Capítulo 22 (Cena de Año Nuevo)

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BELÉN:

El motor de un auto detenido me decía que Crosh ya estaba aquí, ya todo estaba listo para dejar de lado un nuevo año, no podemos quejarnos, pues había sido un año muy bonito, muy especial, este año me había traído a él, a un gran amigo, todo iba bien entre nosotros, cada momento que pasábamos juntos era únicos, mi madre los abrió, mientras yo estaba preparando la sopa, una deliciosa sopa paraguaya, íbamos a compartir, ojalá le guste ya que me había tocado toda la tarde en prepararla, si no, bueno, que le vamos a hacer, que nada nos impida disfrutar de esta exquisita cena, éramos tan iguale en ciertos sentidos, pero a pesar de todo, había que darlo todo, él estaba de blanco, quizás seguía alguna tradición, o simplemente porque le gustaba el color blanco, sin embargo yo estaba de rojo, en mi familia era una tradición, o por lo menos eso lo creíamos, si vistes de rojo encontrarás a la persona correcta para ti, yo creo que ya lo he encontrado. Al preparar toda la mesa, él y yo salimos al patio, estábamos admirando de aquel ambiente, era uno agradable, estába todo perfecto, la ciudad estaba un poco sola, ya que en estás épocas la gente suele viajar hacia el exterior, este año tocaba quedarse un poco en casa, pero por lo menos no estaba sola, ya que se encontraba conmigo alguien muy especial, todo estaba tranquilo, él me hablo de sus proyectos, yo de los míos, ambos hablamos de todo, planeamos algunas cosas de lo que haríamos este enero, este nuevo año, todo estaba perfecto a pesar de su imperfecciones, el amor de Dios nos favorecía, pues cada momento a su lado eran únicos, eran momentos en que todo debe pasar, a su debido tiempo.

Los fuegos artificiales se empezaban a hacerse sentir, ambos nos encontrábamos en el patio, el de abraza, nos quedamos unos momentos así, era tan dulce, era tan especial, mi madre nos saca de nuestra burbuja, la cena de año nuevo estaba lista, bueno, llego el momento de cenar y brindar por los nuevos propósitos de ese nuevo año, ya todo se ha cumplido, ahora toca dar lo que se deba dar y dejar que todo se acomode. Durante la cena, mi madre me dijo que haga una oración con Crosh, una oración para despedir el año, con mucha fe, todas las proyecciones de este año serían para nuestro futuro, tal vez algunas cosas cambien, pero siempre es mejor cuando el cambio se da de manera positiva.

La cena fue perfecta, ahora tocaba los postres y bebidas, Crosh había traído un poco de coctel de durazno, estaba rico, bien frío, a pesar del calor, siempre sabíamos cómo pasarla bien, a pesar de todo, sea donde sea, siempre estábamos dispuestos a dar lo mejor cada día de nosotros mismos, para cuidarnos, él me decía lo que podíamos empezar a hacer el año que viene, bueno dentro de algunas horas este año que me trajo a él se iba, las bombas comenzaban a escucharse, era la magia de un 31 de diciembre, él me decía que estaba linda, eso ya lo sabía, pero a pesar de todo, era lindo que él me lo dijera.

Las campanas de las iglesias se iban escuchando más y más, ellas marcaban la hora, faltaba cinco minutos para las doce, faltaba cinco minutos para entrar en una nueva etapa, llegaba el momento de brillar, la mesa preparada para el brindis final, para comenzar desde cero un nuevo año, aquel año que quizás pasen muchas más cosas, pero sea lo que nos espera, todo irá mejorando, poco a poco, todo va a cambiar.

Las campanas de las iglesias marcaban las doce, los fuegos artificiales comenzaron a inundar el cielo oscuro, todo era perfecto, entonces comenzamos a brindar, pedimos lo mejor para nosotros, él y su madre y yo con mi madre, después ya él conmigo y mi madre con la suya y por último mi madre con él y yo con su madre, todo estaba perfecto, ya todo se había cumplido, todo estaba de acuerdo a la voluntad del padre, me alegra que todo vaya bien.

CROSH:

Eran las 2 de la mañana cuando ella se encontraba en mis brazos, nos habíamos quedado a ver el paisaje nocturno, conversando un poco y hablando, de pronto el fresco había tomado el cielo, no pudimos resistir este fresco y nos habíamos quedado dormido, así es, nos quedamos dormido en el pasto, en medio de todo, era relajante, pero algunas gotitas empezaron a caer, ella seguía durmiendo me abrazaba, de pronto la lluvia había comenzado, ella había despertado, estába tan cerca de mí, estábamos a un soplo de distancia, quién sabe qué estaba pasando en su cabeza, quien sabe que estaba sucediendo en ese enorme corazón, porque todo era mágico, todo estaba perfecto.

La lluvia nos empapaba, todo el jardín estaba feliz porque este nuevo año lo recibíamos con una buena lluvia, bueno, ya estábamos mojados cuando entramos, nuestras madres nos miraron con cara de desaprobación ambos terminamos en la ducha, ojalá no nos agarre un buen resfriado, mientras me duchaba, ella estaba preparando un té, para los dos, era tan servicial, amigable, me gustaba pasar tiempo con ella, me gusta estar con Belén.

Al llegar a la cocina la veo preparar todo, estaba linda con su pijama, era tierna la verdad, me sirve el te calentito ya que la temperatura había bajado considerablemente, conversamos un poco mientras tomábamos, era un ambiente ya más familiar, mas tranquilo, los fuegos artificiales ya se calmaron, bueno ya eran casi las tres de la madrugada, todo empezaba de nuevo, lo mejor es que ambos estábamos pasando el primer día del año juntos, el té estaba delicioso, ella me pregunto si me gustaba y le dije que si, estaba buenísimo, para que mentir, el sabor a naranja estaba en su punto, era la reina de los tés, eso era lindo, ambos sabíamos hacer cosas ricas y especiales. Llego el momento de descansar un poco, así que nos miramos por última vez antes de entrar a nuestras habitaciones, le di un fuerte abrazo y un beso en la mejilla, para que se sintiera protegida y a salvo de todos los malos, cuídate me dijo, yo dije: "Vos también", era un adiós casi infinito, pero uno de los dos debía de irse para que el otro se vaya a descansar.

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