The Red Boy✔️ [Un mundo al que no perteneces]

13<<Tengo un plan>>

Emma Miller

Ha pasado todo un mes desde aquel día que vi a Iván, no he sabido nada de él, me he tomado el atrevimiento de llamarlo y su móvil da apagado, dado al aburrimiento que me genera estar sola, me he puesto a cotillear sus redes sociales, ha sido complicado encontrarlo, pero me he metido en el perfil de Iris y ahí lo vi.

Podrías trabajar en el FBI.

Lo sé.

Él es bastante discreto, solo había tres publicaciones, dos eran fotos de él, pero de hace un año y la tercera era una foto en la que aparecían Iris, la chica rubia llamada Janet y él, los celos y la curiosidad me acechan y no pude evitar entrar a su perfil, aunque después de verlo me arrepentí de hacerlo, ya que solo me sirvió para bajar mi autoestima.

La chica era modelo, 27 años, 890 mil seguidores y en varias de sus fotos salía con Iván, si es que había más fotos de él aquí que en su propio perfil. Luego de ver todas sus fotos me sentí como un chicle pegado en la suela de un zapato, me dio el bajón, obviamente no eran familia, pero tampoco eran novios, o eso creo, tal vez solo eran amigos, o no, no lo sé, ¿cómo se supone que se fijaría en mí?, si tiene a la réplica de Gigi Hadid a su disposición.

Venga no te me deprimas que seguro, tú tienes cosas que esa chica no.

¿Ah sí?, ¿cómo cuáles?

Pues no lo sé.

Y para colmo tengo la estatura de un duende de esos de jardín.

Mira el lado positivo, sí, soy un chicle masticado, pero... no he dejado que él me mastique.

La verdad es que sí, lo mejor que hago es salir debajo de la suela de ese zapato, que seguro hay alguien más ahí fuera deseando masticarme.

—Hola.— saluda Noah.— ¿me extrañaste?

—Holaaaaa.— me lanzo a sus brazos, es lo mejor que me ha pasado en todo este tiempo, necesitaba sus malos consejos y su cariño para continuar.— obvio, te extrañé demasiado.

—Me ducho y nos ponemos al día.— besa mi frente y se va.

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—¡Noah!, ¡Noah! - lo tomo por los hombros y lo agitó un poco para que reaccione, se ha quedado en shock cuando le conté todo lo que ha pasado este tiempo.— Venga, dime algo, aunque sea malo.

—Estoy alucinando, es que me voy por tres días y tu vida se convierte en una novela de William Shakespeare.

—Bueno, tampoco es para tanto.

—¿Quieres mi consejo sano o el otro?

—Los dos.

—El sano es que lo mejor que puedes hacer es alejarte de él, es mujeriego, lo he visto traer muchas chicas aquí a su casa y de alguien así no se puede esperar nada serio, los hombres que acostumbran a salir con varias a la vez si cambian, pero de ropa.

Siento una pequeña punzada de decepción con sus palabras porque sabía que tenía razón.

—Pero, sé que no me harás caso, así que mi otro consejo es que lo uses, tal como él usa a otras, diviértete con él, pero sin mezclar los sentimientos, ¿entiendes?