He aquí una pequeña cuestión [Secuela] ©

28. ¿Aún te quedan dudas?

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Ethan

Me concentro, no pierdo detalle de la línea a trazar. La mano se mantiene firme al moverse de arriba abajo y viceversa, esparciendo la pintura sin derramar una gota de más o de arruinar la capa que estoy por finalizar.

La música alternativa resuena por la habitación, notas calmadas de canciones que solía escuchar de muy joven junto con Dominic; me motivan para realizar mi labor; a veces me dejo llevar por el ritmo de algunas, pintando en desorden, permitiendo que la emoción se exprese como le venga en gana.

Al dar el último brochazo, aspiro hondo el olor a pintura, a nuevo, a satisfacción porque al fin acabé. Estoy exhausto, ha sido un día laborioso, teniendo que comprar un montón de cosas solo para pintar una habitación.

—Oh-por-dios. —Oigo a mis espaldas. Pronto vuelvo a ver. "¡Joder! Quería que fuera sorpresa".

Después del primer encuentro con mi bebé, a parte de la felicidad gigante con la que tuve que lidiar durante el resto de día y de presumirle al mundo que seré padre, mil ideas se me cruzaron para recibirlo, desde qué ropa comprarle hasta los implementos que se requieren para atenderlo y cuidarlo.

Junto con Torrance fuimos a una boutique de cosas exclusivas para bebés, recorrimos cada pasillo, comprando algo de ropa, mientras hablábamos sobre qué nombre ponerle. Estábamos tan ensimismados y emocionados que una de las encargadas nos sugirió que hiciéramos un Baby Shower, dándonos buenas de ideas, a parte de un gran consejo que nos ayudaría a aminorar gastos. Entre esa plática surgió la duda de la habitación para el bebé, a la que, al no tener una respuesta concreta, concluimos que debíamos primero, organizar qué habitación adecuar para él.

Mi apartamento no es muy amplio, pero para recibir a un bebé tiene el espacio suficiente, así que no lo pensé mucho en esta mañana de sábado, resolviendo adaptar mi estudio para que fuera la habitación. Saqué el escritorio, los estantes de libros y demás muebles al pasillo. Antes de eso, fui a comprar pinturas, brochas y rodillos para pintar la habitación de un tono verde claro y blanco, además, me tomé la libertad de explorar un arte que nunca me atreví a intentar. Ayudado por plantillas, dibujé formas de animales, más que nada osos y gatos, las cuales me encargué de darles color, sombras y hasta brillos, dibujos que cumplían su función de darle un toque más infantil a las paredes. Tuve que ver un par de videos de YouTube para no bosquejar algo horrendo que tuviera que repintar varias veces, adquiriendo con el paso de las horas mucha habilidad y un nuevo talento. Lo más fácil fue pintar las paredes, lo complicado eran los dibujos de animales, así que en esa tarea me la pasé gran parte del día, notando hasta ese momento en que escuché aquella voz sorprendida, que la tarde empezaba a caer sobre Trenton.

Aproveché este día porque Torrance, en estas últimas semanas, los sábados se va desde muy temprano a clases y de ahí se queda en la firma para trabajar junto con Víctor. Como son sus últimas prácticas en la universidad, se la pasa ocupada, siendo la noche la única oportunidad en que puedo verla, algo que me entristece un poco pues mi idea de este proceso de su embarazo es pasarlo junto a ella, sin embargo, la apoyo incondicionalmente pues quiero que logre sus sueños, aparte de que le queda poco para culminar sus estudios.

Ante su ausencia tengo mucho tiempo libre; desde que dejé de trabajar al taller de mi padre por el asunto pendiente que tengo con él, me la paso no solo estudiando, sino también planeando lo que me espera de aquí en adelante luego de salir de la universidad. Es abrumador cómo se van las horas ocupado en otros asuntos; durante la semana, desde que me enteré de la existencia de mi bebé consultaba todo lo referente al embarazo, su nacimiento y sus cuidados. Luego de eso organizaba la propuesta de matrimonio a Torrance que dentro de poco llevaría a cabo. Después quedaba Meredic a quien vi un par de veces, comentándome que tuvo una fuerte discusión con Erin; aunque no es algo que me compete, se trata de mi hermano, a quien aprecio por sobre aquellos que dictaminan que no tenemos parentesco alguno. Su situación la sentí como propia pues pasamos por algo similar, él intentando rehacer su vida lejos de ella y yo tratando de llevar la mía a cuestas de saber que después de tantos años tengo otra madre.