El monstruo en mi interior ~•~ Bachira (CANCELADA)

17• "Recuerdos"

" Recuerdos"

Bachira viene corriendo hacia mi posición. Rodea sus brazos por mi cintura y me atrae hacia él. Oigo los vítores y gritos de todos los demás, pero solo escucho la respiración acelerada de Bachira en mi oreja. Mis brazos rodean su cuello en un abrazo reconfortante. He de aclarar, que la diferencia de altura era notoria y debía de ponerme de puntillas.

—Me alegro por ti, Bachira —susurro. Aquello salió desde mi corazón, de verdad estaba feliz por él. El corazón me iba tan rápido que no sabía si podía sentirlo.

—Gracias, Asuna. —Me agarraba con más fuerza, pero sin llegar a hacerme daño y hundiendo más su cabeza en el hueco de mi cuello. Mi piel se erizó al sentir su respiración y el calor subió a mis mejillas.

Me vi salvada cuando Kunigami llegó, que Bachira se separó, con pesar, de mí, mirándome.

—Hemos sobrevivido Bachira —palmea su hombro con suavidad y Bachira sonríe y deja de verme para ver a Kunigami.

—Si —responde—Aunque este juego era bastante sencillo —levanta los hombros como si nada, muy calmado. Se me escapa una pequeña risa ante su reacción y los otros dos también se contagian.

—Vayamos a celebrar —Kunigami se retira uniéndose a todos los demás que estaban celebrando unos más que otros.

—¿Tú no vas? —le pregunto volviendo la mirada a sus ojos dorados que tenían ese brillo característico en ellos.

—¿Tú no? —contraataca él sonriéndome travieso.

—Quiero acabar de colocar las cosas en mi habitación e irme a dormir, estoy cansada —le respondo. Comprendiendo, asiente con la cabeza y sonríe— Déjame acompañarte estos pocos pasos hasta la puerta.

Su comentario me hace reír y caminamos hacia la puerta de salida.

—Que tengas dulces sueños —me dice. Atravieso el marco de la puerta, pero esta se mantiene abierta al estar, un poco de su cuerpo, en medio.

—Descansa Bachira, y ahora, por tu culpa, me tendré que duchar —le digo y ambos nos reímos.

Nos miramos a los ojos con la celebración de fondo que ya comenzaba a escucharse cada vez menos. Su respiración ya no estaba tan agitada, y algunos pelos estaban pegados a la leve capa de sudor de su frente.

Al darme cuenta de lo que pasaba, me apresure a despedirme y ambos volvimos a nuestras habitaciones.

~•~•~•~•~

—¿Qué tal la celebración de anoche? — le pregunto a Bachira con una sonrisa en la cara.

—Básicamente, cuando te fuiste y me giré todos estaban dormidos —le veo reírse y vuelve a hablar— No digo que sea tu culpa, me gustó más hablar contigo.

Le veo entrar al comedor para desayunar, pero al ver que no le seguía me mira confundido.

—¿Pasa algo? —pregunta mirándome a los ojos.

—Al no ser jugadora debo ir a otro comedor exclusivo —le digo y le veo refunfuñar como niño pequeño.

—Qué suerte, ya me dirás qué tal —asiento en su dirección.

Me sonríe y le veo irse al comedor común con los demás jugadores. Yo camino un poco más y llego al que era el comedor para el equipo médico y demás, básicamente la gente que estaba aquí y que no era jugador. En el horario ponía que debía ir al comedor exclusivo para no jugadores que estaba más adelante del común.

Era bastante normal, un buffer libre en el centro y mesas alrededor, también a un lado había máquinas de café, zumo, agua, leche, todo lo que querías comer estaba ahí.

No había mucha gente, solo un puñado de personas que estaban solas o en grupos y ya.

Me acerco al buffer y me echo huevos con bacon y un pan al lado, después me sirvo una taza de café y voy a coger asiento.

Iban llegando unas pocas personas más, de las cuales dos de ellas se acercaron donde estaba yo.

—¿Podemos sentarnos? —pregunta el chico. Iba acompañado de una chica de pelo negro corto.

Tardo unos segundos en responder, pero acabo asintiendo con la cabeza, los dos se sientan y la chica de pelo negro se presenta.

—Yo me llamo Kotome Takahashi —dice la chica de pelo negro con un tono de cansancio mirando al chico que faltaba por presentarse.

—Mitsuru Takahashi—dice llevándose un pedazo de comida a la boca.

—Asuna Rei —también me presento y nos quedamos unos segundos en silencio—¿Sois hermanos?

—Si —responde la chica. Aquello me recuerda a Bachira y Karla. ¿Cómo estará ella? No he hablado con ella desde que fui a Blue Lock, aunque tampoco puedo hacerlo.

Un sentimiento de tristeza y culpabilidad me invadió y todos los momentos vividos con Karla azotaron mi mente.

—Ey, ¿Estás bien? —me pregunta la chica, Kotome.

—Sí, perdona —digo y miro a ambos— ¿Por qué os habéis acercado aquí? ¿Puedo saber cómo habéis llegado aquí los dos?

—Ha sido por qué Kotome a querido, yo solo quería un sitio donde comer —exclama con un tono molesto su hermano, Mitsuri.

Kotome suspira irritads ante la actitud de su hermano y me responde a la segunda pregunta.

—A ambos nos gusta la medicina, sacábamos buenas notas en el instituto y demás, cuando nos ofrecieron venir aquí para mejorar nuestras habilidades —dice y recuerdo cuando abrí el sobre azul con mis padres—¿Tú?

—Yo también —le digo sonriendo al recordar todos esos recuerdos.

Los tres quedamos en silencio y procedo a comer de mi plato, cuando el tiempo acaba, nos llevan a la primera actividad que era clase de medicina por una hora y media.