Gloria a Dios en el cielo y en la tierra, logramos nuestras metas, ahora queda ir en nuestro primer día de trabajo, si, nuestro primer día de trabajo en el hospital de clínicas, me gustaba la idea de trabajar junto a Belén, a lo que quizás en el futuro sea mi esposa, pero solo Dios sabe lo que estaba pasando, mi amigo estaba un poco desanimado por tantos años sin Jaqueline, lo extrañaba tanto, pero sé que poco a poco iría superando esos retos, realmente qui hubiese pasado si ella se quedaba con él, que hubiese pasado si Eder y Jaqueline se quedaban juntos, solo Dios sabe sus planes, quizás ahora ya estaríamos los 4 trabajando en el mismo lugar, pero él había vuelto a Santa Rosa, por lo menos por un tiempo, ya que su nueva vida estaba por allí, iría a hacer algunos ajustes, su meta era volver a Asunción, pero al parecer no podía, porque le traía buenos recuerdos con aquella que una vez amó, si, se lo que es amar a una persona y que esa persona se vaya de tu vida por acción de la magia.
Eran las seis de la mañana cuando llegaba por Belén, ambos nos íbamos a nuestros puestos de trabajo, y lo más increíble que ambos seríamos compañeros, colegas, ella y yo siempre estaríamos juntos, pase lo que pase. Ambos logramos conocer nuestra soledad, ambos conocimos lo que era estar juntos en las malas y ambos fuimos conociendo la magia de estar juntos en nuestra alegría, todo cambia, todo pasa por algo, pero el verdadero amor es saber soportar todos los defectos del otro, el verdadero regalo es estar con aquello que Dios ha puesto para ti. Eran las siete menos cuarto de la mañana cuando habíamos llegado a nuestro puesto, ya bien fresquitos, comenzamos a chequear el listado de pacientes, ella tenía veinte mientras que a mí me habían asignado por ahora solo diez, quizás porque era mujer los pacientes fueron con ella, pero esta vez sería una gran revelación, ambos éramos nos habíamos graduado con notas altas, así que llegó el momento de poner en práctica todo lo que habíamos aprendido, todo aquello que tanto luchamos, ahora debíamos de dar lo mejor para que podamos brindar el mejor servicio a los demás, ayudar a mejorar su salud y cuidar de muchos.
Ya habíamos llegado al medio día, aún faltaba algunas horas para salir de nuestro turno, así que tocaba ir a almorzar, nos fuimos a la cantina del hospital veamos que había allí para comer, Belén y yo fuimos a mirar el menú, estaba un poco caro, pero todo se veía delicioso, así que compramos dos platos de fideos con pollo, era el más accesible por el momento, pero también a ambos nos gustaban las pastas, nos sentamos en una mesa doble ya que solo estábamos nosotros, ella tan hermosa como siempre, a pesar de todo siempre seguía siendo linda, ojalá todo sea por algo, era el mejor regalo que la vida me pudo haber regalado, con mucha paciencia poco a poco fui llegando a su corazón, ella me comentaba de los pacientes que le toco atender, a mí solo me llego hasta 15 pacientes a ella 25, la pregunta, era del porque los pacientes confían más en las mujeres que en nosotros, ella se reía y me dijo: "Pues no es obvio, nosotras somos más hermosas" yo solo la mire con seriedad pero logro sacarme una sonrisa, y le devolví con: "Ahh, así que te gustan los mayores ehh" ella quedó mucha, si, se había pichado nuevamente, eso me gustaba de Belén, me divertía hacerla enojar, era una enojona, pero así le quería, porque era alguien que realmente valía la pena arriesgarlo todo. Ella era mi compañera de vida, solo Dios sabe hasta cuando estaríamos juntos, por ahora estábamos en la primera etapa, que era el noviazgo, luego ya nos prepararíamos para el compromiso y al final para el sagrado matrimonio, todo era posible, ella y yo la pasábamos bien en cada momento que nos tocaba compartir, bueno llegaba la hora de volver, nosotros estábamos ya en la sala volviendo de nuestro descanso para continuar.
Habíamos finalizado el primer día de trabajo, a última hora hubo muchos pacientes, pero final logramos empatar la cantidad de pacientes atendidos, fuimos a marcar nuestros horarios de salida, luego de un turno un poco relajante, bueno era un día lunes, así que por ahora creo que no estábamos teniendo tanto trabajo, pero sigamos dando lo mejor con nuestra mejor sonrisa, fuimos a caminar un poco en un pequeño parque para desestresarnos y disfrutar del resto del día juntos.
BELÉN:
Ya era el segundo día de trabajo, Crosh y yo ya habíamos llegado, grande fue nuestra sorpresa cuando revisamos la cantidad de pacientes que se habían inscripto con nosotros, a Crosh le había tocado 35 y a mí 40, uff, tendríamos mucho trabajo, pero bueno, poco a poco, al parecer se había corrido la voz, por fortuna mañana no nos tocaba trabajar, pero tendríamos un curso de capacitación con los demás compañeros, así que ambos nos pusimos en marcha, si aún faltaba algunos minutos para que comenzáramos a llamar, pero no importaba, era mejor ya comenzar a dar la mejor asistencia a aquellos que confían en nosotros, además creo que ahora tocaba comenzar antes para lograr cubrir con la demanda, no esperaba esto, pero si esperaba lograr todo lo que Dios nos mandaba, el me dio un fuerte abrazo y me dijo: "Fuerza amor, a dar lo mejor de nosotros mismos", esas palabras me llenaron de alegría, tuve suerte en haber encontrado a un novio que me hace brillar, que me apoyaba en todo lo que hacía, gracias a él estoy donde estoy, gracias a él todo estaba dando sus frutos.
Eran las cuatro de la tarde cuando habíamos atendido al último paciente, vaya, hoy si fue un día pesado, casi no nos dio tiempo de almorzar, pero se logró superar nuestra marca propia, de costumbre para mantenernos firmes y fuertes Crosh y yo íbamos al parque a correr, a ganar energía, para que en el día siguiente estemos llenos de alegría, estemos dando lo mejor de nosotros mismos, pues ya todo estaba en marcha, ahora solo tocaba construir todo lo que más anhelábamos, un gran futuro, un verdadero amor.
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Regalo Del Cielo
RomantizmUna historia en el que el amor estaba presente desde el principio, pero ambos tenían miedo del rechazo...