The boy Is mine|| [InuKoko] ((TERMINADA))

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La omega corria por un callejón oscuro, su ropa rasgada y manchada con un liquido carmín, por donde corria intentaba tirar objetos que obstruyeran el paso y pudiese escapar la maldita salida parecia nunca llegar, sus manos temblaban y su coraozn latia tan rápido que en cualquier momento saldria por su boca, se detuvo en un desgarror grito, un profundo dolor en su muslo izquierdo por fin cayó al suelo arrastrándose intentando salvar sus vidas. El sonido de los tacones acercándose a ella la inundo de miedo abrazo su abdomen e intento ponerse de pie, otro disparo se escucho mezclado con sus gritos y una risa.

—Maldita omega te advertí que no te metieras en mi camino.—Kokonoi frunció la nariz le desagrada esa maldita mujer.

—Yo me iré lejos pero déjanos vivir. —Suplico desesperada de rodillas con lagrimas y sangre en su bonito rostro. El omega dominante sonrió no mostraba compasión apunto el arma en la frente de la omega y disparo fríamente miro hacia atrás y volvió a sonreír.

—¿Viste Inui lo que provocaste? Esto no estaría pasando si no hicieras estupideces.

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Inupi despertó de golpe, una punzada de dolor en su muslo le arrebato gritos, ya no sentía sus brazos y el desagradable chillido de las ratas lo hizo temblar era cuestión de tiempo antes que ellas se acercaran a él ¿podría defenderse? ¿Una muerte trágica? Tal vez no suena tal mal comparado a lo que sería soportar el infierno de Kokonoi.

—Te ves muy mal, amor.—Seishu dio un respingo pensó que se encontraba solo, miro a su alrededor buscando al omega pero no había rastro de él.

—Debo estar enloqueciendo.— Se mofo de si mismo porque escuchar esa voz escalofriante.

—Aquí estoy.—Unos brazos le abrazaron por la espalda, el alfa giro su cabeza encontrado a su lado la cara de Hajime.— Sabes el jefe esta muy enojado porque hiciste un desastre y por si fuera poco la omega se interpuso entre Sanzu y tu. Los golpes que me dio no son nada con lo que le hará a ella y todo sera tu culpa quiza más tarde la veas aqui.— Seishu bajo la mirada la culpa se apoderó de su ser ¿que pasara con la omega? ¿Estara bien? Su sueño debe ser una maldita premonición si hace un falso movimiento.  —No te sientas mal, ella es solo una perra más para el Jefe. Por cierto llame a Akane le dije que tal vez mañana le marques de mi celular.

—¿Por qué? 

—¿porque que?— Hajime acaricio el menton golpeado de Seishu "si fueses obediente no estaríamos en esta situación" Pensó al pasar su pulgar por sus labios rotos.

—Ayudame tengo que ir a urgencias a que me retiren la bala ayudame por favor te lo suplicó me duele demasiado.— La mirada suplicante de Seishu le encanta es demasiado erotica para él.

—Chupamela. —El alfa hizo su cabeza hacia atrás ¿que mierda le pasa? El omega comenzó abrir su pantalón.—Te ayudaré si me ayudas o puedes quedarte aquí hasta que se me de la gana. Pasa buena noche con las ratas y el dolor.

—D-de acuerdo.—Sabía que no tenía otra opción, necesitaba la atención médica y si la salida era satisfacer al omega lo haría.

El omega se acerco aún más, lo miraba hambriento con los labios entre abiertos. Seishu se acerco más al miembro erecto de Hajime ¿de verdad podia confinar? Dio un par de bocadas de aire y comenzó a pasar su lengua calida y húmeda por su miembro, el dolor en su cuerpo le limitaba moverse con libertad.

—Esfuérzate más.

—No puedo, me duele.

El omega acaricio el rostro del alfa. Ama ver a los demás temblar por sus feromonas pero este escenario de Seishu suplicando es nuevo, eriza su piel y libera un poco de feromonas intenta suprimirlas pero se escapan. Se aparto y se perdió en la oscuridad, el alfa suspiro convencido que tal vez morirá desangrado o siendo comido por las ratas. Sus brazos bajaron y un par de alfas aparecieron liberando sus manos, lo sacaron del lugar sus párpados pesaban y solo vio al omega caminar delate de ellos.