Estoy sentada con Noah en nuestro café favorito, bueno, su café, porque a mí no me gusta el café. Soy más de chocolate o incluso de té. Sí, es raro, pero esa palabra define muchos de mis gustos. Por ejemplo, prefiero las margaritas en lugar de las rosas, los libros en lugar de las series, las hamburguesas en vez de las pizzas y comer sin engordar.
Eso último es lo que todo el mundo quiere.
—¿Entonces hoy empiezas con las clases privadas de Iris? - pregunta mi amigo.
—Sí, así es.
—Quiero que sepas que ella es una chica un poco atrevida y extrovertida. Seguro que cuando la conozcas mejor, se llevarán muy bien. — puedo ver una pizca de emoción en su mirada.
—Eso espero, siempre y cuando no sea tan arrogante como su hermano. — comento esperando su reacción.
—Solo tuvieron un mal comienzo. Seguro que no es tan malo como crees.
—Tal vez sea peor.
Abre su boca para responderme, pero su atención se dirige hacia la entrada del café cuando alguien entra. Me volteo para ver quién es y... no puede ser, Lexi.
La pezorra.
¿Ahora la llamas así?
Sí, es que no me decidía entre "perra" o "zorra", así que lo mezclé.
Típico de ti.
En el momento en que ella entra, su mirada se posa en nosotros dos y se para frente a nuestra mesa.
—¡Qué casualidad! - dice con voz hostil - Emma, querida, ¿cómo va todo? - finge ser amable, pero no se le da bien.
—Muy bien, gracias. — intento ignorarla observando mi móvil.
—¿Podemos sentarnos? - se sitúa al lado de Noah sin esperar nuestra respuesta y la chica morena que la acompaña se coloca junto a mí, Noah esboza su peor cara, y creo que yo también.
¿Qué estás tramando, Lexi?
— Mira Emma - comienza a hablar - sé que debes odiarme por lo que hemos hecho...
— No te odio. — La interrumpo inmediatamente. — Para nada, el odio es un sentimiento y lo único que siento por personas irrelevantes en mi vida es indiferencia.
— Solo quería disculparme si en algún momento Samy y yo te hemos causado daño.
— No tienes que disculparte, lo que has hecho es un favor para mí. Has sacado de mi vida a una persona desleal y sin valores. — Encogí mis hombros, restándole importancia a sus palabras.
— En ese caso, oficialmente quedas invitada a la fiesta de cumpleaños de mi prometido, ya que nos mudamos al mismo edificio de ustedes en unas semanas. — Saca una carta de invitación y me muestra su anillo brillante en el dedo anular.
El estómago se me revuelve y siento como si hubiera tomado detergente en lugar de chocolate. Solo tres meses y él ya le ha pedido algo que me costó tres años que hiciera. Sé que no debería importarme, pero no puedo controlar mis impulsos. Tener a esta chica frente a mí me hace no saber cómo reaccionar ante esta situación y, para completar mis desgracias, también se mudarán a nuestro edificio.
— Oh, ya te lo ha pedido. — interviene mi amigo. — Cuánto me alegro, supongo que entre más rápido sea la subida, menos dolerá la caída. — Dice con sarcasmo.
— No te preocupes, Noah, Lexi. — Me dirijo a ella. — Espero que sean muy felices juntos. Así Sam... Una vez por todas, dejará de llamarme en las madrugadas pidiendo perdón o diciendo que me extraña, porque supongo que una vez casados comenzará a respetarte.
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The Red Boy✔️ [Un mundo al que no perteneces]
RomanceLos comienzos y los finales no siempre son felices. Emma Miller, una chica común que creía tener la vida que deseó desde pequeña, un príncipe azul, un lindo hogar y lo más importante para ella, estabilidad emocional. De repente su mundo dio un giro...