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Aceptar dinero de un extraño no es algo que Seishu haría en su sano juicio, el temor en su hermana y su estado emocional fueron lo que le impuso para aceptar. Es su única esperanza.

—Han pagado bien.—Shion parecía burlarse, Seishu contenía la respiración para contener sus ganas de golpearlo.—Si continúan así no tendré que llevarlos al burdel ¿han tenido noticias de sus padres? Tengo curiosidad.

—No, es tu asunto.—Seishu se puso de pie, necesitaba salir de ese lugar.

—Escuche lo que le pasó a tu hermana ¿a quien se vendieron?— Seishu se giro tomando a Shion por el cuello, siendo apuntado por sus hombres, aquel les hizo una seña para que bajaran sus armas.

—Estoy seguro que tu organizaste el ataque, si le pones un dedo encima a mi hermana, voy a buscarte para cortarte en mil pedazos.— El rubio solto a Shion salió del lugar, conteniendo las ganas de volver a golpearle. Debía sacar a Akane de aquí aunque ella es una alfa es muy bonita y alguien podría lastimarla. Si tan solo tuviese mal dinero podría pagar más y saldar la deuda así ellos volverían a su vida tranquila.

—¿Estas loco?— Takemichi le servia una café, Seishu se froto el puente de la nariz, contarle a Takemichi lo sucedió parecía ser un error ahora recibiría una platica de "como controlar tu temperamento para no morir".

—Estoy seguro que ese cabron mando sus matones para quitarle el dinero a Akane.—Seishu la impotencia alborotaba sus feronomas que pasaban desapercibidas para Takemichi pero por la expresión de Seishu entendió lo que pasaba.

—No liberes feromonas aquí, me metaras en problemas.

Seishu estiro los brazos y  respiro un par de veces para calmarse. —Lo lamento ¿ya pagaste la cuenta?

— Ya, esos hijos de puta vienen puntual cada fin de mes. Si no pago la seguridad de la cafetería se verá afectada.— Seishu vio la mirada triste del beta, verse obligado a pagar cierta cantidad mensual para que su negocio se mantenga a flote también es pesado, es la razón por la que no le pide ayuda al pelinegro.

—Esto es horrible.—Takemichi frunció el ceño y le dio un golpe en la cabeza al rubio.

—Respeta mi cafe, idiota.

—¿Que? Tu cafe no, estoy hablando de lo otro.

—Dilo sin beber mi café se malinterpreta. Hablando de eso ¿de donde sacaste al tipo ese?

—¿El omega? ¿No lo recuerdas? Estuvo en el taller ahí lo conocí pero no se.— Seishu se froto el cuello, no confía en extraños que de la nada ayudan sin pedir nada a cambio.— No debo bajar la guardia y trabajar más para pagarle, no quiero que se aproveche o algo así.

—Tal vez sea una acción generosa.—Takemichi bebió de su batido mirando a Seishu que no negaba.—Además Seishu piénsalo tranquilo es un omega ¿que intensiones puede tener? ¿Que daño puede hacerles a dos alfas como ustedes?

— El hecho que sea Omega no quita lo peligroso que puede llegar a ser ¿Y si tiene otras intenciones lejos de hacer un acción caritativa?

—Bueno eso es cierto ten cuidado.

Seishu continuó bebiendo su café sin dejar de recordar la mirada negra del peliblanco, debia estar alerta no confiar demasiado en aquel.





El taller en silencio es algo que Seishu disfruta, solo escucha el movimiento de las manecillas del reloj y con eso basta.

—Hey—Su cuerpo se tenso al escuchar esa agradable voz, se giro encontrando a Hajime ¿cuando entró? No escucho la campana de la puerta, es como un gato sigiloso.

The boy Is mine|| [InuKoko] ((TERMINADA)) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora