Palabras: 1720
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La muchacha suspiró entrecortadamente, siguiendo con sus ojos al enfermero que se paseaba por la sala mientras sus pies colgaba de la camilla.
- Estoy bien, en serio. Solo estoy indispuesta.
- Tienes 40°C de fiebre, no estás bien. - la regañó. - Vas a quedarte aquí hasta que baje un poco. Quizás para la cena puedas ir.
La muchacha bufó, pegando un pequeño saltito del susto cuando la puerta se abrió.
- T-Teniente. - dijo el muchacho. Conocía de más a ese hombre malhumorado que solía recibir algunos disparos.
Pero no lo miró, caminó directamente a la muchacha y tomó su rostro bruscamente.
- ¿Qué tienes?
Las mejillas de la muchacha se pusieron todavía más rojas, y la temperatura de su cara subió todavía más. Estaba tan cerca que podía oler su colonia varonil.
El enfermero vió que la muchacha estaba muda, así que hablo por ella.
- Tiene fiebre. Se desmayó en la cocina porque estaba muy débil. Tal vez sea un virus, así que no se quite el pasamontañas.
- Vete.
- ¿Eh?
- ¡Vete! - dijo bruscamente, haciendo que el enfermero se retirara de inmediato.
En ningún momento había apartado sus ojos de los de la chica, que lo mirada enamorada.
- ¿Qué te duele? - preguntó, esperando que dijera que su cabeza, pero la muchacha señaló su corazón. - ¿Te duele el pecho? - preguntó un poco más asustado, viendo cómo asentía. - Ya regreso.
Iba a ir en busca del enfermero, cuando la muchacha lo detuvo.
- Me duele por amor. Porque te amo. - dijo suavemente, viendo cómo el teniente la miraba y despacio se quitaba sus guantes, buscando acariciar el rostro de la muchacha con la piel de sus manos.
- ______...
- Ya se que no me quieres. Ni siquiera te gustan mis postres, pero quería decírtelo, y creo que ahora estoy delirando por la fiebre. Es más, nisiquiera sé si estás aquí realmente o estoy alucinando pegando mí mejilla a un almohadón.
Simon rió, agachándose un poco para quedar a la altura de la mujer que estaba sentada sobre la camilla.
- Me gustan...
- ¿Eh?
- Me gustan tus postres... y me gustas tú. Pero tengo miedo. No me conoces, _____, no puedes decir que me amas cuando no sabes todo lo que carga mí espalda... no sabes todo lo que mancha mis manos. - habló, pensando que la chica le estaba prestando atención.
Pero _____ estaba adormilada ante la voz ronca del hombre y el cálido toque de su mano en su mejilla.
- Por eso no quería acercarme a tí, pero... cuando no estás todo se siente mal. Me sentí muy asustado.
La muchacha lo miró expectante, y despacio subió sus manos.
Con delicadeza levantó un poco la máscara del hombre, revelando solo sus labios y con un pequeño movimiento dejó un beso. Fue apenas un contacto, pero el corazón del teniente se detuvo.Con una sonrisa y mucha tranquilidad, el teniente la tomo con más firmeza del rostro y la volvió a besar, sin ser un simple contacto. Sus labios bailaban y cuando sus lenguas se tocaron el rompió el beso.
Queria ir despacio.
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Call of Duty [one shots]
RandomOneshots de Call of Duty. Headcanons (las historias no son fieles al videojuego). Los personajes no me pertenecen, solo las tramas en las que se desarrollan los escritos. Espero les guste :]