Call of Duty [one shots]

03: baby.

Valeria Garza x Lectora.

En dónde Valeria ama mimar a su esposa embarazada.

Advertencia: muy fluff.

Palabras: 1229.

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- Amor, llegué. - avisó, entrando a la casa.

Dejó su mochila en el sofá y subió apresurada las escaleras, caminando directamente a aquella puerta doble de su habitación.

La abrió despacio, viendo la figura de su mujer recostada en la cama leyendo un libro con su Pittbul recostando su cabeza en sus piernas.

Apenas la vió le sonrió, cerrando la puerta despacio y acercándose a ella.

- Hola, preciosa...

- Hola Val... - susurró encantada, dejando su libro a un costado sin siquiera preocuparse por marcar la página.

Estiró sus brazos y Valeria se acercó a besarla al instante, sintiendo como la chica enrollaba sus brazos alrededor de su cuello.

- ¿Cómo está nuestra bebita, eh? - murmuró dulcemente, dejando suaves besitos sobre el rostro de la mujer.

- Hoy está revoltosa. Te extraña, Val. Y yo también.

La mujer sin dejar de besarla bajó su mano, acariciando su abultado abdomen con cariño.

De pronto sintió una lengua darle besos en su mano y se separó con una risa.

- Hola a tí también, diablo, ¿cómo estás? - murmuró, viendo cómo el pitbull color chocolate movía su colita feliz de verlas juntas otra vez. - Buen chico, ¿estás cuidado a mami, verdad? ¿Quién es mí buen chico, eh?

- Últimamente está más cariñoso de lo normal y olfatea mí pancita. ¿Será que ya puede sentirla?

- Son ocho meses, mí vida, por supuesto que la siente. - murmuró, quitándose su camiseta. - Voy a bañarme, ya regreso.

- ¡Oye! ¡Acuéstate por lo menos un ratito! - reprochó su caprichosa esposa y Valeria sintió un tirón en su corazón del amor que sentía por ella.

- Pero amor... Estoy sudada. Prometo que me bañaré rápido.

- No, no. Vas conmigo. - murmuró enojada, intentando lvantarse. Valeria rió dulcemente, parecía una tortuga.

- Cariño, con cuidado... - murmuró, ayudándola por fin. Diablo se bajó de la cama, saliendo de la habitación para poder ir a comer.

- Cargo a nuestra hija y encima me reprochas, mala. - dijo con un puchero. Valeria lo besó muchas veces, las suficientes hasta que se borró y se vio reemplaza por una hermosa sonrisa. - Te amo, Val...

- Yo te amo más, Princesa. ¿Quieres ducha o tina?

- Mhm... ¿Tú qué quieres? - murmuró adormilada, sintiendo el delicioso aroma de su mujer.

- Sabes que voy a decir tina porque amo abrazarte.

- Entonces tina sera, Val.

- ¿Burbujas o bomba de baño? - susurró cariñosa, besando el cuello de la embarazada.

- Burbujitas... Elige tú.

La otra sintió, caminando al baño y abriendo la llave del agua.
Buscó la botella de burbujas para baño aroma a rosas y dejó caer un chorro.

Se giró hacia su esposa, sonriendo enamorada cuando vió como intentaba quitarse su camiseta sin éxito.

- Eres una princesa... Déjame ayudarte.