CAPÍTULO VII: "VIAJE DE RECONOCIMIENTO"

1 0 0
                                    


El resto de aquel día había pasado más o menos normal, sin nada más que hacer y con nada más que pensar en aquel tema que les surgió recientemente. Por lo que el líder estaba acumulando un montón de odio y locura dentro de su ser, locura que tarde o temprano terminaría saliendo sin importar a quien le salpique o a quien dañe.

Al otro día, el día estaba normal. Además de que la situación en el este está mejorando por la aparente victoria de las fuerzas del asentamiento las cuales hacen retroceder a las fuerzas enemigas. Pero a ojos del líder, esto es parte de una estrategia macabra para hacer que todos se descuiden y así atacar con toda la fuerza que tengan, una prueba de aquel pensamiento es lo de la división enviada a realizar el ataque ya no sorpresa por el oeste.

El líder estaba pensando constantemente durante el día, sentado en su silla en el patio trasero de la casa. Este estaba completamente solo, aparentemente dibujando en su típica libreta, pero observando afanosamente a la distancia a los dos muchachos sentados en el césped delante de él. Siendo Drake y Sara, estando la muchacha recuperándose de la herida del hombro que obtuvo hace tiempo, ambos sentados, abrazados y observando el lugar, hablando aparentemente de algo no muy importante.

Tal vez de su actual relación como pareja, o como Mateo está muy paranoico también pude pensar que están hablando el cómo traicionarle o tal vez hablando el cómo se está volviendo loco poco a poco y debe ser traicionado. Pensamientos que ahora contaminan la imagen que el líder tiene de ellos dos.

A lo que, en un momento, Drake se levanta del lado de su pareja, dándole un beso en la cabeza para luego dirigirse a un lugar incierto, pero a su vez pasando cerca de donde se encuentra Mateo observando discretamente la situación.

—Señor O'Connor. —Dice Mateo intentando emular un buen rollo, mientras este deja la libreta en la silla y procede a levantarse de esta. Drake al escucharle se detiene en seco y le mira directamente.

—Mateo... —Dice el muchacho saludándole de una manera más rápida ya que aparentemente va por algo y regresaría.

—¿Cómo esta Sara?... ¿Todo bien con ustedes?. —Pregunta curiosamente Mateo, en un buen tono, pero mezclándose con sus intenciones perturbadoras.

—Ehh.. Claro, de maravilla. Solo que ella quiere unos analgésicos para el tema del hombro, por lo que... ya sabes tengo que ir a buscárselos. —Le responde Drake de muy buena manera, demostrando la confianza y estima que tiene hacia su líder.

—Oh... Muy bien. —Dice Mateo de manera lenta para luego hacer una pausa para posicionar en frente de su compañero, el cual es un poco más alto que él. —Jugar a los tortolitos... Es hermoso. —Le dice mientras pone su mano sobre su hombro y empieza a caminar lentamente junto a él. —Pero recuerda... lo más importante en cualquier relación es la LEALTAD. —Sigue comentando mientras es escuchado por un totalmente confundido Drake.

—Emm.. Claro... Pero no entiendo porque me hablas de esto. —Dice Drake, haciendo que Mateo el mire de manera extraña, pensando que solamente se hace el desentendido.

—Sabes exactamente a lo que me refiero. —Dice de manera seca y sería el líder. —Solo recuerda... la LEALTAD al grupo viene primero... Recuerda, No me abandones, porque yo nunca lo haré... Eso es todo lo que digo. —Comenta Mateo mientras le palpa repetidamente el hombro a Drake.

—Ehhh.. Claro Mateo, como tu digas. Aunque nadie te está abandonando, es más... Tanto yo como Sara te hemos sido fieles desde que te conocimos. Nunca dudamos de ti y te seguiremos hasta el final... Y eso lo sabes bien —Dice Drake mientras Mateo se parece quedar callado por unos tensos segundos y luego reírse para seguir hablando.

DUST II: CONDENADOS Y PERDIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora