba sentado en la cama de fierro oxidado; este al notar el tono de su insubordinado se alza ante, dejando el papel confort y una revista que tenía en las manos.

—¿Te refieres a lo que dijo Drake, no?. —Responde el jefe de un modo imperativo y fuerte, haciendo creer que está por encima de quien le reclama.

—¡¡Nooo.. estoy hablando de otra cosa, por supuesto que estoy hablando de eso idiota!!!. —Responde el hombre de cabello largo con un tono sarcástico y buscando imponerse sobre el otro.

—Mira pelucas... sé muy bien que está pasando, pero piensa un poco, haz crujir ese cerebro de hormiga que tienes. Ellos quieren que hagamos algo estúpido, que entremos en desesperación para atraparnos como ratas. Quiero que aguantemos lo que más podamos metidos aquí, hasta que se les pase el enojo y así poder hacer las paces y un trato. —Responde el hombre.

DUST II: CONDENADOS Y PERDIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora