Call of Duty [one shots]

05: tensión ²/²

Advertencia: contenido solo para adultos.

┉┅━━━━━━━━━━━┅┉

La muchacha se removió nerviosa mientras acomodaba su falda y se miraba en el espejo.
No sabía a dónde iba a llevarla John, pero había usado sus mejores prendas y su perfume más dulzón.
Estaba emocionada, había extrañado demasiado a su Johnny, y no iba a desperdiciar aquella salida.

Se había arrepentido mucho de terminar con él.

Cuándo John no se había presentado en la cena a la que lo había invitado por su sexto aniversario simplemente enloqueció.
Podía soportar ser un secreto en la vida de Price solo por su seguridad, pero el trabajo siempre fue un límite para ella.
En el momento que Price le dijo que su trabajo era prioridad simplemente lo dijo.

"Entonces terminamos, John... Si tu trabajo es más importante que yo esto no vale la pena."

Nisiquiera le había dado tiempo de responder cuando se había marchado.
Sabía que había sido un impulso, que John la amaba y estaba frustrado, pero la tristeza de ser un secreto le había ganado.

Luego de un mes separados habían hablado, y ella le había dicho que podían ser amigos si él así lo quería. Era una egoísta y lo sabía, porque quería seguir teniendolo con ella.

Pero luego de seis meses John no había aparecido ni había llamado, y estaba feliz de saber que el motivo era que aún la amaba.

Salió apresurada de su departamento cuando escuchó el Jeep de su ex novio estacionarse frente a su casa, y sonrió cuando vió como bajaba del coche.

— Vaya... — dijo impresionado él, mirándola de pies a cabeza. — Estás realmente hermosa.

Ella sonrió orgullosa, acercándose a él.

— Tú también, Johnny. — murmuró, colocándose de puntitas hasta poder dejar un beso en su mejilla, peligrosamente cerca de sus labios.

Sin poder evitarlo, Price la tomó por la cintura y la pegó un poco más a él. Ella no se negó, y colocó sus manos sobre el pecho del hombre con cuidado.

Aquella camisa negra que traía puesta le quedaba espectacular, y los botones abiertos dejaban ver aquel fornido pecho que tanto le gustaba.

— Así que... ¿A dónde me lleva, Capitán?

Price rió un poco. — Estuve pensando mucho, pero supe que la mejor idea era llevarte a casa y cocinar para tí.

Ella abrió sus labios asombrada. — ¿Hablas en serio? — preguntó emocionada.

— Así es. Preparé pasta rellena con salsa blanca... — murmuró apenado y ella sonrió.

— Mis favoritos...

— Así es. — susurró. — ¿Vamos?

La muchacha asintió y John abrió con cuidado la puerta para ella.

┉┅━━━━━━━━━━━┅┉

 

Dió un último trago de vino y dejó su copa con cuidado junto al plato vacío.

— Todo estuvo realmente delicioso, Johnny... — dijo enamorada. — Extrañé mucho tu comida casera.

Price rió un poquito. — Muchas gracias, linda. Estos meses estuve viviendo a base de comida a domicilio, creí que había perdido esta habilidad para cocinar.