Call of Duty [one shots]

02: i care about her ²/²

Advertencias: algunas palabras fuertes.

Palabras: 2782

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Sopló la vela que estaba sobre un muffin y sollozó.

Cumplía cincuenta años, y cuatro desde la última vez que había visto al amor de su vida.

Guardaba aquella prueba de embarazo en su mesa de luz, y la miraba todas las noches antes de dormir, pensando en como estaría la mujer y su hijo.

Cada maldito día se arrepentía, por todo. Desde ese día no había vuelto a hablar con Camila, y sus compañeros no le hablaban por nada que no fuera trabajo.

Quién más le dolía era Gaz. Aquel muchacho que se había vuelto tan cercano a él desde que se había unido a las fuerzas, ahora no lo miraba a la cara.

Sabía que lo merecía.

Miró su teléfono angustiado, buscando su celular en su bolsillo.
Había contratado un detective privado para buscarla, siempre recibiendo un "nada".

"La encontré" leyó, y se levantó de la silla asustado.

"¿A qué te refieres?"

"Está viviendo en Derby. Calle Osmaston Rd, al 146. Una pequeña casa blanca. Vive con un niño pequeño y la ví llegar junto a un hombre moreno, pero no entró a la casa."

"Joder, Gracias."

"Son €10.000"

"Lo depositaré en un momento."

El hombre apresurado realizó el depósito, enviándole el comprobante al instante, viendo cómo el hombre le enviaba tres fotos.

Sintió su pecho achicarse. El niño era igual a él de pequeño.
Tenía las mismas facciones en su rostro, pero no tenía su cabello rubio, sino cabello castaño, que había heredado de su madre.

Con rapidez guardó algo de ropa en un bolso y salió de su casa.

Derby quedaba a tres horas de Londres. Si se apresuraba, podía llegar antes del anochecer.

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- ¡Jhonny! ¡Bebé! - llamó la muchacha. - ¡Vino el tío Gaz y trajo Pizza!

Jonathan bajó corriendo las escaleras, saltando a los brazos del chico, que riendo lo sujetó y lo elevó en sus brazos.

- ¡Tío Gaz!

- Te extrañé, jojo.

El niño le dio un casto besito sobre su mejilla, removiendose para tocar el piso con sus pies. Kyle entendió, bajándolo y acercándose a la mujer.

Con suavidad la abrazó. Sabía que estaba triste, claro que sí. Siempre se ponía así en esas fechas.

Ella suspiró, abrazándolo también.

- ¿Lo viste...? - susurró, separándose del hombre.

- No. Nadie fue a verlo hoy. Dijo que quería estar solo.

La muchacha suspiró, su pecho doliendo de melancolía.

- Ya son cuatro años...

- Lo sé... Pero piénsalo así, también son cuatro años desde que somos amigos.

La mujer sonrió, golpeando juguetonamente el hombro de Garrick, quién le sonrió coqueto.

Para nadie era un misterio que kyle estaba bastante interesado en _______, lo suficiente como para conducir tres horas hasta su casa cada vez que tenía un día libre, pero ella no tenía ojos para nada más que no fuera su pequeño bebé, que compartía rostro con su padre.