El monstruo en mi interior ~•~ Bachira (CANCELADA)

3• "Karla Irei, encantada"

"Karla Irei, encantada"

Hoy era martes, y no tenía extraescolar. Pero al llegar a mi clase y sentarme en mi pupitre de tercera fila, una sola pregunta rondaba en mi mente.

¿Debería dejar el fútbol?

No creo que hacerlo sea la mejor opción. Los motivos son una tontería y ni siquiera he hecho nada. Además, quiero seguir viendo a Bachira.
Bien, puedo seguir.

Las dos horas de clase acabaron y pude ir al recreo. Quería ir al banco en el que estaba, pero había una chica ahí.

—Um, ¿hola? —le digo, cuando se gira, veo sus mechones rubios cayendo frente a su cara, con el cabello marrón recogido en una coleta baja— Me llamo Asuna Rei, ¿Tú?

—Karla Irei, encantada —sonríe y se lleva su batido de lo que parecía ser chocolate a la boca.

¿Por qué le notaba un parecido a alguien?

—¿Eres nueva? —pregunto mientras saco mi comida— Nunca te he visto.

—Sí, he llegado nueva de Estados Unidos— sonríe y sus amarillentos ojos se achican— ¿A qué clase vas?

—Al B, ¿Tú?

—Al A —sorbe de nuevo— Antes uno de mi clase me ha dicho sobre las extraescolares, ¿Cómo entro a una?

—Oh, pues debes de pedir un papel y te darán uno con un formulario para tus padres— le digo acabando mi bocata.

—Vale, eso haré —sonríe y se despide haciendo un signo de paz con los dedos cuando suena el timbre — Hasta luego, Asuna.

—Adiós, Karla.

Voy a mi siguiente clase, Ciencias, genial.

—¡Buenos días, profesora! —le digo saludando.

—Hola Asuna, siempre siendo la primera —se ríe al final y yo sonrío al verla—¿Has hecho lo que te dije?

—Sí, me apunté a fútbol y ayer empecé —le digo caminando a mi pupitre en primera fila.

—¿Cómo fue?

—Bastante bien —dije, recordando a Bachira jugar y la manera en que tocaba el balón y la rapidez con como lo hacía— Creo que me gusta.

—Eso está bien —sonríe y los demás alumnos empiezan a llegar— Buenos días a todos, hoy hablaremos sobre la genética.

Después de ciencias, tuve literatura y de nuevo al recreo.

Fui al banco de nuevo y vi a Karla sentada tomando un donut de chocolate, al verme sonrió y movió su mano saludando.

—¡Hola! —le devuelvo el gesto y me siento a su lado, saco mi manzana y le doy un mordisco—Ahora no he hecho clase, me han dado un tour por la escuela. También tengo los papeles para las extraescolares.

—Genial, Karla. ¿Ya tienes alguna idea? —le pregunto, señalando al papel.

—¿En cuál estás tú?

—Futbol.

—¿Fútbol? —me mira expectante y asiento, ella rueda los ojos y suspira— Creo que fútbol paso, iré a tenis.

—Vale, también mola —le digo y ambas nos reímos de la nada.

—Me caes bien, Asuna —me dice sonriéndome.

—Y tú a mí.

El timbre suena y me despido de ella, volviendo a mi clase. Al acabarlas, salgo del instituto, pero al pasar por el campo de fútbol, veo a un chico jugar, podía reconocer quien era con solo ver su modo de juego.

—Bachira —le digo cuando llego al campo—Vámonos, es la hora de irse.

Parece que no me oye, ya que sigue chutando a la portería sin parar.

—Bachira —me acerco un poco más y veo sus labios moverse, como si susurrara cosas sin sentido— ¡Bachira!

Avanzo rápido y con convicción, toco su hombro y eso lo trae de vuelta. Está confundido, lo sé porque su mirada es confusa e incomprensible.

—Bachira, ¿Te encuentras bien? ¿Tienes fiebre? —toco su frente, pero está bien— ¿Mareos o, te sientes mal?

—No... yo... —mira directamente a mis ojos y se queda callado por unos segundos— Nada, no te preocupes —sonríe como siempre lo hace, me calma un poco los nervios.

—¿Seguro? Parecías bastante absorto en tus pensamientos y...—me interrumpe hablando.

—Tranquila, Asuma. Estoy bien, vayamos a casa —me dice. Me lleva aún con la mano agarrada hasta el banco en el que estaba su mochila, la coloca en su hombro y me guía a la salida.

Por el camino, me mira y me sonríe de lado. Yo solo soy capaz de mirarle y de pensar muchas cosas.
¿Qué había pasado? Bachira dice que está bien y que no me preocupe, supongo que tiene razón, pero, no sé, por ahora lo dejaré estar.