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—¿Qué vamos hacer?— Aquella dulce voz siempre tan agradable al oído ahora solo contagia temor, desesperación e ira. La rubia mira a su hermano que lleva más de treinta minutos viendo la ventana mordiendo su pulgar.

—Ellos van a querer recuperar su dinero, un dinero que ni siquiera tenemos ¿no responde el celular?

—No, debe tener el celular apagado.

—No, salgas de la casa. Yo iré a buscarla, no debe estar lejos.

—Sei...—La femina camino hacia él teniendo una negativa como respuesta. Seishu tomo su chamarra y salió de la casa cerrando con llave, no quería dejar sola a su hermana pero tampoco podía llevarla.

Seishu y Akane Inui llevaban una vida tranquila, hasta que su madre les menciono que su padre pidió un préstamo y con los interés altos les costaba pagarlos, daban una aportación ayudando a sus padres, no tenían idea de para que fue el préstamo ni la cantidad, todo marchaba bien hasta que un día su padre se fue sin dejar rastro y su madre estaba preocupada ¿que harían ahora? Hoy por la mañana su madre le dijo Akane que iría a comprar algo a la tienda y no volvió, ambos hermanos se encontraban preocupados, los usureros no pudieron ser van al corriente con los pagos. Seishu pensó en algo pero realmente quería estar equivocado, no quería pensar eso de sus padres.

Camino y busco por todos lados, sin éxito alguno, llamaba sin respuesta y la idea volvió "ellos se fueron y los dejaron con la deuda"

—Mierda.—  Se sentía irritado con la situación ¿de verdad serian capaces de dejarlos? Debía calmarse y pensar con claridad. Decidio volver a casa y conversar con Akane, necesita su claridad y seriedad para resolver esto.

—Muñeco.—La voz de la anciana que siempre esta afuera de su casa tomando el Sol, le  detuvo, desde que tiene memoria ella los llama "muñecos" porque para ella los hermanos Inui los preciosos.— ¿Volviste al vecindario o viniste a ver a tus padres?

—Vine a ver a mis padres.

—Tienen una reunión ¿verdad?— Esas palabras le pusieron alerta y miro hacia abajo donde termina la calle.—Hace unos minutos pasaron unos hombres buscando tu casa, vete atiende tus visitas.

Inui bajo corriendo la calle, unos hombres buscando su casa, Akane sola, nada podría salir bien, temió por lo peor no había forma de imaginar un escenario diferente. El aroma amargo de su hermana lo hizo entrar un golpe tumbando la puerta, lo siguiente que vio hizo arder su sangre.

—Quieto, perro.—Shion dijo advirtiendo, sentado en el pequeño sofá limpiando la sangre de una daga, la mirada de Seishu se redirigio a Akane en el suelo siendo sometida por otro hombre. —Tu hermana es difícil de domar, tuve que usar mi bebé para poderla inmovilizar.

—¿Que quieres?

—Mi dinero por supuesto.

—Hasta fin de mes es el pago y vamos al corriente.—Shion solto una risa y meneo su mano para que el hombre soltara a la rubia, dio un asentimiento y Seishu corrio a su hermana, auxiliandole, tenía una cortada en la pierna y sus muñecas rojas.—Akane

—Bla bla bla muestrales.— El otro tipo saco un folder lanzandole al piso donde estaban los rubios. Rápido le tomaron para revisar.—Me deben siete meses.

—Es imposible nosotros les dimos el dinero a nuestros padres.—Akane dijo exaltada mirando la cantidad enorme para pagar, no han cubierto ni una cuarta parte, Seishu entre más revisaba más se decepcionaba sus padres dieron 2 pagos ¿Donde estaba el maldito dinero?

—Les pondre fácil, voy a tomar esta casa para saldar su deuda y aun así tendrían que trabajar sin parar 2 años para pagarme. Su padre es un gran apostasor y pésimo jugador al igual que un drogadicto de mierda.

—¿De mierda hablas?— Seishu frunció el ceño y su aroma comenzaba a dar indicios que en cualquier momento golpearia a Madarame.

—¿Si te debían tanto porque no veniste antes?— Dijo Akane, tomando a Seishu de la mano para calmarlo.

—No tenía idea que no estaban pagando hasta que el contador se dio cuenta que faltaba dinero, si él me jode a mi, yo jodo a los deudores. Así que paguenme los siete meses

—¿Estas enfermo? No tenemos esa cantidad es demasiada.

—Bien entonces, me llevare a la bonita siempre hay enfermos en el burden que se cojerian una alfa o que dejarían que les den por culo. Tomo a la bonita para saldar los siete meses y la casa para saldar algo de su deuda.

—Eres un maldito bastardo.—Seishu estaba dispuesto a lanzarse a los golpes pero el protector de Madarame le punto con un arma. Se quedó quieto escuchando la burlona risa y sintiendo como Akane temblaba de miedo apretando su chamarra.

—Siempre me divierte este tipo de gente, su deuda sube por los intereses de los siete meses. Sería más fácil si uno se va al burdel o ambos, son atractivos y alfas pero bueno desocupen la casa tienen dos días, pronto recibirán su nuevo plan de pago y no intenten escapar o los mataré.

Cuando Madarame y compañía salieron, Akane se dejó caer, sus piernas temblaban, su semblante pálido, sus ojos llorosos y su aroma triste hizo que Seishu le abrazara fuerte.

—Vamos a terminar de prostitutos en un burdel del cual no podremos salir jamás.—Dijo Akane entre lágrimas, Seishu debía pensar en algo para obtener más dinero y no involucrar a su hermana.

—Dijo Akane entre lágrimas, Seishu debía pensar en algo para obtener más dinero y no involucrar a su hermana

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The boy Is mine|| [InuKoko] ((TERMINADA)) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora