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El agua fría recorre su cuerpo eliminando todo rastro de suciedad, relajando su estropeada mente por más que insiste en que está bien, su cuerpo le grita que debe parar un poco o no soportará.

K—Hagamoslo de nuevo.— Susurro para si mismo, salió de la ducha y se vistió para irse a la empresa donde trabajaba de seguridad privada.

Su día continuó con tranquilidad,llego al anochecer al taller mecánico se apresuró a reparar algunas motocicletas y cambiar piezas de carros. Observo la hora 11:48 am se recostó un poco sobre el sofá y se quedó dormido, el dueño del lugar le menciono que cuando no hubiese trabajo podía dormido un momento. Escuchó el timbre y abrió los ojos espantado observo el reloj de la pared 1:12 am ¿habrá perdido muchos clientes? Escuchó un golpeteo en el cristal viendo a Takemichi mostrandole una bolsa.

—¿Qué haces manejando tan tarde?

—Te traje comida, supuse que tendrías hambre.—El beta le servia de comer, la comida olia deliciosa y Seishu realmente moría de hambre, agradecía lo considerado que es Takemichi.— Además acabo de cerrar el café, unos locos llegaron y prácticamente alquilaron el lugar. Así que tenía que pasar por aquí.

—Gracias.—Seishu comía escuchando la platica de Takemichi sobre los hombres que estuvieron en su cafetería.

—¿Estas durmiendo bien?

—Si, de hecho me quedé dormido. Espero no haber perdido clientes o no me pegaran como espero.

—Veras que no.—Takemichi miro por las grandes ventanas frotando su cuello incómodo después de terminar de servirle de comer a Seishu sintió una mirada pesada.—¿Esperabas alguien?—Seishu alzo una ceja confundido, nego.— ¿Estas saliendo con alguien?

—Esa pregunta no lo esperaba ¿por qué? ¿Quieres arruinar nuestra amistad?— La forma pícara de su voz hizo a Takemichi atragantarse, Seishu se recargo en su mano esperando una respuesta.

—No digas estupideces, los hombres no me van. Solo curiosidad.

—Ammmm no. No estoy saliendo con nadie y no tengo ánimos de estar con alguien, las parejas requieren atención, citas, detalles y sobretodo tiempo y es algo que no puedo ofrecer por el momento. —Seishu volvió a mirar por la ventana la maldita sensación de ser observado volvió. —Quédate a dormir aquí.

—Podrías dejar de decir esas cosas, me siento incomodo.—Se movió incómodo en su lugar mirando el suelo manchado de grasa.

—No de ese modo tarado, algo no se siente bien. En aquella puerta está una cama duerme ahí yo seguiré trabajando, te levantaré cuando me tenga que ir.

—Estas seguro?

—Si.— Seishu levantó todo de la pequeña mesita no sin antes mover los cabellos negros de Takemichi.

El Beta se sento en una caja y observaba en silencio al alfa que reparaba una motocicleta. Entre la sensación de ser vigilado y el estrés por la deuda acabarían con él, la idea de que Shion le vigilaba le parecía aterradora pero tranquilizadora.

Seishu envío a domir a Takemichi cuando le vio cabecear continuó solo en el taller escuchando música para disipar la sensación de ser observado parecía funcionar, se sentía en completa paz. La campana de la puerta abriendose le hizo ponerse alerta tomando un bat, suavizo su expresión reconociendo al intruso; el peliblanco de la última vez.

—Hola.

—¿Hola?— El rubio dejo el bat en su lugar y tomo un trapo para limpiar sus manos llenas de grasa. El tipo miraba a todos lados como si buscase algo.

—Disculpa algo le pasa a mi auto esta sacando humo y prendió una luz en el tablero, no se que le pasa.—Hajime rasco su cabeza e hizo una mueca, Seishu miró el reloj 2:40 su turno está por terminar, no debe de ser difícil por lo que le dice lo arregla rápido.

— ¿Donde esta el carro?

—Se quedó cerca a unas cuadras. —Seishu se quedo pensando, el tipo no daba suficiente información y eso le daba desconfianza.—¿no puedes acompañarme?

