Seguí a Massimo hasta una sala de la discoteca, un pequeño sitio privado con muchas luces y música muy alta, no había nadie más que él y yo.—Ten.-me sirve un poco de whisky y me lo bebo de un trago.
—Veo que tienes sed.
—Necesito algo más fuerte.
—Tengo algo, pero no sé si sea buena idea.
—Lo que sea.
Saca una pequeña bolsita de su saco con dos pastillas de color negras y las sacude.
—Esto te hará olvidar hasta tu nombre.
Sus ojos verdes me miran intensamente con un toque de maldad.
—¿Me das una?— le sostengo la mirada.
Saca una pastilla de la bolsita y con sus dedos la coloca dentro de mi boca, el gesto fue demasiado sexy.
Luego toma la otra y la pone dentro de su boca.
—Para que no te sientas en desventaja.— me guiña un ojo y sonríe.
Sirve dos bebidas y me entrega una.
—Ahora disfruta el viaje, principessa.
No pasaron ni diez minutos y yo ya me sentía diferente, como demasiado feliz, tenía un cosquilleo en mi estómago, mi vista estaba borrosa y mi cuerpo muy activo bailando al ritmo de la música, al igual que mi compañero.
—¿Lo estás pasando bien?
—Sí.— respondo dando brincos como si fuera un conejo. No sé por qué hacía eso, solo lo hacía.
—Me gustan tus pasos de baile.— comienza a brincar junto conmigo.
Toma mis manos y comenzamos a dar saltos juntos y a sonreír como dos tontos.
Cuando miro al piso estaba todo lleno de hoyos, enormes hoyos.
—¿Los ves?, ¿los hoyos?— le digo alucinada.
—¿Qué hoyos?
—Estamos saltando en el aire, no hay suelo debajo de nosotros, mira.— le señalo al suelo y comienza a reírse a carcajadas.
—Yo solo veo pasto, no veo hoyos. Mira aquella vaca de allí, tiene cabello negro como tú.
Sus palabras me hacen reír aún más y nuestras carcajadas se unen hasta que miro su rostro y necesito sostener mi estómago para poder continuar riéndome.
—Tu cabeza.-le digo entre carcajadas. — es enorme, nunca había visto una cabeza tan grande.
Él se toca la cabeza y luego señala mi pierna asombrado.
—Mira tu pierna, es azul, qué bronceador usas, quiero ser azul también.
Volvemos a reírnos a carcajadas.
Seco las lágrimas de mis ojos que brotaron, por tanto, reírme.
Me detuve por un segundo a mirar a Massimo.
Sus ojos estaban un poco oscuros esta noche, casi grises, y su cabello se veía rojo.
Cuando se da cuenta de que lo estoy mirando detiene su baile y se acerca a mí.
—Tienes los ojos más lindos que he visto.— dice sin despegar su mirada de la mía.
Acaricia mi cabello y por un segundo cierro mis ojos para disfrutar su caricia. Cuando los abro ya no estaba Massimo, era Iván.
—¿Qué haces aquí?
—Siempre he estado aquí.— dice con voz suave y toma mis labios con los suyos, entrelaza su lengua con la mía y la mueve ágilmente dentro de mi boca.
![](https://img.wattpad.com/cover/321319185-288-k813265.jpg)
ESTÁS LEYENDO
The Red Boy✔️ [Un mundo al que no perteneces]
RomanceLos comienzos y los finales no siempre son felices. Emma Miller, una chica común que creía tener la vida que deseó desde pequeña, un príncipe azul, un lindo hogar y lo más importante para ella, estabilidad emocional. De repente su mundo dio un giro...