The boy Is mine|| [InuKoko] ((TERMINADA))

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LOS EVENTOS DE LA DEUDA DEL PADRE DE SEISHU NO SUCEDEN, EL ABANDONO DEL PADRE DE HAJIME SI SUCEDE, ÉL NO CONOCE A SENJU POR ENDE NUNCA CAE EN PANDILLAS.

Hajime lloraba con desespero mientras los paramedicos daban los primeros auxilios a su padre, salió a comprar unas cosas y cuando volvió vio a su padre en posición fetal, grito llamando la atención de los demás prostitutos y así poder ayudar a su padre.

Estuvo inconsciente dos días ha despertado débil y las malas noticias fueron las primeras en ser recibidas su padre está muriendo por la ausencia de su alfa al estar marcado y el sobreesforzarse para atender más clientes de los que puede.

Hajime limpia su nariz ha estado llorando y sus ojos se ven tan hinchados que apenas se ven.

—¿Por qué lloras?— La infantil voz de un rubio llamó su atención sus ojos verdes llenos de calidez le hizo sentir algo en su interior, Hajime es un chico de 14 años mientras que aquel niño debe tener unos 9 años.—Te he visto que lloras todo el tiempo ¿estas enfermo?

—¿No te enseñaron en casa a no hablar con extraños, niño?— Regaño al niño que solo sonrió y se sento junto a él.—Oye shu shu shu vete.

—No me hagas shu shu shu no soy un perro.—Se enojo aquel niño.—Y si me enseñaron a no hablar con extraños pero tu eres muy bonito así que no pensé que fueras mala persona.

—Vete mocoso.

—Hueles muy rico.—Hajime se sonrojo por completo al sentir aquel niño tan cerca de su cuello, notando por primera vez su aroma ligero ya que está en crecimiento.—Oye cuando sea un alfa grande ¿puedes casarte conmigo?

—Deja de olerme y Aléjate de mi, mocoso.—Hajime libero feromonas haciendo temblar al niño cayendo de rodillas, se asusto y se puso de pie corriendo de regreso a la habitación de su padre, si descubren que es un omega dominante van a subastarlo.

—¡Papá!—Hajime se escondió en los brazos de su padre.

—¿Que pasa cachorro?

—Papá, no me gusta ser un dominante.—Su padre acaricio los cabellos negros de su niño liberando feromonas calmando a su cachorro.

—¿Avisaste?

—Si les dije a las enfermeras que hay alguien que necesita atención, yo no quería hacerlo me asuste porque comenzó a olerme mucho.

—Esta bien, ya no salgas, Madam fue a pedir mi alta volveremos a casa.

—Papá, voy a sacarte de ese burdel y voy a encontrar a ese hombre. Mira como te tiene.

—Esta bien, cachorro con los medicamentos que me dieron vivire hasta verte ser un omega de bien. Estaremos bien.

Los años habían pasado y aquel pequeño alfa había crecido con el recuerdo siempre presente de aquel omega malhumorado que conoció en el hospital donde su padre estaba internado por una sobredosis, lo único bueno entre tanta locura de ese día.

La lluvia fuerte hacia que las personas corrieran buscando algún refugió, Seishu caminaba con su sombrilla hasta que vio a una persona cerca del borde del puente, se acerco sigiloso hacia él cubriéndolo con su sombrilla, se giro para mirar a quien lo cubría.

—¿que haces aquí? Vas a enfermar ve a casa.—La mirada oscura y frágil de aquel omega fueron algo que removió el corazón de Seishu.—¿Estás bien?

—Adiós.—Se dio la vuelta alejándose aquel entrometido tiene muchas cosas en la cabeza y todavía lidiar con un alfa entrometido.

—No te mojes, oye es tarde te acompaño a casa, es tarde para que estes solo.—Seishu sonrió viendo como aquel omega rodaba los ojos pero se dejaba acompañar.