—Llamaré una grúa para remolque hasta aquí y mi compañero le atenderá.—El rubio camino al teléfono para solicitar la grúa pero el peliblanco le detuvo.—¿Pasa algo?— ¡Bingo! Algo no cuadra.

—¿No puedes ir conmigo al carro?

—No es que no pueda.—Tomo la muñeca del peliblanco apartandola suavemente.— No puedo ir y venir por herramientas, lo más conveniente es remolcarlo hasta aquí y le haré una revisión.

—Sei ¿ya nos vamos? Escuche voces ¿ya llego tu compañero?—Takemichi salió del cuarto estirándose, ganándose una mala cara de Hajime que paso desapercibida para Seishu.— Perdón, no sabía que tenias un cliente.

—Esta bien, ¿puedes guardar mis cosas? En un momento te alcanzo, por favor.— Seishu le dio una sonrisa a Takemichi.— Disculpe, mi compañero ya no tarda en llegar esperare con usted mientras solicitare una grúa.

—De acuerdo.— Hajime apreto los dientes mirando aquella puerta, su celular sono e ignoro la llamada su concentración la tenía esa puerta donde entró el pelinegro.

3:08 am

Por fin llegó su compañero de Seishu con la grúa, llevándose a Hajime que dio una última mirada al pelinegro que sonreía al rubio y parecian muy cercanos y eso le molestaba.













La idea de tenerlo estremecía su cuerpo completamente perdió la cuenta de las veces que se masturbo pensando en él aspirando el aroma de una remera sudada por Seishu ¿como la consiguió? No hay nada que Hajime Kokonoi no pueda hacer, por casualidad el lugar donde trabaja Seishu de seguridad es de un conocido entrar y salir de cualquier área fue fácil, para su suerte aquel día estaban entrenando vio como Seishu se quito la remera dejandola sobre una mochila un tipo apareció llamando al rubio y tuvo la oportunidad perfecta para tomarla, salir del lugar.

Ahora toca su agujero húmedo aspirando las feronomas del rubio pero no es suficiente su omega le suplica que haga algo, necesita sentirlo dentro de él.

Ideó un plan para atraerlo, si los alfas pueden inducir a un omega al celo, los omegas también pueden liberar feromonas para atraer al alfa que quieran. El plan consistía en que uno de sus hombres le diera alguno auto que le fallara algo de cualquier imbecil de la organización luego se quedaría en medio de la nada y Seishu vendría con el a solucionar el problema, liberaría feromonas para atraerlo y lo tendría, un plan pequeño pero sin fallas. Pero no pronóstico que Mikey, el líder de la organización haría un berrinche para comer algo delicioso, casualmente pasaban por una cafetería, sobornar a dueño fue fácil cerro para ellos el lugar y les atendió hasta que se fueron, eso retraso su plan si se apresuraba aún podía ejecutarlo pero nuevamente sucedió lo inevitable, un tipo en el taller y no se marchaba, tiempo después no le vio y eso le tranquilizo. Entro al lugar y al verle su cuerpo temblo su omega reconoció las feromonas poniéndole ansioso y todo se fue a la mierda con la aparición del pelinegro, frunció el ceño al reconocerlo aquel tipo de la cafetería.

¿Por qué es tan difícil traerlo?

—¿Porqué haces todo tan difícil?— Sanzu limpiaba su katana manchada de sangre, Hajime alzo una ceja confundido despegando la vista de la laptop, se quito los lentes y le dio toda su atención al pelirosa.

—¿A que te refieres?

—Solo vamos a traerlo y ya, no es difícil.

Hajime bajo la mirada, ese plan fue su primer opción pero lo desecho no quería hacer así las cosas, tenia información vital y aun así se negaba a ocuparla solo lo deseaba para un encuentro no para conservarlo.

—No, lo haré a mi modo.




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Hola.
Disfruten el capítulo.
Gracias por leer.

The boy Is mine|| [InuKoko] ((TERMINADA)) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora