El monstruo en mi interior ~•~ Bachira (CANCELADA)

31• "Apoyo incondicional "

" Apoyo incondicional"

Estuve toda la noche sin lograr dormir. No lograba pegar ojo. No sabía si era por la adrenalina de besar a Mitsuri o por la inmensa culpabilidad que sentía. Solo sé que no sé nada. Esta falta de sueño provocó que me durmiera en las clases que tenía hoy.

Por suerte al salir, Kotome se ofreció a pasarme sus apuntes con muy buena caligrafía — Gracias.

—¿Estás bien? Te noto dormida —Mitsuri, con una tira colgada en su hombro me miraba preocupado.

—Yo me iré, os veo luego —oigo la voz de Kotome y me giro para sonreírle aunque ya se había alejado.

Suspiro cansada pasándome una mano por el pelo— Sí, es que no he podido pegar ojo.

Bachira. Dios. ¿Qué demonios me pasa? ¿Soy una mala persona? Seguro que sí. ¿Me odiará? Sin dudarlo. Bachira se está labrando su futuro y consiguiendo su sueño a medida que pasan los días y yo me estaba besando con otro chico, sin pensar en sus sentimientos ni todo por lo que hemos pasado y nos ha traído aquí, juntos, los dos.

Tampoco quiero ser mala persona con Mitsuri, pero me siento muy arrepentida. Yo me dejé llevar, sé que no es excusa y no debo de justificarme por lo que siento... Lo aprendí de Bachira. El me ayuda mucho. Mierda.

—Bachira... —cuando me quiero dar cuenta. Había dicho su nombre inconscientemente y miro a Mitsuri a los ojos, preocupada de que me haya oído.

—¿Pasa algo? —pregunta. Parece que no me ha escuchado. Menos mal.

—No, nada, no te preocupes —le sonrío y  toco su hombro para calmarlo— Me voy a ir ya.

—Vale, perdona si te incómodo, yo... Estoy muy contento y feliz —veo su sonrisa salir a la luz y acercarse a mí para agarrar ambas de mis mejillas y besar mi frente. Bachira.

—Perdona, pero tengo que empezar a copiar los apuntes que me ha dado Kotome —le digo sin mirarle, estaba muy avergonzada.

—Si, está bien, ¿Te veo luego? —asiento y aún con sus manos en mis mejillas besa mis labios rápidamente.

Camino alejándome de él y hundiendome a cada paso en mis propios pensamientos.

Paso por el marco de la puerta a la entrada del campo de fútbol y sin pensarlo, entro dentro agarrando un balón que había por ahí.

Recuerdo el día en que conocí a Bachira, cuando sin quererlo me dió con el balón y me tiró mi almuerzo, encima me ofreció su bocata sin pedírselo.

—Soy Asuna Rei, ¿Tú?

—Bachira Meguru, encantado.

Me río melancólica al recordarlo tirando el balón a portería, marcando.

—¿Y bien? ¿Qué tal el día? Ya no te veo tanto en los recreos.

—Lo sé, últimamente he estado ocupado entrenando mucho. Pero a partir de la semana que viene, no te librarás de mí.

Mi primera vez yendo a fútbol, con las ganas inmensas de verlo de nuevo y poder llegar a conocerlo, sin saber todo lo que vendría después.

—Perdona, estás guapa Asuna. Vamos a ir al campo de fútbol, te enseñaré a jugar para este sábado.

—Oye... ¿Y si no quiero?.

—Pues...No te compraré caramelos.

—Vale, voy.

Siento mis ojos aguarse al recordar cuando fuimos por primera vez al campo de fútbol a jugar. En aquel entonces, no quería reconocerlo pero me gustaba Bachira.

—Sube conmigo, el siguiente es tuyo.

—¡Asuna! —la pelota vino a mis pies y chuté marcando gol.

Cómo olvidar mi primer gol en mi vida. Mi primer contacto memorable con los deportes. Y cómo olvidar, cuando conocí a Rensuke Kunigami.

—No te preocupes, cada uno va a lo suyo y ya, no le des vueltas, también estaré yo.

El día que nos enviaron el sobre azul, anunciando nuestra llegada a Blue Lock, Bachira fue el único que actuó frente a mis inseguridades sobre si ir o no.

—¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?

Actuando ante mi ansiedad sobre los lugares concurridos, al llegar habían muchos chicos pero Bachira me brindó su apoyo.

Metí otro gol, no llevaba la cuenta pero sentía mis pies arder debido a la fuerza que usaba. Tenía la vista nublada de las lágrimas pero no importaba.

Bachira siempre ha estado para mí y yo nunca para él. Nunca he podido demostrarle mi agradecimiento y qué felicidad me da cada vez que lo veo, que oigo su risa o veo su sonrisa, el amor que le pone al fútbol es majestuoso de ver. Siempre me ha apoyado en todo de manera incondicional y yo se lo he devuelto de la peor manera.

Hemos estado juntos desde que llegamos aquí. Mitsuri lo he conocido aquí y ni siquiera lo conozco lo suficiente, por dios. ¿Qué es lo que he echo?

—¿Asuna?

Oigo una voz proveniente de la entrada, pero la ignoré, nadie sabía dónde me encontraba. Seguí jugando con el balón y tirando a portería, pese al inmenso dolor en mi pie izquierdo.

—Asuna

La voz más cercana me hizo darme cuenta que había otra presencia más a parte de mí. Un toque en mi hombro fue suficiente para hacerme girar sobre mis talones para poder ver a la persona frente a mí.