CAPÍTULO IV: "BLACKROSE II"

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Cinco días después desde que se conoció a Antonia Blackrose, esta junto a Mateo, la única persona que conoce en general la muchacha, continuaron hablando y conociéndose entre ellos. Llegando a una especie de afinidad, algo bastante sorpresivo y rápido. Incluso para estándares de conocer a las personas.

Pero se han podido conocer mucho más unos a los otros, sin embargo, el riesgo de conocer a una persona con mayor rigurosidad, es el saber de sus defectos, en el caso de esta muchacha. Es adicta al alcohol y a algunas sustancias, algo que a Mateo no le cae bastante bien, por sus pensamientos y el cómo podría acabar ella misma, pero al demostrar ser buena persona con él de momento, no le da importancia, solamente se preocupa que no le salpiquen sus problemas de adicciones a él y al resto del grupo.

Pero las cosas han avanzado normalmente, de hecho, la muchacha ha sido presentada a algunos de los miembros del grupo, como a Andrea, Juan y a José Manuel. A Juan y José le da igual la muchacha, pero a Andrea no le convence, solamente que de momento no dirá nada ya que es una primera impresión.

Por otro lado, en las relaciones entre Drake y Sara, estos dos ya han progresado bastante, conociéndose muchísimo, mucho más que entre los demás miembros del grupo. Estos ya iniciaron una relación de manera oficial, queriéndose mutuamente. Al punto de que Drake la llevó a vivir a la casa del grupo, solo que este comparte su habitación con esta. Ni a Mateo, ni a Andrea tuvieron problema ya que estaban más centrados en lo suyo.

Vuelta a una típica mañana, un tanto fría como de costumbre, con la niebla de la mañana envolviendo todo el terreno y haciendo el bosque de las afueras del asentamiento más tenebroso que de costumbre. Sin embargo, la señorita Nanno Jones estaba en medio de este bosque, completamente sola.

Está a pesar de no tener ningún encargo o actividad que hacer para el asentamiento, se encuentra en este lugar solitario para practicar su puntería. Intentando disparar lo más preciso que esta puede a un árbol que tiene a varios metros y con una marca roja en su tronco. Sin embargo, esta no le atina en Ningún punto de la marca.

El sonido de los disparos repetidos resuenan con eco alrededor de todo el lugar. Esta si bien no tiene tan mala puntería, pero quiere mejorar en ese apartado y sentirse mucho más útil y competente para el grupo. Esta no puede evitar sentirse un estorbo, al tener que ser rescatada por el grupo y no poder ser de utilidad.

Ante esta situación y de entre los árboles llega Andrea, montada en su caballo, aparentemente esta le andaba buscando y al escuchar los repetidos disparos fue a ver qué pasaba, esta desmonta de su corcel y se dirige amigablemente a la muchacha, quien tras un par de disparos fallidos se había quedado sin balas en el revolver que estaba usando, por lo que estaba recargando tediosamente las seis balas que debe tener el arma en el tambor.

—Nanno...Muchacha. Estabas aquí. Te estaba buscando, con que ensayando ¿Eh?. —Comenta Andrea mientras se pone a un lado de la muchacha.

—Ehhh.. claro, ósea... intentando achuntarle a esto. —Dice la muchacha para luego seguir disparando, pero fallando en la mayoría y esa minoría que no falló, dieron en un lugar nada que ver al blanco original. Para luego enfadarse consigo misma y arrojar el arma al piso. —¿Qué necesitas Andrea?. —Le pregunta la muchacha a la ya mencionada, la cual la miraba detenidamente mientras disparaba.

Andrea le mira directamente a los ojos por unos segundos y luego formula su respuesta a la pregunta de una irritada y frutada Nanno que se frotaba y apretaba el hombro derecho, que era con el que sostenía la pistola.

—Hmmm... mira... llevas disparando mal un poco. Agarra el arma de nuevo. —Responde Andrea palpándole el hombro, haciendo que esta inmediatamente se agacha a recoger el revolver. —Aun no entiendo cómo puedes disparar bien cuando estas bajo presión, pero últimamente no. —Continua ella, mientras se pone detrás de la muchacha que a su lado parece niña pequeña.

DUST II: CONDENADOS Y PERDIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora