DUST II: CONDENADOS Y PERDIDOS

CAPÍTULO IX: "FIN A LA FORTUNA"

Cinco días después de aquellos alocados acontecimientos, tanto del tiroteo con aquella división enemiga del Escuadrón de la Perdición, el posterior descontrol de Mateo Álamos y la situación del parto de Amelia Schulz. En lo general y en estos días las cosas han ido bastantes tranquilas, la situación del enfrentamiento en el este contra el ya mencionado escuadrón ha ido en un descenso significativo y un mejor manejo de la situación por parte del asentamiento y su gente, en donde se ha estado retirando hombres reiteradamente por parte de ambos bandos.

Todos piensan que el conflicto está por acabar, o tal vez estén reuniendo a todos para hacer el dichoso ataque masivo, que tanto temen algunos, tienen escusas de sobra, más ahora por el asesinato de unos de los tenientes del líder de la banda a sangre fría y brutalmente por parte del líder del grupo que buscan erradicar.

Los miembros del grupo han hecho sus vidas completamente normales, incluso descansando un poco y los que participaron del enfrentamiento hace cinco noches se están recuperando del shock que fue ver al líder actuando como lo hizo.

En el caso de José Manuel, continuaba haciendo tareas, ya sea de patrullaje o simple ayuda dentro del asentamiento, al ser de los únicos que no está indispuesto junto a Carlos, Daniel y Juan. En el caso de Carlos, este ha estado haciendo bastantes patrullas por si mismo y completamente solo en estos días, mientras que Daniel prefiere no salir demasiado en caso de ser necesario, al haber participado de aquel golpe, mientras que Juan esta más centrado en asuntos suyos y en reparar cosas dentro del asentamiento.

La muchacha Amelia se encuentra mucho mejor, se está recuperando rápidamente. Deshinchando su cuerpo tras su embarazo, aunque no está lo suficientemente recuperada como para volver al campo o hacer actividades que el resto hace, esta se la pasa acostada o sentada tranquilamente leyendo. Aunque no le presta mucha atención a la recién nacida, incluso ni si quiera le a puesto nombre a la criatura, cosa que preocupa a muchos en el grupo, a otros le da exactamente igual lo que pase con estas dos.

Mateo, él está asimilando lo que hizo hace cinco días, este ha estado encerrado completamente en su habitación, no lo ha visto nadie. Su actuar ha sido muy notorio en todos los miembros del grupo, estando en la boca de todos el último tiempo. La mayoría en contra de lo que ha hecho, aunque apoyado por Carlos y Antonia, los dos más canallas del grupo.

A pesar de que Mateo no quiera ver a nadie por el momento, durante estos cinco días se ha visto con Antonia, su actual pareja. La cual al contrario que todos le demuestra apoyo por la decisión que ha tomado, esta misma diciendo que era lo que había que hacerse y metiéndose en la cabeza del líder, la cual esta frágil y descontrolada, para que este consiga más drogas para esta misma, ya que las que tenía están prontas a acabarse.

Aunque el líder, al todavía no ser susceptible a opiniones de los demás no le toma mucho en cuenta, pero valora el aparente apoyo que recibe de esta, al ser criticado a sus espaldas y al sospecharlo ya, no hace que piense muy muy sobre su grupo.

Pero pese a todo eso, se preocupa por estos de momento, sobre todo por Amelia y el recién nacido que tuvo ahora. Estos estaban en el patio trasero de la casa, ella sentada en una silla de madera, aparentemente cómoda leyendo uno de los libros que esta siempre lee, a un lado, en un coche estaba la bebé, llorando desconsoladamente y para sorpresa su madre no mostraba interés en esta, ni siquiera en desconsolarle.

De casualidad llega Mateo, el cual quiso tomar un poco de aire, ya que el día estaba relativamente bonito, a pesar de que estos están en mitad del invierno. Mateo vestido como de costumbre, con un chaleco negro, pantalones azules y ahora unas zapatillas blancas, se topa con la situación y se sienta al lado para hablar con la jovencita.