El monstruo en mi interior ~•~ Bachira (CANCELADA)

23• "Equipo X vs. Z"

"Equipo X vs. Z"

Con el inicio de los partidos estaba algo ansiosa y preocupada. No se me permite ir a verlos, debo esperar a que salgan. Confío en los chicos y Bachira que lo harán genial, pese a eso, una parte de mi se mantenía inquieta cuando fueron al campo.

No tenía nada que hacer, después de repasar los apuntes y hablarle al aire. Ahora estaba en el comedor, comiendo algo ligero ya que tenía hambre.

—Hola —levanto la vista viendo al chico del otro día.

—Hola, Reo —le digo mirándole sin expresión en mi cara— Hola Nagi.

Saludo a ambos chicos y solo uno me devuelve el saludo alegre, otro con más pasividad.

—Por cierto, ¿No tenéis partido? —les pregunto algo curiosa.

—Si, pero ya hemos jugado y hemos ganado, era fácil —oigo decir a Reo—¿Te importa si nos sentamos?

Asiento. Cuando me doy cuenta, estaba con el el chico de pelo marrón y gafas, el que me mira en silencio con una mirada que desnudaba a cualquiera.

—Oh sí, este es Zantetsu, Zantetsu Tsuguri —me dice Reo tocando el hombro de su amigo con una sonrisa.

—Mucho gusto.

—Encantada, me llamo Asuna —le digo sonriendo por educación.

—¿Por qué estás aquí sola? —me pregunta Reo mirándome mientras se lleva algo de comida a la boca.

—Bueno, por lo mismo que tú, para pasar el rato —le digo. Estaba preocupada y no me había dado cuenta que tal vez, estaba siendo algo borde—Perdona.

Cuando Reo abre la boca, Nagi a su lado salta—¿Juegas al fútbol?

—No —le digo, algo soprendida por escuchar su voz— Yo estoy en el equipo médico del equipo Z.

—¿Has jugado a fútbol alguna vez? —pregunta Reo.

—Si, ¿Por? 

—¿En un campo de fútbol, cerca del Instituto Namikaze? —pregunta ahora Nagi. Le miro inquisitiva. ¿Cómo hacian esas preguntas tan precisas?

—¿Como sabéis eso? —dejo de lado mi comida por un instante enfocándome en los dos chicos que se miraban entre sí.

—Puede que alguna vez te hayamos visto ahí —dice Reo sonriendo nervioso por mi reacción.

—Con ese chico de mechas amarillas —habla Nagi con un tono flojo y pausado.

—¿Bachira? —le veo levantar los hombros. Supongo que sí —¿Cómo es que me habéis visto?

—Íbamos ahí a jugar y tú estabas ahí con ese chico, era un día en el que usasteis le portería que usábamos nosotros y os vimos.

—Entiendo —miro mi comida y de nuevo a los dos— ¿Nunca nos hablamos, no? —niega— Que curioso.

De repente, el reloj de Zantetsu suena y los dos miran en su dirección— Debemos irnos.

—Oh, claro —les digo sonriendoles al ver que se levantaban para irse — Me ha gustado mucho esta conversación.

Veo a Reo sonreírme y a los otros dos mirarme inexpresivos, para luego retirarse.

Me quedo pensando. Era curioso. Ellos me habían visto con Bachira pero yo a ellos no. Me hacía gracia como estaban en el mismo lugar que yo en el mismo instante. La mar de gratificante. Estas cosas me provocaban curiosidad en como nuestros caminos estaban conectados y ni siquiera lo sabía.

~•~•~•~

Estaba esperando ansiosa en mi habitación. Nervios y ansiedad eran todo lo que sentía. Estaba preocupada por los chicos. Mis pies se movían al compás de los ritmos acelerados de mi corazón. Tal vez me preocupe por nada o tal vez no.
Sé que no tengo porqué sentirme así, confío en Bachira y en los demás, pero se me hace inevitable.

¿Debo sentirme así cada vez que hagan un partido?

Unos suaves golpes llamaron a mi puerta avisando de la llegada de la persona más esperada durante todo el día. Aquella que provoca sentimientos inexplicable en mi, pero que se sienten muy satisfactorios. Desde la confusión y la preocupación, a las ganas de estar con él a cada rato y abrazarlo.

—Bachira —dejo ir su nombre en un suspiro. Notaba mis hombros desestresarse al verlo frente a mí.

Ver su expresión nula en su cara activó mis sentidos de alerta máxima. ¿Significa eso que no lo ha conseguido? Me tuve que apartar cuando me pidió si podía pasar. No dijo nada. ¿Me está tomando el pelo?

—¿Va todo bien? —pregunto a sus espaldas. El se vuelve con la cabeza agachada y se acerca a mí, en silencio apoyándose en mi hombro. Sentir su presencia calmada me hizo saber que habían perdido el primer partido.

—Hemos perdido el partido contra el equipo X, 5-1.

Ambos sabíamos que no te eliminaban por solo perder un partido, pero me sentía fatal al saber que habían perdido el primero. No sabía que hacer para consolarle, por lo que llevo mi mano a su pelo y doy leves caricias, deseando que haga algo.

—No te preocupes, es un partido, el siguiente seguro irá mejor, estoy convencido —oigo su respiración calmada en mi cuello. No llora pero tampoco hace nada más.

—No sé que hacer en estas situaciones, así que perdona si no soy perfecta —digo para alegrar un poco las cosas y lo consigo, provocando una risa en los dos— Tampoco te diré un lo siento ya que no lo quieres, así que te digo que confío en ti para que machaques al siguiente.

Se ríe de nuevo y mi piel se eriza al mínimo tacto de su respiración en mi cuello. Le suelto cuando se separa y se mantiene de pie, con mis manos entrelazadas con las suyas. Eran calientes y suaves.

—Eres perfecta Asuna —esas tres palabras provocaron un escalofrío recorrer mi columna vertebral. No sabía cómo lo hacía pero no era desagradable.

Lo siguiente que hizo fue llevar ambas de mis manos a sus labios y besarlas con sus suaves, apetecibles y finos labios. Los cuales en un momento estuvieron cerca de los míos.

—Perdona si a veces puedo llegar a ser muy cursi, nunca he sentido esto por nadie —todo esto lo decía aún sin soltar mis manos— y actúo según lo que siento en el momento.

—Esta bien —asiento comprensiva y sonrío levemente—¿Te importa si voy a hablar con Rensuke?

Niega y me acompaña a su habitación, veo el vapor del agua salir del baño y a Rensuke charlando con Kuon, Chigiri e Isagi. Este último al verme entrar avisa a Kunigami de mi presencia y este se gira para verme y venir en mi dirección.

—He venido en cuanto lo he sabido —le digo mirándole desde mi altura, subiendo la cabeza.

—Aprecio tu preocupación —le veo levantar ambas comisuras, aun con la mirada algo perdida.

—De los errores se aprende, todo saldrá bien —trato de animarle tocando su brazo musculoso.

—Gracias —me sonríe más ampliamente cosa que me enorgullece, aunque no lo haga frente a las demás y solo yo logre sacarle alguna sonrisa.

Rensuke era un chico de pocas palabras pero que tenían un mucho peso. Sabía que estaba cansado y no tenía que decir nada más. Rensuke tiene potencial, lo hará mucho mejor.