11<<El virus>>

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Iván

Llevo una hora sentado aquí, con las esposas puestas, a Emma se le olvidó el pequeño detalle de soltarme, puso las llaves cerca de mí, pero aun así no tengo formas de alcanzarlas.

Esto no se va a quedar así, ella me las va a pagar.

Entra la empleada del hotel a la habitación, la chica de cabello oscuro que siempre es atenta conmigo, ella no es capaz de disimular lo mucho que le gusto, sus miradas la delatan.

—¡Señor Henderson! - se asusta al verme. — disculpe, vi a la chica irse y creí que usted ya se había marchado también y vine a arreglar la habitación.

—No te preocupes, ¿puedes ayudarme con esto? - alzo un poco mis manos mostrándole la situación en la que estoy.

Ella toma las llaves y se arrodilla frente a mí, levanta la mirada hasta mi torso desnudo y se lame un poco los labios.
Luego me suelta, más no se levanta, se queda ahí esperando a que yo la acepte.

Al carajo todo, ahora mismo estoy demasiado frustrado para pensar bien las cosas y a pesar de que el deseo que tengo es de Emma y mis ganas solo las quiero saciar con ella, le doy lugar a la chica para que haga lo que tanto ella quiere.

La miro a los ojos y puedo ver el deseo en ellos, bajo la cremallera de mi pantalón y dejo que ella haga el resto.

Comienza a besar mis pectorales y pasar la lengua por mi entrepierna, luego se lo lleva a la boca y comienza a deslizarse de arriba hacia abajo, sus movimientos son un poco suave y delicados, así que la agarro del cabello y la empujó con fuerza sintiendo todo mi miembro en su garganta y así lo hago una y otra vez.

Recuesto mi cabeza al sillón y recuerdo el baile de Emma y lo erótica que se veía haciéndolo, recuerdo su beso sediento de mí, y en medio de esos recuerdos exploto en la boca de la empleada.

Me levanto rápidamente y siquiera volteo a verla, tomo mis cosas y me voy de allí.

Miro mi teléfono que había puesto en silencio antes y tengo demasiadas llamadas perdidas de mi padre y de Iris.

Voy al estacionamiento del hotel y tomo mi coche y me dirijo a casa de papá.

Cuando llegó está Iris llorando abrazada de él.

En cuanto me ve sale corriendo y me envuelve en sus brazos mientras llora.

—¿Qué pasó? - pregunto asustado - ¡Iris responde!

Miro a mi padre en busca de respuestas, ya que mi hermana no hace más que sollozar.

—Los hombres de Grecco encontraron la clínica de tu madre y la secuestraron. No sabemos a dónde la llevaron, ni tampoco si le han hecho daño.— la voz de mi padre se escucha furiosa y al decir aquello sentí como si el mundo se derrumbara frente de mis ojos.

Las lágrimas brotaron de ellos y la desesperación comenzó a inundarme.
Yo no era de llorar, jamás, pero mi madre era mi punto débil.

—¿Cómo puede ser eso posible? - le reclamo - Se supone que era un lugar privado, con seguridad las 24 horas del día.— agarro a mi padre por el cuello de su camisa y lo sacudo para que me responda mientras que el llanto de mi hermana no paraba. — ¡tenemos que encontrarla!

The Red Boy✔️ [Un mundo al que no perteneces]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora