El monstruo en mi interior ~•~ Bachira (CANCELADA)

33• "¿Todo bien?"

" ¿Todo bien? "

—¿Bachira? ¿Que haces aquí? ¿No se supone que debías estar en algún partido o algo?

Estaba nerviosa por verlo pero a la vez muy contenta. Mi sonrisa salió a la luz y se expandió más cuando rodeó mi cintura con sus fuertes brazos mirándome a los ojos.

—He fingido que me caía para venir aquí y poder verte —me lanza una sonrisa alegre y yo también.

Agarra mi barbilla y con suavidad acerca sus labios a los míos, besándonos con suavidad. Joder. Este chico me matará algún día.

Al separarnos nos sonreímos y el habla— ¿Qué tal todo en mi ausencia?

Recuerdo la cara de Mitsuri y la de Kotome — Bien, todo tranquilo.

No sabía más que decirle. No quiero que se aleje de mí y no me hable más. Siento tener que mentirle pero debo hacerlo, al menos hasta que pueda decírselo.

—¿Estás bien? Te noto rara —dice mirándome con preocupación.

—Sí, no te preocupes, ahora siéntate y déjame —con ambas manos en su pecho, lo dirijo hasta sentarlo en la silla y volverme para agarrar un trapo mojado y quitarle el sudor de la frente y barbilla—¿Que tal va la segunda selección?

—Va muy bien, aún no sé cómo acabará todo pero ahora estamos haciendo partidos de tres.

—¿Genial, no? —le digo quitando por fin el sudor y dejando el trapo.

—Si, pero no es más genial que verte, no sabes cuánto te he extrañado —mi corazón dio un vuelco a sus palabras. Me hace sonreír como boba y beso sus labios de nuevo.

Sus manos van a mi cintura y basta con hacer un poco de fuerza en la zona para acabar conmigo encima de él, mis manos suben a su nuca acariciando su pelo aún manteniendo los besos. Sus palmas calientes recorren cada centímetro de mi espalda y cintura. El ambiente era caliente. Sentía el calor entrar en mi cuerpo.

Nos separamos cuando sentimos la falta de aire y junto nuestras frentes con una sonrisa plasmada.

—Asuna... —besa mis labios cortamente y me abraza de nuevo pegándome a su pecho.

—¿De verdad que no te has echo daño? —le pregunto bromeando.

—No —se ríe. Me quedo mirando sus orbes amarillas en silencio, pensando en todo a la vez— ¿Seguro que estás bien? —ahora pregunta mirando mis pies, no me había dado cuenta que se veía algo del vendaje.

—Si, esque antes me he caído y se me habían hinchado los pies —le digo aún acariciando su suave pelo.

—Parece que la que se ha caído de verdad eres tú —susurra con una sonrisa.

Se me escapa una risa cuando cae un mechón rebelde de mi pelo y su mano va rápidamente a colocarlo tras mi oreja. Se acerca a besarme de nuevo y nos quedamos unos segundos así, en silencio solo disfrutando el momento.

—Tengo que irme ya, Asuna —me dice acariciando mi brazo.

—¿Ya? ¿Cuando te veré?

—No lo sé, intentaré que no me extrañes mucho —queriendo decir que nos veríamos dentro de poco de nuevo.

—Está bien —sonrío y planto un beso sobre su nariz y me lavanto de él.

Solo me mira abrazándome una vez más, para retirarse por la puerta con una sonrisa boba.

Yo suspiro contenta y con mi corazón latiendo alegre. Bachira me gusta muchísimo de verdad.

Después, salgo de la clínica y voy en camino a mi habitación, para releer los papeles que me dieron de la segunda selección de nuevo o simplemente a dejar pasar el tiempo hasta la hora de comer.

Pienso en Karla cuando veo mi móvil en la mesa. ¿Debería escribirle? Tengo su número. ¿Pero qué le digo? No, mejor no, lo haré en otro momento.

~•~•~•~•~

A la hora de comer, ni Mitsuri ni Kotome estaban, por lo que agarro una bandeja con comida y me voy a una mesa, empezando a comer con Bachira en mente.

Pero mi vista va a parar al chico alto peliblanco que hace acto de presencia con la chica pelinegra a su lado.

—Mitsuri —miro al chico frente a mí que se veía más alegre, se dirige a sentarse a mi lado— Kotome —la miro sonriente y ella a mí, recuerdo la charla de antes y una calidez recorre mi cuerpo.

—¿Que tal todo, te sientes mejor? —peegunta Mitsuri y recuerdo que la última vez que lo vi, casi me fui corriendo por lo arrepentida que estaba.

—Si, nada de que preocuparte —le sonrío.

—Vale —susurra y vuelve a su comida.

—Ehm, bueno... —oigo a Kotome hablar y me separo de él, pero me lo impide con su brazo en mi cintura, haciendo que esté cerca de él— Si queréis me arranco los ojos de paso.

—Perdona —le digo y ella solo niega con la cabeza, con una sonrisa pícara.

—Igualmente no tengo tanta hambre, ya nos veremos —dice levantándose y yéndose, pero antes me mira con la misma sonrisa pícara de antes.

—Bueno, ¿Que tal todo? —le pregunto al chico a mi lado. Tenía el pelo hacia atrás con unos mechones cortos por su frente. Llevaba un jersey gris de lana con unos pantalones negros y un collar plateado. Muy guapo.

—Bien, no me puedo quejar si estás tú —dice y mi corazón late con fuerza ante sus palabras.

En resumen, estuve charlando con Mitsuri por un rato, solo los dos, hasta que Kotome llegó de nuevo, aburrida de estar sola, y hablamos de todo los tres.