Ethan
La velada de mi cumpleaños fue espléndida, disfruté cada detalle, cada regalo, de las canciones que en el karaoke me dedicaron. Fue la primera vez en mucho tiempo que la sonrisa en mi rostro no se borraba, me dolieron tanto las mejillas, tenía una felicidad inmensa que me convencía de estar en el momento indicado de mi vida, con la mujer que siempre quise.
Por eso, después de hacerle el amor, dejando que fuera la que me complaciera en cada cosa, luego de dormir a su lado, acurrucados, sin ganas de separarme de su lado a la mañana, de verla al día siguiente en la cocina, preparando mi desayuno, me convencí que ya era tiempo de llevar a cabo lo que cuatro años atrás quería. Al día siguiente, esperé a que corriera la semana, entre ansioso y distraído, porque debía planear a detalle ese momento crucial en mi vida, en nuestras vidas.
Tuve que renunciar a mi sábado con ella con la excusa de ir con mi hermana, cosa que no es del todo mentira porque sí, me vería con Janeth. Entre los nervios de lo que haría, de repasar mil veces cómo preparar este gran momento, desperté esta mañana muy temprano, preparando el desayuno para los dos e irme a trabajar al taller de papá. Me costó separarme de ella, quería decirle lo que tenía en mente, no obstante, merece más que eso, algo con más dedicación y esfuerzo. Esperé y esperé a que las horas corrieran a prisa y cuando llegó la tarde, sin despedirme del todo bien de mi padre, me fui al lugar acordado con Janeth.
Mientras conducía, las memorias más significativas que viví con Torrance se cruzan por mi cabeza. Las veces que me alentó a seguir con mi carrera, distrayendo los secretos que por años mis padres me guardaron, animándome en cada momento cuando quería tirar la toalla. Todos esos recuerdos suman para que me llene de motivos, que quiera apurar el momento, sin embargo, aún no se puede, aún no cuando recién sale de estudiar y dará el primer paso para cumplir su más grande sueño.
Sumergido en mis pensamientos, sin darme cuenta arribo al restaurante donde tengo la cita. Estaciono frente a éste, entregándole las llaves al valet y entro casi a trote. Por mi vestimenta de jean y sudadera gris, la recepcionista me ve confundida; era cliente frecuente, así que entiendo que me vea tan informal cuando antes no entraba si no era de traje y corbata. Revisa en su lista mi nombre y con una sonrisa amable permite que ingrese. Me guía hasta la mesa donde tiende un menú mientras ofrece algo de beber.
—Vino, del más fuerte que tenga —solicito reparando con detenimiento en la carta.
No me fijo de cuando se retira o me dice que ha tomado mi solicitud. Me abstraigo en mis consideraciones. ¿Será prudente hacer esto cuando se gradué, o mejor después, cuando tenga el empleo? Paso hoja tras hoja del menú, fingiendo leer porque la realidad es que pienso en qué momento y lugar oportuno haré lo que quiero proponerle a la mujer que considero el amor de mi vida.
—Debiste ponerte algo más acorde a este lugar —habla alguien, interrumpiendo mis cavilaciones.
Elevo la mirada hacia la pelirroja que con traje de oficina corre un asiento de la mesa para sentarse. Janeth ha llegado, con ese aire descomplicado que la caracteriza. Es seguida por la recepcionista que le tiende un menú el cual, con una sonrisa, recibe.
—No tengo cabeza para eso ahora —admito, soltando el aire contenido para despejarme.
La recepcionista se marcha, avisando que pronto vendrá el mesero a anotar la orden. Me quedo viendo su silueta, el cómo se aleja, creyéndola hermosa, pero no perfecta.
En otros tiempos, si siguiera siendo el tipo inseguro de sus acciones, ya hubiese cambiado de novia, y en mi paso por la universidad, hubiese estado con unas seis, todas de distintos gustos, tamaños y estilos. Ahora la situación es distinta porque estoy en estabilidad, convencido de lo que quiero, ya no hay inseguridades sino convicciones que me llevan a hacer las cosas sin luego arrepentirme.
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He aquí una pequeña cuestión [Secuela] ©
RomansaSECUELA DE LA SAGA CUESTIONES CONTENIDO +18 Una abogada y una noticia por ocultar Un enamorado con una propuesta difícil de rechazar Una extraña relación que nació en un bar Y una familia que tiene mucho que contar Así pues, en esta conclusión, Ver...